China vuelve a política de 'tolerancia cero' con confinamientos masivos a causa de ómicron
Cuando se cumplen poco más de dos años desde que la OMS declarase el inicio de la pandemia, China está imponiendo confinamientos masivos en toda la provincia nororiental de Jilin, donde viven 24 millones de personas, y en las ciudades sureñas de Shenzhen y Dongguan, con 17,5 millones y 10 millones de residentes respectivamente.
El país reportó mas de mil casos en docenas de ciudades, lo que supone que los positivos se han multiplicado por cuatro en una semana.
Jilin, con una extensión superior a dos veces el tamaño de Portugal, registró más del 30% de los nuevos casos en lo que va de año. Para contener la expansión de la variante ómicron las autoridades anunciaron que sus 24.1 millones de residentes tenían prohibido viajar fuera o dentro de la provincia o a través de diferentes áreas dentro de la provincia.
Aquellos que no tienen más remedio que hacerlo deben notificarlo a la policía local y estarán sujetos a un requisito de cuarentena a su regreso, según un comunicado del gobierno provincial, informa Reuters.
En la última semana se han notificado nuevos casos de covid en Pekín y en el centro financiero de Shanghái —las ciudades más pobladas de China—, así como en las provincias de Guangdong, Jiangsu, Shandong y Zhejiang, a lo largo de la costa.
Más al sur, en la ciudad de Shenzhen, conocido como el “Silicon Valley” de China, las autoridades han suspendido temporalmente el transporte público y han instado a la gente a trabajar desde casa mientras realizan pruebas en toda la ciudad.
Esto ha provocado que las fábricas proveedoras de componentes para el iPhone de Apple o de coches Toyota suspendieran temporalmente la producción, Por otro lado, muchos teatros, cines o restaurantes de Shanghái también han cerrado.
Política de cero tolerancia para contener ómicron
Aunque el número de infecciones es pequeño si se compara con otras partes del mundo, el rápido ritmo de aumento ha activado la política china de cero covid, que obliga a identificar y contener rápidamente las infecciones.
Todo esto sucede cuando la mayoría de los países occidentales relajan o abandonan los mandatos de mascarillas y las medidas de distanciamiento.
Esto responde a la preocupación de China ante unas tasas de vacunación comparativamente más bajas entre los adultos mayores.
El país también tiene muchas menos camas de hospital de cuidados intensivos por persona que la mayoría de los países industrializados. En las vastas zonas rurales de China, los hospitales y las instalaciones médicas suelen ser básicos, y un brote importante podría saturar rápidamente los hospitales.
EEUU y otros países occidentales han sufrido en los últimos dos años tasas de infección y de muertes mucho más elevadas que las de China, y siguen teniendo tasas más altas ahora. Pero la media de siete días de nuevos casos en China continental se ha quintuplicado en los últimos días.
"Debido al gran número de casos en un corto período de tiempo, es inevitable que haya algo de pánico en todo el país, y Shanghái no es una excepción", dijo Zhang Wenhong, un destacado experto en enfermedades infecciosas en Shanghái, en un post en su cuenta de redes sociales el lunes.
Desplegar trabajadores y recursos contra ómicron
China ha respondido al actual aumento de casos movilizando trabajadores y recursos. En la provincia de Jilin, los trabajadores están construyendo instalaciones temporales para albergar a miles de personas que den positivo. En todo el país, los trabajadores acorralan y hacen pruebas a millones de ciudadanos cada día. Pero ese programa de pruebas está empezando a verse desbordado.
"Hemos observado que en los dos últimos días se han producido problemas como largas colas y lentitud en los resultados de las pruebas en muchos centros de análisis", dijo Lu Taohong, subdirector de la Comisión Municipal de Salud de Shanghái, en una conferencia de prensa el domingo por la noche, según el The New York Times.
La estrategia china de contención del virus se centra en actuar rápidamente para cerrar edificios o barrios enteros. Los funcionarios pueden sellar todas las entradas de una tienda, un edificio de oficinas o incluso un centro de convenciones en respuesta a un solo positivo. Todas las personas que se encuentren dentro deben permanecer allí hasta varios días mientras se les realizan pruebas de detección del coronavirus y se les envía a aislamiento si los resultados son positivos.
Muchos de los casos de los últimos días han sido de la variante ómicron, muy contagiosa pero más suave, en general. Algo más de la mitad de los infectados por el coronavirus en los últimos días en China no muestran síntomas, según los datos publicados por el gobierno.