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“Ayer fue duro. Nos cayeron a golpes": caravana de migrantes no se rinde pese a la represión en Guatemala

Los miles de migrantes hondureños que llegaron a Guatemala y se dirigen hacia el norte para pedir asilo en Estados Unidos, no se rinden. Aseguran que recobran fuerzas para seguir avanzando porque en su país no tienen nada.
18 Ene 2021 – 12:53 PM EST
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La caravana de migrantes que la semana pasada salió de Honduras rumbo a Estados Unidos y que el domingo fue frenada con gases lacrimógenos y palos en Chiquimula (Guatemala), recobra fuerzas para volver a intentarlo y seguir viaje al norte.

“Ayer fue duro. Nos cayeron a golpes y nos tiraron gases, pero afortunadamente no nos hirieron. Mis amigos y yo estamos bien”, dice Denis al otro lado del teléfono, uno de los 9,000 migrantes que integran la caravana, la última bajo el gobierno de Donald Trump y quizás la primera que deba enfrentar el presidente entrante, Joe Biden, quien el miércoles toma el control de la Casa Blanca,

El migrante, de 33 años, dejó a su esposa y dos hijos adolescentes en Honduras. “Estamos desde el domingo en Chiquimula (294 kilómetros al Oriente de la capital de Guatemala). Casi nos agarran. La verdad es que no nos avisaron, solo cayeron a palos. Ellos (las tropas) están haciendo las órdenes que reciben de arriba”.

El periódico Prensa Libre dijo en su cuenta de la red social Twitter que fueron los migrantes “hondureños de la #CaravanaMigrahte2021 (quienes) se enfrentaron al Ejército en el km 177, Vado Hondo, Chiquimula”.

Denis lo niega. “Ellos nos atacaron sin avisarnos. Nosotros solo queremos llegar a México y de ahí seguir viaje a la frontera de los Estados Unidos. En nuestro país la verdad no tenemos nada, las inundaciones (provocadas tras el paso de los huracanes Eta e Iota a finales de la temporada 2020) nos llevaron todo”.

“Estamos desamparados”

En parte la ilusión del viaje despertó tras el triunfo electoral de Joe Biden el pasado 3 de noviembre. El demócrata anunció que iba a desarmar la política migratoria de tolerancia cero de Donald Trump y restituir, entre otras medidas, el sistema de asilo.

“La esperanza es lo último que se pierde”, dice Denis. “No tenemos nada en nuestro país y no hay empleo. Tenemos la fe que esta vez nos escucharán, tenemos esperanza que su gobierno nos deje entrar”, agrega, al tiempo que reconoce que cruzar México será difícil, lo mismo llegar hasta la frontera.

Para Denis no es la primera vez que hace el viaje. “Esta es mi tercera caravana. La primera vez me devolvieron desde México y la segunda me agarraron (la Patrulla Fronteriza estadounidense) en Piedras Negras (Coahuila) con Eagle Pass (Texas) y me deportaron para Honduras”.

Abogados advierten que los deportados tienen escasas posibilidades de solicitar asilo en Estados Unidos. Y si los arrestan por segunda vez, pueden ser sancionados de por vida bajo el deliro de re-entry (volver sin permiso después de una deportación), que se castiga con pena de cárcel antes de ser expulsado nuevamente.

Los esperan en México

A pesar de las dificultades, activistas mexicanos esperan que la caravana venza los obstáculos y siga rumbo al norte, donde serán recibidos tanto por las autoridades migratorias y de seguridad pública mexicanas como por organizaciones humanitarias.

“Estamos monitoreando la situación. Ellos (fueron) brutalmente reprimidos el domingo en Guatemala de parte de la policía y militares. Ellos no entienden que se trata de una migración forzada, no se están moviendo porque quieran o por molestar a alguien, ellos están huyendo de la miseria y los desastres naturales. No tienen nada en su país”, dice Luis Villagrán, director del Centro de Dignificación Humana basado eb Tapchula (Chiapas).

El activista señala que, “de acuerdo con informes que nos han hecho llegar, el 40% de la caravana está integrado por niños y mujeres” y que el gobierno de Guatemala ha reconocido al menos dos muertos en los enfrentamientos del domingo.

“Nosotros hemos estado acercándonos a varios grupos en México para recibirlos y que las autoridades les otorguen el estatus de refugiados, que reciban protección. Y si no pueden avanzar como caravana, pues que lo hagan como hormigas (en pequeños grupos). Sólo así podrán llegar a su destino”, agrega.

Prensa Libre no habla de fallecidos en la carga de ayer por parte de las autoridades, sino de contagiados por coronavirus. “Al menos 21 migrantes hondureños, que forman parte de la caravana que pretende atravesar Guatemala en búsqueda de llegar a Estados Unidos, dieron positivo a la prueba de covid-19”, se lee en otro mensaje publicado en su cuenta de la red social Twitter.

La postura de México

Mientras el gobierno de Guatemala refuerza los controles y la presencia de soldados y policías en el Oriente del país para detener el avance de la caravana y obligar a los migrantes que regresen a sus países, México sigue exhortando “a cumplir protocolos migratorios y sanitarios establecidos en la gestión de flujos masivos irregulares de personas migrantes”, de acuerdo con una nota de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SER).

“México se pronuncia a favor de la migración segura y regular. Reitera su rechazo ante cualquier forma de ingreso irregular y desordenado que ponga en riesgo la vida y la salud de las poblaciones migrantes y de acogida”, se lee en el comunicado oficial.

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A su vez, el gobierno mexicano dijo “reconocer las acciones del Gobierno de Guatemala para atender el contingente irregular de migrantes que ingresó a su territorio” y pidió a los países de la región “que apliquen de manera responsable los protocolos migratorios y sanitarios localmente establecidos, a fin de evitar riesgos sanitarios derivados de la pandemia de COVID-19 para las personas migrantes y la población de las comunidades de tránsito”.

Los activistas, sin embargo, insisten en que los integrantes de la caravana tienen derecho a seguir su viaje al norte porque en sus países ya lo perdieron todo. Y que la pandemia del coronavirus la utilizan “como pretexto” para impedir que lleguen a Estados Unidos.

En Guatemala no piensan lo mismo. “Hay mucho miedo porque el virus está enfermando a mucha gente en nuestro país y las vacunas no las vemos por ningún lado”, dice una trabajadora del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social (IGSS) que habló con Univision Noticias en condición de anonimato porque no está autorizada para hacerlo. “Mire, aquí no han vacunado a nadie ni sabemos nada de las vacunas. Y si toda esta gente llega y está infectada, imagínese lo que va a suceder”.

El Ministerio de Salud de Guatemala dice en su cuenta de la red social Twitter que “La #VacunaCOVID19 aún no ha ingresado al país, no te dejes sorprender por falsos ofrecimientos y cobros” y que oportunamente “informará la llegada y distribución de la vacuna según los grupos priorizados”.

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