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Abuso Policíaco

Tensión en las calles en California por cuatro muertos a manos de la Policía en una semana

Desde el martes pasado, cada noche grupos de manifestantes protestan por los supuestos nuevos casos de abuso policial centrados en minorías raciales.
2 Oct 2016 – 08:59 PM EDT
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Disturbios en El Cajon por la muerte de Alfred Olango a manos de la Policía Crédito: David McNew/Getty Images

LOS ÁNGELES, California.- La muerte de cuatro personas a manos de la Policía en el sur de California en menos de una semana, tres negros y un hispano, ha disparado la tensión en las calles donde pequeños grupos de manifestantes han estado mostrando su malestar con la actuación de las fuerzas del orden durante siete noches consecutivas.

La situación ha ido escalando hasta el punto de que el domingo se produjeron 14 arrestos en El Cajon, en el condado de San Diego, y 4 en Los Ángeles, en respuesta a dos incidentes que no guardan relación entre ellos. Las detenciones respondieron a la negativa de los manifestantes a obedecer la orden de dispersarse.

En Los Ángeles, decenas de personas se congregaron el sábado y el domingo por la noche en la intersección de la calle 107 y la avenida Western, en Sur Los Ángeles, cerca de donde murió baleado el joven negro de 18 años Carnell Snell por unos agentes que lo persiguieron hasta la parte trasera de una casa. El sábado algunas personas se acercaron hasta la casa del alcalde Eric Garcetti y arrojaron huevos contra el edificio.

Los presentes tomaron el cruce de calles y algunos se dedicaron a hacer acrobacias con los vehículos mientras otros encaraban a los agentes para criticar su actuación. Según la Policía de Los Ángeles (LAPD), numerosas de las personas que estaban allí no eran del barrio ni conocían a la familia de la víctima.

Equipos especiales de LAPD y del Sheriff (LASD) intervinieron para disolver la protesta y la ciudad quedó en alerta táctica durante parte de la noche.

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Protestas en Los Ángeles por la muerte de un joven negro a manos de la Policía

Placas de papel y arma falsa

Los disturbios del domingo tuvieron lugar pocas horas después de que un hispano perdiera la vida en otro altercado con LAPD ocurrido a 8 millas de distancia, entre la calle 48 y la avenida Ascot, también en Sur Los Ángeles.

El jefe de LAPD, Charlie Beck, declaró a la prensa el lunes que esa zona de la ciudad –territorio de pandillas- estaba experimentando un incremento de la violencia. En lo que va de año, dijo Beck, 450 personas han sido tiroteadas.

En el caso de Snell, Beck manifestó que el joven viajaba en un vehículo con placas de papel junto con otros individuos, lo que hizo sospechar a los agentes que establecieron una relación entre las matrículas falsas y la posible comisión de un delito. Cuando dieron el alto al coche, sus pasajeros trataron de huir. En un momento durante esa escapada, Snell se bajó del automóvil y salió corriendo. Los oficiales siguieron al joven hasta la parte trasera de una vivienda donde este, según Beck, se giró hacia los policías con un arma en su mano izquierda.

Los oficiales dispararon seis veces y el joven falleció en el lugar. Recibió dos impactos de bala, uno en el torso y otro en la rodilla. Beck indicó que Snell no llegó a disparar su pistola y aseguró que un vídeo de un negocio próximo –y que no ha sido hecho público- muestra lo sucedido.

Sobre el hispano muerto hay menos detalles. Aún no se conoce su identidad, pero los agentes que intervinieron llevaban cámaras corporales que recogieron la acción. Beck relató que una persona llamó a LAPD porque había visto a un hombre por la calle que llevaba un arma. Cuando los policías lo localizaron y el dieron el alto, esa persona les encañonó con la pistola y los oficiales dispararon, según la versión de LAPD.

Muerto tras descarga eléctrica

El viernes por la noche el centro de la ciudad de Pasadena, en el condado de Los Ángeles, fue tomado por manifestantes para protestar por la muerte de Reginald Thomas, un hombre negro que, según su pareja, sufría episodios de bipolaridad.

“Está loco”, dijo la mujer, Shainie Lindsay, a los reporteros. Ella comentó que fue el propio Thomas quien llamó a la Policía de Pasadena para advertir de su estado.

Cuando los agentes llegaron al domicilio vieron que Thomas estaba armado con un cuchillo y, al ver que no obedecía las órdenes, le dispararon con una pistola eléctrica (Taser). El hombre reducido por los oficiales pero entró en parada cardiorrespiratoria y falleció.

El caso de Thomas recuerda al del hispano Vincent Valenzuela, quien murió en julio tras una confrontación con policías en Anaheim, en el condado de Orange, en la que los agentes usaron un Taser. Valenzuela, al igual que Thomas, tenía problemas mentales y sufrió un infarto después de la descarga eléctrica. Falleció tras quedar unos días en coma inducido.

Cigarro electrónico

El primer caso de esta ola reciente de fallecimientos relacionados con la Policía tuvo lugar el martes por la mañana en El Cajon, una localidad del condado de San Diego. La hermana de la víctima llamó a la Policía porque su hermano estaba actuando de forma errática –tras el suceso la familia indicó que el hombre estaba deprimido por la reciente muerte de un amigo- y necesitaba ayuda.

Los vídeos del altercado muestran como Alfred Olango, de 38 años, caminaba de forma extraña por la calle y trató de evitar a los agentes cuando estos se le acercaron. Finalmente, dos oficiales lo arrinconaron junto a un vehículo en un estacionamiento. Olango llevaba una mano en el bolsillo y en un momento determinado la sacó rápidamente. Uno de los policías le disparó mortalmente.

Las protestas por este incidente se han sucedido desde el martes. Olango era un ciudadano ugandés que llegó a Estados Unidos con estatus de refugiado en la década de 1990. Estuvo en la cárcel en dos ocasiones por delitos relacionados con drogas y armas . Las autoridades trataron de deportarlo pero su país no aceptó la repatriación.

Los acontecimientos en el sur de California se enmarcan dentro de un clima de tensión racial y malestar contra la actuación policial en EEUU, especialmente desde la comunidad afroestadounidense y a través del movimiento 'Black Lives Matter', que se queja de supuestos abusos de la fuerza sistemáticos contra la la población negra por parte de las autoridades.

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Casos como el de Alton Sterling en Baton Rouge, Louisiana, quien fue baleado por un oficial de la policía que lo tenía sometido en el suelo, de Philando Castile, muerto a tiros por un oficial en Minnesota mientras su mujer transmitía por Facebook Live.

En Los Ángeles, la tensión racial entre la comunidad negra y la policía tuvo su peor momento tras la violenta detención de Rodney King en 1991.

El hombre había intentado huir de la policía por conducir bajo los efectos del alcohol. Cuando los agentes lo acorralaron, le propinaron una brutal golpiza.

El hecho fue grabado por un vecino. Un año más tarde, una corte -conformada por personas blancas- en Simi Valley absolvió a los agentes de la mayoría de las acusaciones.

El veredicto causó indignación. Incendios, saqueos y asaltos convirtieron a Los Ángeles en una ciudad casi sin ley y sumida en el caos durante varios días. Solo en la primera jornada de disturbios murieron doce personas.

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