Jeb Bush cree que EEUU debe dejar de aceptar a los hermanos y padres de inmigrantes como quiere Trump
MIAMI, Florida.- Jeb Bush es uno de los republicanos que más duramente ha criticado a Donald Trump pero en el caso del nuevo proyecto de inmigración legal impulsado por la Casa Blanca cree que el presidente ha puesto en marcha un debate útil.
En una entrevista con Univision Noticias, el excandidato a la presidencia dijo ver con buenos ojos que se reduzcan las posibilidades de reunificación familiar y la adopción de un sistema de puntos basado en el mérito para obtener la green card o residencia permanente.
Sin embargo, Bush se opone a recortar el número de inmigrantes a la mitad, una de las principales metas del proyecto RAISE Act que la semana pasada fue reintroducido en el Congreso por los senadores Tom Cotton y David Perdue con la ayuda promocional de una presentación en la Casa Blanca junto al presidente.
El exgobernador de Florida, que habla fluidamente en español, es conocido como un moderado dentro del Partido Republicano, sobre todo en inmigración, una posición que reconoce que podría haber dañado sus opciones electorales el año pasado.
"Creo que hay algo de valor en un sistema que dé prioridad a la gente con cualificaciones, cuando haya escasez de empleo y cuando haya inmigrantes que deseen cubrir esas vacantes", dijo Bush en una distendida entrevista de 30 minutos en su oficina de Miami.
"Y creo que es valioso tener un sistema de puntos basado en la utilidad económica. Australia lo tiene, Canadá lo tiene".
Aunque Bush ya no tiene la influencia que solía después de su humillante derrota en la campaña presidencial, es considerado una autoridad en inmigración. Sus comentarios coinciden con los de varios senadores republicanos entre ellos Marco Rubio de Florida, Lindsay Graham de Carolina del Sur y Jeff Flake de Arizona.
Bush expuso estas ideas en su libro de 2013 "Immigration Wars" (Las Guerras de Inmigración), que incluían un capítulo sobre la inmigración de familiares y el sistema de puntos por méritos, argumentando que la ley de inmigración de 1965 se habían quedado completamente desfasadas y eran mucho más generosas que las de otros países.
"Estados Unidos es el único país en el mundo que tiene esta definición extensa de familia que incluye a hermanos adultos y padres adultos", subrayó. "Como consecuencia, desde 1965, el 85% de los inmigrantes legales vienen por esos medios. Ningún país se acerca a eso".
Bush respalda la propuesta del Senado de limitar la reunificación familiar a esposos e hijos no casados menores de 21 años, pero se opone al requisito de hablar inglés contenido en la RAISE Act.
"Los extranjeros aprenden inglés porque les beneficia y no me importa (su fluidez) mientras que tengan un conjunto de valores compartidos en los que creemos, y no le debería importar a nadie más".
Estos días, Bush disfruta de la compañía de su esposa nacida en México y con la que lleva casado 43 años y de sus cuatro nietos, a la vez que continúa dedicado a sus negocios, entre ellos una oferta para comprar el club de béisbol Miami Marlins.
"Lo bueno de mi vida hoy en día es que veo mucho ESPN y telenovelas en Univision y menos de la política en Washington", dijo medio en broma.
Bush sigue siendo un firme defensor de legislación para proteger a los llamados Dreamers (Soñadores), los hijos de inmigrantes indocumentados que llegaron a EEUU como menores. El gobierno de Trump aún tiene que aclarar qué hará con la orden ejecutiva del expresidente Barack Obama conocida como DACA, que dio protección temporal a casi 800,000 Dreamers. DACA se enfrenta a principios de septiembre al desafío de un grupo de estados controlados por republicanos y los expertos advierten que su futuro está seriamente cuestionado.
Bush dice que Obama hizo un uso inapropiado de sus poderes al firmar DACA y otra orden ejecutiva conocida como DAPA, que protegía a los padres de los Dreamers. DAPA nunca entró en vigor por el bloqueo de las cortes y el gobierno de Trump eliminó la orden en junio.
"No creo que el presidente tenga autoridad por orden ejecutiva para hacer unilateralmente lo que hizo respecto a DACA y DAPA, y creo que debería ser tratado por los canales apropiados a través del Congreso", dijo, al mismo tiempo que defendió sustituir la acción presidencial por legislación bipartidista.
"Hay un amplio apoyo para proteger a los niños que no tienen culpa por venir aquí de modo ilegal y que no tienen conexión o vínculos con el país del que vinieron como menores".
Como muchos defensores del RAISE Act, Bush no cree que tenga los 60 votos suficientes para ser aprobada en el Senado, pero cree que el debate sobre la reforma del sistema de inmigración legal es muy necesario.
Bush dijo que la polarización en el debate de inmigración se debe en parte a la falta de liderazgo de Trump -en un rango de asuntos amplio-.
"Ha creado controversias donde no había necesidad de ello. Debería ejercer su liderazgo y no ayudan nada todos esos tuits ni todas esas humillaciones a otros para sentirse bien", recomendó Bush.
El proyecto RAISE ha tenido un relanzamiento polémico la semana pasada cuando el asesor de la Casa Blanca Stephen Miller cuestionó que la Estatua de la Libertad sea un símbolo de un país abierto a los inmigrantes. En su lugar, dijo que el foco del proyecto RAISE debería ser exclusivamente beneficiar a la economía de EEUU.
Bush, por su parte, cree que el sistema de inmigración puede promover el crecimiento económico al mismo tiempo que la compasión.
"Es una tradición noble aceptar a los otros, incluyendo a muchos que son pobres, y no creo que tengamos que eliminar eso, pero la mera verdad es que vivimos en un mundo muy competitivo", señaló Bush.
"Y creo que es importante reconocer que tenemos una oportunidad estratégica de permitir que venga gente para ser el próximo Elon Musk (cofundador de la compañía de autos Tesla), ser los próximos que desatarán la siguiente ola de empleos que nos permitirá progresar. Creo que podemos hacer ambas cosas".