"Le cortaron los dedos, manos y piernas": Una madre asegura que su hija desaparecida fue asesinada y descuartizada en México
Harta de que las autoridades no le dieran respuesta alguna sobre el asesinato de su hija, a pesar de las múltiples versiones y declaraciones respecto a la forma tan sádica con la que terminaron con su vida, una afligida madre decidió buscar sus restos sin ayuda oficial.
Mara Fernanda Jiménez fue notificada sobre la posible muerte de su hija, tras varios días de no tener noticias sobre ella en Querétaro, México.
A pesar de que intentó acercarse a las autoridades para pedir ayuda, pronto sintió la indiferencia de la fiscalía estatal. Un día, al acercarse para saber los avances del caso, le enseñaron un expediente en el que un testigo asegura que su hija Angela Daniela, de 16 años, había sido asesinada y luego descuartizada.
“Me encontré con que a mi hija la mataron, le cortaron los dedos, manos, piernas y después la tiraron en un barranco”, precisó la afligida madre, mientras aguantaba el llanto.
La madre asegura que Angela Daniela fue asesinada pocos días después de haberse mudado a una casa con otros jóvenes, misma que fue incendiada sin explicación.
Consciente de que solo estaba perdiendo su tiempo al confiar en la fiscalía, Jiménez ha dedicado su tiempo en buscar los restos de su hija, con ayuda de amigos y familiares, en aquel barranco.
Al mismo tiempo, la madre ha exigido justicia sobre el homicidio de su hija, sobre todo luego de leer que el testigo confesó también los nombres de los presuntos responsables del crimen.
A pesar de estas revelaciones, hasta el momento no se ha realizado ninguna captura.
“Quiero justicia y que el fiscal me explique por qué no hay detenidos si hay nombres de sospechosos, mientras a mí me dice que no existen pruebas contundentes”, apunta Jiménez.
Por lo pronto, ella y sus allegados recorren incansablemente centímetro a centímetro el paraje donde estarían sepultados los restos de la joven.
“La arrojaron, la trataron de tapar con tierra, le aventaron piedras y ácido (…) hay una persona que dice todo esto”, reclama un desesperado Fernando Jiménez, abuelo de la asesinada.
A pesar de todos estos indicios, las autoridades aseguran que, si bien tomaron en cuenta las declaraciones de los testigos sobre lo ocurrido en este horrendo crimen, no consideran que sean elementos suficientes para realizar arresto alguno.