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¿Obama cambió a Cuba?

“Con su guiño en la conferencia de prensa, Obama quiso decir que llevaba la ventaja, pero está lejos de ser clara”.
Opinión
Director ejecutivo del Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ)
2016-04-20T15:59:35-04:00
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Conferencia de Prensa de Obama y Castro en La Habana Crédito: Nicholas Kamm/AFP/Getty Images


Cuando el presidente Obama llevó a cabo su histórica visita a Cuba el mes pasado, los medios de comunicación de Estados Unidos siguieron sus pasos. En una conferencia de prensa conjunta el 21 de marzo con el presidente de Cuba, Raúl Castro, Obama le cedió el turno a Jim Acosta de CNN, quien le preguntó al líder cubano si estaría dispuesto a liberar presos políticos. El nervioso Castro balbuceó y pidió una lista de los encarcelados. Obama dirigió un guiño de complicidad a los periodistas reunidos.

La implicación de Obama fue que al maniobrar para forzar a Castro a responder en directo delante del pueblo Cubano y el mundo, había reforzado el poder de la prensa. De hecho, uno de los objetivos fundamentales del viaje de Obama a La Habana fue crear más espacio para la expresión crítica en un país que hasta hace poco era uno de los más censurados del mundo. Entre los 13 disidentes que Obama invitó a reunirse con él en la Embajada de Estados Unidos en La Habana el 22 de marzo había varios periodistas independientes. Él insistió en que la conferencia de prensa conjunta con Castro se emitiera en vivo.

Aunque es demasiado pronto para evaluar el completo impacto de la visita de Obama, parece ser un momento adecuado para hacer una pregunta más básica: ¿Ha cambiado algo para los periodistas en la isla en el mes siguiente a la partida de Obama?

Miriam Leiva, una periodista independiente y bloguera que se reunió con Obama, ve la visita presidencial como aceleradora de tendencias en curso. “El gobierno Cubano está perdiendo credibilidad día tras día”, señaló Leiva por vía telefónica desde Miami, donde visitaba a su familia. “El presidente Castro hizo muchas promesas y no ha sido capaz de cumplirlas”.

Leiva ha sido una voz líder del periodismo independiente en Cuba desde 2003, cuando su marido, el economista convertido en periodista Oscar Espinosa Chepe, fue detenido como parte de una amplia ofensiva conocida como la Primavera Negra. Espinosa Chepe fue liberado después de dos años debido a problemas de salud (murió de una dolencia hepática en 2013). Sin embargo, muchos de los detenidos junto con él no fueron liberados hasta 2010, gracias a un acuerdo mediado por el gobierno español y la Iglesia Católica cubana.

La estrategia preferida por el gobierno Cubano contra los periodistas disidentes ha sido la estigmatización y el aislamiento organizados. Los periodistas independientes se han enfrentado a muchedumbres que les grita, denuncias en los medios de comunicación estatales y rastreo implacable por parte del aparato de seguridad del Estado.

Es por eso que Leiva se siente alentada por el hecho de que sus vecinos ahora la saludan en la calle e incluso de vez en cuando leen sus historias, que se distribuyen por correo electrónico. “La gente ahora está más abierta, siente menos miedo”, dice. “Nosotros mismos hemos ganado espacios”.

De hecho, el panorama mediático de Cuba ya no es estático. Aunque todavía predominan los rancios medios estatales, hay más de 3,000 blogs. Algunos se adhieren a la disidencia y la resistencia, otros expresan su apoyo al gobierno y al Partido Comunista mientras señalan las deficiencias de las autoridades locales. “Yo quería algo pequeño que no fuera visto como una amenaza por los medios estatales”, explicó la bloguera Elaine Díaz Rodríguez en un reciente informe del CPJ. Díaz fue una de las primeras periodistas cubanas en recibir una beca Nieman de la Universidad de Harvard.

Para Yoani Sánchez —otra líder de los medios independientes— la visita de Obama tuvo un enorme valor simbólico. Cuando Obama llegó a La Habana en medio de una tormenta, él llevaba su propio paraguas. Los funcionarios cubanos tenían asistentes sosteniendo sus paraguas. Obama es joven; el liderazgo de Cuba es decrépito. Obama es negro; el liderazgo de Cuba es blanco (a pesar del hecho de que Cuba es un país de mayoría negra). Obama exhibe a su familia; los líderes cubanos ocultan las suyas.

Al hablar este fin de semana en el Simposio Internacional de Periodismo Online, una conferencia anual de medios en Austin, Sánchez dijo que el principal impulso para el cambio en Cuba ha sido la tecnología. Solo el 5% de la población cubana tiene acceso a internet (de acuerdo con Sánchez; otras fuentes dicen que es más alto). Los cubanos deben usar recursos creativos para acceder a la información, incluyendo archivos PDF enviados por correo electrónico y unidades de memoria flash, que son fáciles de ocultar y distribuir. Más recientemente, los cubanos han estado acudiendo a unos cuantos costosos puntos de acceso WiFi disponibles en La Habana.

“Pensábamos que el pueblo Cubano saldría a las calles para derrocar al gobierno, pero en vez de eso lo han hecho para estar en línea”, bromeó Sánchez.

Sánchez, que comenzó la publicación de un blog personal irreverente, ahora es esencialmente una editora. Ella ha empleado un equipo de planta que produce y publica un periódico en línea, 14ymedio, que proporciona una cobertura completa de los acontecimientos diarios. “Me preocupa menos quien será nuestro próximo presidente y más quiénes serán nuestros próximos ciudadanos”, explicó. “A medida que los ciudadanos se empoderan, necesitan más información para tomar decisiones. Queremos ser el periódico de la transición cubana”.

Mientras que el entorno cambiante de noticias e información en Cuba es emocionante, es importante tener en cuenta que todavía es en su mayor parte limitado a los términos fijados por el Partido Comunista de Cuba que, aunque ya no es monolítico, todavía está firme en el control. Las razones para la apertura de Cuba son complejas, pero están determinadas en gran medida por preocupaciones pragmáticas y un deseo de autopreservación.

A pesar de que se le cedió el centro de atención brevemente a Obama durante su viaje, el gobierno hizo énfasis en reafirmar constantemente los límites de la disidencia. Los disidentes fueron maltratados y detenidos antes y después de la visita de Obama; los medios estatales, que operan de acuerdo con los dictados del Partido Comunista, publicaron titulares idénticos; Fidel Castro criticó a Obama tan pronto como salió de la isla; el Congreso del Partido Comunista, que terminó el 10 de abril y definirá la transición de casi seis décadas de gobierno de los hermanos Castro, ha sido un asunto particularmente opaco, incluso para los estándares cubanos. Raúl Castro rechazó enfáticamente nuevas reformas durante su discurso de apertura, al que solo se invitó a cubrir a los medios estatales.

Al visitar La Habana, la táctica de Obama fue que su mera presencia pudiera acelerar la apertura en Cuba; la táctica de Raúl Castro era que podía ganar credibilidad y legitimidad internacional sin hacer concesiones políticas. Con su guiño en la conferencia de prensa, Obama quiso decir que llevaba la ventaja, pero está lejos de ser clara. Mientras que la conferencia de prensa mostró que a Raúl Castro no le gusta contestar preguntas difíciles, no hay evidencia real de que se verá obligado próximamente a hacerlo de nuevo.

Después de todo, como señaló Luz Escobar, la reportera gráfica de 14ymedio, no hubo periodistas independientes cubanos presentes. “Cuba sigue siendo hostil para los periodistas”, dice. “Lo que me da esperanza es el cambio de actitud del pueblo cubano”.

Esta columna se publicó originalmente en inglés bajo el título “Did Obama change Cuba?”, el 19 de abril de 2016, en el sitio de Columbia Journalism Review.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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