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Vanessa Guillén

"Acoso sexual está en máximos históricos": muerte de la soldado Ana Basaldua en Fort Hood suena de nuevo las alarmas

A pesar de las nuevas leyes para proteger a los soldados de abusos sexuales, el caso de la soldado Ana Fernanda Basaldua, y un nuevo informe del Pentágono sobre las academias militares de élite, sugieren que los problemas están muy lejos de resolverse. (Read this article in English)
Publicado 16 Mar 2023 – 03:00 PM EDT | Actualizado 16 Mar 2023 – 09:24 PM EDT
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La muerte esta semana de una soldado de origen mexicano en la base del Ejército en Fort Hood, Texas, es un trágico recordatorio de la epidemia de abusos sexuales en las bases militares de Estados Unidos, según relatan la familia de la víctima y los defensores de reformas para proteger mejor a las tropas.

La soldado Ana Fernanda Basaldua Ruiz, una ingeniera de combate de 21 años que llevaba 15 meses asignada a la 1ª División de Caballería, fue hallada muerta el lunes, según un comunicado emitido a última hora del miércoles por su oficial al mando de su batallón.

Basaldua, ciudadana estadounidense originaria de Michoacán, México, había denunciado a sus padres que era víctima de acoso sexual. La familia dice que los oficiales les dijeron que creen que la causa del fallecimiento había sido suicidio.

“Me niego a pensar que fue eso. Ella no era así. No acepto eso. No me checa, por las características de mi hija,” su madre, Alejandra Ruiz Zarco, conto a Univision Noticias por teléfono, desde Tacámbaro, Michoacán, a unas 250 millas al oeste de la Ciudad de México. “Era una mujer valiente, fuerte, íntegra, una mujer indomable. Tenaz, capaz, aguerrida. Una mujer segura de sí, que conquistaba seguro sí”, agregó entre lagrimas.


Las causas de su muerte siguen siendo objeto de investigación, según funcionarios del Ejército en Fort Hood, la misma base donde se denunció la desaparición de otra soldado, Vanessa Guillén, quien fue hallada muerta en 2020.

El jueves por la tarde, Fort Hood confirmó que "no hay juego sucio evidente" en la muerte de Basaldua. "La información relacionada con cualquier posible acoso será abordada e investigada a fondo", añadió.

La investigación sobre la muerte de Guillén en 2020 no sólo sacó a la luz profundas fallas en el liderazgo de Fort Hood, una de las bases más grandes del país, sino que también puso de relieve lo que un informe posterior denominó una "cultura tóxica" de acoso y abuso sexual. En noviembre, Cecily Aguilar se declaró culpable en el asesinato de Guillén. La mujer, de 24 años, aceptó que conspiró con Aaron Robinson, quien era su pareja sentimental, para desaparecer los restos de la soldado latina tras su asesinato en el cuarto de armas.

Durante años, los críticos de las fuerzas militares han señalado los datos del Pentágono que muestran una escandalosa cantidad de abusos impunes, con muchos delitos que no se denuncian por miedo a las represalias de los compañeros soldados, e incluso de los oficiales superiores.

Incluso cuando se denuncian las agresiones, la justicia militar no las investiga adecuadamente debido a una reticencia institucional a sacar a la luz problemas de disciplina en las filas que pueden ser un obstáculo para los ascensos.

"Me suena una alarma"

"Cuando leí las noticias de prensa sobre este último incidente, me acordé de la tragedia de Vanessa Guillen", declaró Josh Connolly, de Protect Our Defenders, grupo de derechos humanos dedicado a poner fin a los abusos sexuales en el Ejército. "El suicidio no ocurre en el vacío. Necesitamos saber qué ocurrió, a qué acoso potencial se enfrentó... que hubiera provocado tal desesperación para que esta mujer se quitara la vida. Me suena una alarma", añadió.

"No estoy nada convencido de que el clima de mando [en Fort Hood] esté en un buen momento en este momento. No estoy en absoluto convencido de que se hayan puesto las pilas todavía, y eso podría haber sido un factor contribuyente [en la muerte de Basaldua]", añadió.

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Connolly dijo que había estado en contacto con la familia de Basaldua y que esperaba que las lecciones aprendidas de la "chapucera investigación" del caso Guillen garantizaran que la familia de la soldado recibiera información puntual sobre lo que revelara la investigación.

"Es tan triste, trágico y decepcionante", dijo Queta Rodríguez, capitana retirada del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, que fue miembro del equipo designado por el Pentágono que investigó los abusos en Fort Hood tras la muerte de Guillén en 2020.

"Prometieron que actuarían con rapidez. Aceptaron todas nuestras conclusiones, pero no sé en qué punto se encuentran a la hora de implementarlo todo", añadió. "No se puede legislar el liderazgo y la cultura. A menos que haya una inversión significativa en cambiar la cultura, nada evitará que estas cosas ocurran", agregó.

La Ley 'Yo Soy Vanessa Guillen'

La muerte de Guillén desencadenó una campaña nacional que dio lugar a importantes cambios en la legislación, entre ellos la ley 'Yo Soy Vanessa Guillen' que require el nombramiento de fiscales independientes en los casos de agresión sexual para eliminar la cadena de mando de las decisiones judiciales, así como la tipificación del acoso sexual como delito.

Pero los resultados aún están por verse. El último informe del Pentágono sobre las cifras de agresiones sexuales en las academias de formación y liderazgo de élite durante el último curso académico revela un preocupante aumento de los incidentes de abuso, a pesar de las recientes reformas.

Nuevo informe sobre abusos sexuales en las academias militares de élite

El Departamento de Defensa estimó que el 63% de las mujeres y el 21% de los hombres que asistieron a las academias sufrieron acoso sexual el pasado curso académico, dos cifras récord. En total, se calcula que 3,940 de los 12,700 cadetes y guardiamarinas sufrieron acoso sexual.

"Las cifras no han dejado de aumentar en las dos últimas décadas", declaró el coronel Don Christensen, ex fiscal jefe del Ejército del Aire. A pesar de los más de mil millones de dólares gastados y de las docenas de reformas aplicadas, los índices de agresiones y acosos sexuales están en máximos históricos, añadió.

Los datos, recopilados a partir de una encuesta anónima a estudiantes, sugieren que las mujeres que asisten a las academias tienen casi tres veces más probabilidades de sufrir acoso o agresión sexual que las mujeres en servicio activo.

Las 12,700 estudiantes están matriculadas en la Academia Militar de West Point, la Academia Naval y la Academia de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos, consideradas campos de entrenamiento para formar a los futuros líderes del ejército.

El informe también descubrió que la mayoría de las víctimas carecen de la confianza en el liderazgo para denunciar abiertamente los abusos sexuales. De las 1,136 supervivientes estimadas, sólo 92 hicieron una denuncia "no restringida", que requiere una investigación del agresor acusado. En otras palabras, más del 90% de las víctimas nunca dan un paso al frente para identificar a su agresor.

"Esto significa que es probable que cientos de delincuentes sexuales ingresen cada año en el cuerpo activo procedentes de las academias. Uno sólo puede imaginar el impacto negativo que estos futuros oficiales tendrán en el cuerpo activo", dijo Christensen.

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Además, la rendición de cuentas por parte de los infractores sigue siendo casi inexistente. En total, las academias sólo han sometido a consejo de guerra a cinco infractores y sólo dos han sido condenados por delitos sexuales. En otras palabras, sólo el 2.1% de las denuncias dieron lugar a la condena de un agresor y sólo el 0.17% de las 1,136 víctimas vieron a su agresor condenado.

En casos extremos, cuando el abuso sexual no se controla, puede llevar al suicidio o al asesinato.

La cultura tóxica de Fort Hood, hogar de 35,000 soldados

En 2021, el Ejército informó que había investigado más de 50 suicidios y 11 homicidios en Fort Hood en los últimos cinco años.

Independientemente de lo que revele la investigación -suicidio o asesinato- en el caso de la soldado Basaldua es probable que los abusos sexuales hayan sido un factor, dijo Christensen.

"Estoy seguro de que los abusos sexuales son uno de los motivos de estos trágicos incidentes", afirmó. "Lamentablemente, ella [Ana Basaldua] no es la primera, y a menos que las cosas cambien, no será la última", dijo Christensen.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin lll, ha liderado los esfuerzos para reformar la cultura militar tras la aprobación de nuevas leyes, como 'Yo Soy Vanessa Guillen'.

"Está claro que queda mucho trabajo por hacer. No veremos el efecto completo de las reformas hasta dentro de bastante tiempo", dijo Christensen. El Pentagono tiene dos años para preparar la aplicación de las nuevas normas, que no entrarán en vigor hasta diciembre de este año. Las reformas sólo cubrirán los incidentes que se produzcan después de esa fecha.

Aunque las reformas son un paso importante en la dirección correcta, hay que hacer mucho más, dicen los defensores de las de las víctimas.

"No es una panacea. Tiene que haber cambios culturales. Va a ser necesario que los mandos militares se tomen más en serio la resolución de estos problemas", afirmó Christensen.

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