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Mamá, abuela y padrastro detenidos: una familia es acusada de sacrificar a un niño para encontrar oro

De acuerdo con las investigaciones de las autoridades, el menor habría sido parte de una secta satánica llamada ‘Los Carneros', junto con su mamá, abuela y liderada por su padrastro, quien dijo haber recibido “un mensaje de los dioses” en el que se le avisaba que el menor tenía dentro de sí un espíritu que no dejaba prosperar al grupo.
Publicado 23 Oct 2022 – 12:22 PM EDT | Actualizado 23 Oct 2022 – 12:22 PM EDT
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Una familia fue acusada de participar en el sacrificio de uno de sus miembros, un niño, como parte de un supuesto ritual para encontrar oro bajo la tierra.

El pequeño Maximiliano Tabares, de tan solo 6 años, había sido reportado como desaparecido el pasado 20 de septiembre en Antioquia, Colombia, después de haber sido invitado por su padrastro a la casa de la abuela del niño, porque supuestamente allí había un espíritu que no los dejaba encontrar el ansiado metal, contó Semana.


De acuerdo con las investigaciones de las autoridades, el menor habría sido parte de una secta satánica llamada ‘Los Carneros’ en la que participaban su madre, su padrastro y su abuela, junto con otras tres personas.

El pasado jueves, Sandra Patricio Caro, madre del pequeño; su pareja, Fabio Carmona, y la abuela del menor, Damaris Pérez, fueron detenidos junto con los demás integrantes de la secta, convirtiéndose en los principales sospechosos de la desaparición del niño, el cual no ha podido ser localizado, por lo que se cree que fue sacrificado en un ritual.

Un exmiembro del grupo les dijo a las autoridades que había ingresado en la secta el año pasado, pero que decidió alejarse después de darse cuenta de los actos crueles que llevaban a cabo para tratar de encontrar oro debajo de la tierra.

Ese denunciante anónimo aseguró que Carmona estaba convencido que la presencia de Tabares impedía que pudieran lograr el oro que anhelaban, después de que supuestamente había recibido “un mensaje de los dioses” en el que se le avisaba que el menor tenía dentro de sí un espíritu que no dejaba prosperar al grupo.

Además de estos testimonios, el hombre le entregó a la policía ejemplares de índole satánico y muñecos vudú, al parecer utilizados en sus diversas acciones.

Los detenidos han sido acusados de los delitos de desaparición forzada, tortura agravada, concierto para delinquir, lesiones personales y encubrimiento por tortura.

La Dirección de Protección y Servicios Especiales y otras dependencias que apoyan la investigación, continúan trabajando en el caso para dar con el paradero del niño.


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