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en WhatsApp, recibimos un video con afirmaciones que califican como “tóxico” este árbol y exhortan a talarlo en todo el continente. Tres biólogas explican por qué esto no es exactamente así.
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Los descendientes de las tribus nativas americanas en la costa del norte de California han recuperado parte de su herencia que incluye antiguos bosques de secuoyas que se han mantenido en pie pese a la explotaci´ón de las compañías madereras.
Sabemos que los árboles pueden vivir mucho tiempo, ver pasar generaciones enteras de familias y hasta ser adorados antes de que se marchiten, pero qué tal un árbol que ha durado vivo más que incluso ¡civilizaciones completas!
Existe un árbol australiano conocido como Gympie Gympie que puede picar como araña y causa un intenso dolor por días, pero un nuevo trabajo de investigación podría ayudar al tratamiento.
Imagina que vas caminando en el bosque, y, de repente, ves cómo del suelo emerge una mano sinistra, y, creyendo que es el principio del apocalipsis zombie, huyes a toda velocidad.
Nuestro planeta se encuentra en medio de una crisis climática provocada por nuestras formas de producción y de consumo, si queremos revertir los daños que se avecinan cualquier acción, por pequeña que parezca, es muy útil.
Cada año se pierden 13 millones de hectáreas de bosques, gracias a las acciones de los seres humanos, ya sea por actividades de agricultura, tala, turismo o por la obtención de fuentes de energía y alimentos.
La deforestación de los bosques y selvas es un problema que le compete a todo el mundo. De acuerdo con la Evaluación de los Recursos Forestales Mundiales de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, el porcentaje de tierras forestales con respecto a la superficie de la Tierra ha disminuido del 31.6% en 1990 al 30.6% en el 2015.
La contaminación del planeta Tierra y los problemas que trae aparejado el calentamiento global son un motivo de preocupación muy grande para la humanidad. A la vista están los daños ocasionados por el cambio climático, que está transformando el mundo a pasos agigantados. Sin embargo, a pesar de que el panorama no es muy alentador, también hay cambios positivos en el planeta.
Cuando solamente tenía 16 años, Jadav Payeng tomó una decisión que cambiaría el destino de una isla y el suyo propio. En 1979 se topó con una pila de serpientes muertas y se dio cuenta del momento crítico que vivía el lugar. Debido a la erosión, Majuli, en el río Brahmaputra, podía desaparecer en solo 15 a 20 años. Las represas en la costa india para proteger a las poblaciones de los monzones redirigen la furia climática hacia la isla.
Parece una historia salida de un cuento de hadas o de una película de ciencia ficción: un grupo de árboles que ‘caminan’ y se desplazan por el bosque. ¿Son reales? ¿Es sólo una ilusión óptica? Por supuesto, hay una explicación científica detrás de todo esto.
Quien nunca ha entrado a un bosque y sentido la profunda interconexión que hay entre sus plantas quizás no entienda por qué el escritor alemán Peter Wohlleben dice que los árboles pueden comunicarse entre sí. Se trata de una idea que, tras ser publicada en un libro que se convirtió en best seller, viene desafiando la ciencia.
Cuando estamos en contacto con la naturaleza es normal sentir una inmensa sensación de paz. El verde y el aire puro nos invitan a respirar profundamente, algo que nos hace sentir más relajados. Despierta todos nuestros sentidos de una manera noble: nada más agradable que caminar descalzo por el pasto, sentir el aroma de las flores o contemplar un paisaje maravilloso. Estar rodeado de la naturaleza nos hace sentir felices, una afirmación que la ciencia se ha encargado de comprobar.