Plantas que vale la pena cultivar en primavera
Finalmente terminó el invierno y llegó la época en que todo se renueva: el clima mejora, los campos se ponen verdes y si eres de las que disfrutan de la jardinería, es el momento ideal para que cultives tu jardín, huerto o incluso 'construyas' tu azotea verde.
Existen dos tipos básicos de plantas para cultivar, las de ornato y las comestibles. Aprende cuáles puedes cultivar para esta primavera.
Plantas de ornato
Si bien es más sencillo comprar una planta, sembrarla es mucho más divertido y tienes opciones casi infinitas. Para que no te agobies con todas las posibilidades, busca semillas de estas flores coloridas que alegrarán tu jardín, patio o sala:
Zinnia
Las puedes encontrar en colores que van desde el rosado, naranja, amarillo, hasta el rojo y el fucsia; son duraderas y miden más de 50 cm. Si bien tardan un poco en florear (unos dos meses), vale la pena no solo por su belleza, sino porque atraen a mariposas, colibríes e insectos benéficos.
Debes sembrar espaciando unos 25 cm. entre planta y planta, le gusta el sol y entre más las cortes conforme las flores abren, más producirá.
Nomeolvides
Es una planta pequeña que da florecitas azules arracimadas. Crece poco más de 30 cm. y puede florear incluso hasta el verano.
Es preferible que la siembres primero en almácigos y ya que haya alcanzado los 25 o 30 cm, la trasplantes. Es de sol y es sencilla de cultivar.
Girasol
Es una planta ideal para que crezca en esta época, aunque para la siembra se requiere de una temperatura de hasta 10 °C. Crece en suelos arenosos pero ricos en materia orgánica. Si te animas a sembrarlo, asegúrate de que tenga un buen drenaje.
Geranio
Los geranios son maravillosos, además de su colorido, son poco exigentes: requieren suelo drenado y abundante luz; florecen todo el año y sus flores tienen un aroma rico.
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Plantas comestibles
Quizá te parezca un poco extraño cultivar vegetales que bien puedes comprar en el súper, pero qué mejor que saber de dónde provienen tus alimentos.
La acelga, por ejemplo, puedes cultivarla desde marzo. Tiene la ventaja de que no requiere de muchos cuidados salvo tierra abonada y riego, además de que solo cortas las hojas y sigue dando más. El apio y la espinaca necesitan cuidados similares.
La calabacita o calabacín, por su parte, es prolífica porque una sola planta da muchas flores, las cuales puedes consumir. Requiere sembrarse en un recipiente profundo o en la tierra, así como de mucho sol y abundante agua.
En el caso de la cebolla, aunque es algo delicada, la ventaja es que al contrario de las otras plantas no requiere de mucha agua, espacio o abono.
Sobre la lechuga, nada mejor que disponer de una recién cosechada para una deliciosa ensalada. Es excelente para cultivar en primavera, porque hace menos calor; eso sí, requiere mucho riego.
En el caso de los rábanos, son perfectos para un huerto pequeño porque requieren poco espacio y en menos de dos meses se pueden cosechar; necesitan riegos regulares y se adaptan a cualquier suelo.
La mayoría de las tiendas departamentales o supermercados venden semillas en su sección de jardinería.
Ya sea que las siembres directamente en el suelo o maceta, o que previamente lo hagas en pequeños recipientes (almácigos) y trasplantes después, en el empaque encontrarás las instrucciones de siembra, riego, sol y otros cuidados.
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