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Lavado de Dinero

La razón por la que narcotraficantes están invirtiendo (más) en el mercado inmobiliario de EEUU

Un nuevo reporte indica que la compra de residencias representa una forma confiable para que operadores de carteles oculten sus ganancias ilícitas. Algunos traficantes ya han invertido en bienes raíces en varias ciudades.
Publicado 13 May 2022 – 07:10 PM EDT | Actualizado 4 Jun 2022 – 12:54 PM EDT
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El Departamento del Tesoro de Estados Unidos advirtió en un informe publicado este viernes que narcotraficantes están comprando residencias en este país para lavar dinero, invertir en un mercado estable, así como para cultivar, elaborar, almacenar y vender droga.

El reporte titulado Evaluaciones nacionales sobre lavado de dinero, financiamiento del terrorismo y proliferación de riesgos en 2022 alerta, además, que la adquisición de viviendas a través de entidades legales e intermediarios, un método usado por celebridades y millonarios que buscan privacidad, es una ventaja para operadores de carteles, extranjeros corruptos y personajes del crimen organizado.

“Dada la relativa estabilidad del sector inmobiliario como reserva de valor, la opacidad del mercado y las brechas en la regulación de la industria, el mercado inmobiliario de EEUU continúa siendo utilizado como un vehículo para el lavado de dinero”, señala el análisis de 75 páginas.

“La compra de bienes inmuebles también puede proporcionar una forma confiable para que los delincuentes almacenen u oculten ganancias ilícitas en un activo apreciable y, al mismo tiempo, se beneficien de mayores oportunidades de anonimato en comparación con otros activos financieros”.

La dependencia cita el caso de un distribuidor de narcóticos que se abastecía de un cartel mexicano y que usó una parte de los $4.2 millones que ganó de manera ilícita para comprar casas en Kentucky. En marzo de 2021 un juez federal lo sentenció a 34 años de prisión y ordenó el decomiso de una residencia en Blackthorn Trace, de $428,000 en efectivo y de un reloj con 596 diamantes.

En otro caso, una organización delictiva que vendía grandes cantidades de marihuana blanqueó dinero a través de dos propiedades adquiridas en Las Vegas, en Nevada, usando un dueño falso. También se hizo de un negocio y varios autos de lujo, incluyendo un Lamborghini.

También se describe una acción de decomiso civil del Departamento de Justicia (DOJ) que señaló a una firma de inversión en Florida que recibió millones de dólares en ganancias delictivas de un cartel para adquirir bienes raíces comerciales y residenciales de alta gama. Sin indagar el origen del dinero, la empresa compró un edificio de condominios y otro de apartamentos en Atlanta, Georgia.

Otro ejemplo es el de Carlos Zelaya, un hondureño sentenciado en 2018 por su papel en el lavado de más de un millón de dólares en pagos de sobornos extranjeros y fondos públicos provenientes de Honduras. Según la denuncia, Zelaya trabajó con su hermano, un exfuncionario de ese país, para lavar sobornos comprando bienes raíces en New Orleans, incluyendo una propiedad comercial.

“El sector inmobiliario representa una importante vulnerabilidad que puede facilitar esquemas de lavado de dinero relacionados con una amplia gama de delitos y evasión de sanciones”, señala el Departamento del Tesoro.

“El uso de bienes raíces en el lavado de dinero también podría afectar los precios en ciertos mercados inmobiliarios, cuando los malhechores pagan deliberadamente de más por la propiedad, los precios pueden subir, poniendo en desventaja económica a los compradores y vendedores legítimos”, agrega.

El informe indica que las ciudades con más actividades sospechosas de lavado de dinero en el sector inmobiliario son Boston, Chicago, Dallas, Honolulu, Las Vegas, Los Ángeles, Miami, Nueva York, San Antonio, San Diego, San Francisco y Seattle. Destaca que la mayoría de los compradores extranjeros en estas metrópolis, incluyendo quienes lo hacen de manera legítima, son de México, Colombia y China.

Así mueven dinero los traficantes de México

Los carteles mexicanos, en particular, siguen usando métodos tradicionales de blanqueo de capitales, como el comercio de bienes, transacciones bancarias, envíos de remesas y el típico transporte de dinero en efectivo en autos a través de la frontera, menciona el análisis del Departamento del Tesoro.

“Las instituciones financieras, incluidos los bancos y las empresas de servicios monetarios, siguen siendo vulnerables a la explotación por parte de los carteles, que utilizan empresas ficticias y de fachada, y terceros (incluyendo mulas de dinero) para transferir ganancias desde Estados Unidos a su base de operaciones”, indica el informe.

“El papel de los lavadores de dinero profesionales, en particular las organizaciones chinas de lavado de dinero, también se cita con frecuencia como un desafío creciente y significativo para las agencias del orden público que rastrean el movimiento de las ganancias de las drogas”, agrega.

Advierte, por otro lado, que los narcos “se sienten cada vez más cómodos” con el uso de activos virtuales y la llamada dark web, donde la venta de droga alcanzó los 315 millones de dólares en 2020.

Para el Departamento del Tesoro, los carteles “más grandes y sofisticados que controlan las rutas de transporte y distribución en todo México y Estados Unidos” son el de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación (CJNG). Destaca que estos dominan el creciente mercado del fentanilo y, a pesar de la pandemia, han seguido buscando métodos para enviar sus ganancias ilícitas hacia México.

Fue el caso de un operativo federal en San Diego, California, que concluyó con el arresto de tres miembros del Cartel de Sinaloa y con el decomiso de 3.5 millones de dólares en efectivo y varios kilos de cocaína y fentanilo que estaban en un depósito de camiones en el cruce fronterizo de Otay Mesa. Se trató de la mayor incautación de dinero que ha hecho la DEA en el sur de California.

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