El mejor invento del mundo: el sándwich. Todo lo que es delicioso (y queda bien combinado) puede ser puesto bajo el refugio de dos panes y hacer que tu paladar conozca el cielo. Lo mejor del sándwich, además de la delicia que es, es su corto tiempo de preparación, por lo que puede venir muy bien cuando estás en un apuro. ¿No sabes qué llevar de almuerzo al trabajo o qué hacerles de postre a los más peques de la familia? No te pierdas estas recetas tan sencillas y rápidas como deliciosas.