La Fiscalía General de la República (FGR) de México arrestó a siete personas en Mexicali, Baja California, por estar presuntamente vinculados a un grupo dedicado a la trata de personas.
Según las autoridades, el grupo operaba en la región traficando con salvadoreños, hondureños y nicaragüenses a los que les cobraban miles de dólares para llevarlos a Estados Unidos.
Las autoridades de la ciudad confirmaron que 19 personas fueron encontradas en condiciones deplorables en un apartamento de una sola habitación en la cuadra 6400 South Gessner Rd. Entre las personas, que aparentan ser de origen hispano, estaba un menor de edad, entre los 13 y 16 años. La investigación de este caso será liderada por el Departamento de Seguridad Nacional.
Las personas fueron halladas en un apartamento vacío, sin muebles, en condiciones deplorables, según dijeron oficiales. La policía la investigación como presunto caso de tráfico de personas.
Seis sospechosos fueron acusados de solicitar y comprar servicios sexuales, mientras que otras tres mujeres, víctimas de tráfico humano, fueron asesoradas y derivadas a un albergue.
La policía de Houston informó que las personas fueron halladas dentro de un apartamento pequeño de una sola habitación. Aseguraron que los individuos estaban viviendo en condiciones deplorables. El menor tiene entre 13 y 16 años.
Los contrabandistas continúan el cruce de menores no acompañados a través del desierto y las duras condiciones climáticas que se viven en esta época del año no han sido obstáculo para que esto se reduzca.
Marc Bane y Tara Renee Dillon fueron arrestados cuando intentaban traficar a las personas por Laredo, Texas. El hombre iba a recibir $1,000 de ganancia, según dijeron las autoridades.
Un joven de 21 años proveniente de Honduras fue traído a Estados Unidos por traficantes de personas que lo soltaron en un descampado tras ver a la policía. El joven vagó varios días y pidió ayuda en una gasolinera donde lo volvieron a secuestrar. Los secuestradores finalmente fueron capturados y el joven liberado.
El contenido de una advertencia pintada en una lona le exige a “la migra” que deje de meterse con los “polleros”. Fue colocada en Ciudad Juárez después de que las autoridades de ambos países anunciaron una iniciativa que busca poner tras las rejas a los 10 fugitivos más buscados de la frontera.
Dos oficiales de la Patrulla Fronteriza de Texas habrían recibido pagos de grupos criminales para introducir narcóticos y pasar indocumentados hacia Estados Unidos. Las comunicaciones de ambos agentes con presuntos coyotes y narcotraficantes sirvieron de pruebas en su contra.
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La
oficina del sheriff del condado Wharton, indicó que durante una parada de tráfico al suroeste de Houston arrestó a
Noelia Ann Colunga y a Juan Antonio Castillo, sospechosos de tráfico de personas.
Oficiales de la oficina del sheriff de condado Wharton arrestaron a Noelia Ann Colunga y Juan Antonio Castillo, sospechosos de tráfico de personas. Durante una parada de tráfico las autoridades encontraron a cuatro personas más y determinaron que se trataba de inmigrantes indocumentados.
Autoridades de ambos países relanzaron una iniciativa binacional con la que esperan capturar a 10 personas asociadas con organizaciones criminales transnacionales que operan en el área de la frontera.
Dos acusaciones federales revelan los pagos ilícitos que recibían oficiales que colaboraron con criminales en el transporte de droga y de personas en Texas. Uno los asesoraba sobre cómo ocultar cargamentos y el otro informaba a qué hora hacía inspecciones en un retén.
En medio de una conferencia de prensa, las autoridades de ambos países revelaron un listado de sospechosos que incluye a los dos principales traficantes de personas en la frontera. El resto de los reseñados son buscados por comerciar ilegalmente con drogas y armas, así como por múltiples asesinatos.
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Bani Francisco Atz vio de cerca la muerte cuando trataba de cruzar la frontera en el desierto de Texas. Cuando llamó a despedirse, su esposa contactó a una organización de Los Ángeles que le salvó la vida.
A Sara Geraldine Martínez la rescataron junto a un grupo de ocho inmigrantes centroamericanos, en medio del desierto de McAllen en Texas, luego de que una mujer de Los Ángeles reportó a las autoridades fronterizas que un grupo de 30 migrantes habían sido abandonados a su suerte por traficantes.
Una inmigrante atendió el teléfono de uno de sus compañeros de travesía que estaba desfalleciendo, sin imaginar que esa llamada desde Los Ángeles no solo salvaría su vida, sino también la de otras ocho personas que, como ella, había, quedado varados en medio del desierto de Texas: sin agua y con muy poca batería en los dos celulares que llevaban.
Los migrantes llevaban una semana esperando para cruzar hacia EEUU. La casa estaba en pocas condiciones sanitarias y las personas dormían en colchonetas.
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