El diálogo entre el gobierno de Venezuela y la oposición no colapsó, como se esperaba, y llegó a sus primeros acuerdos en la mesa de negociación que tuvo la participación de El Vaticano y UNASUR. Sin embargo, las primeras reacciones han sido de rechazo en los partidos opositores y en la opinión pública, debido a que el gobierno se negó a acudir a una solución electoral para aliviar la crisis del país.