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Crimen Organizado

El 'gallero' que perdió el rancho que heredó y estará preso 11 años por ser parte del crimen organizado

Reymundo García usó la propiedad en el estado de Washington que le heredó su madre para distribuir narcóticos a gran escala. Cuando lo arrestaron rescataron y sacrificaron a gallos de pelea, otra actividad ilegal que le enseñó su padre.
Publicado 30 May 2022 – 02:56 PM EDT | Actualizado 30 May 2022 – 02:56 PM EDT
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Los recuerdos de infancia de Reymundo García están ligados a su padre alcohólico, violento, celoso, antisocial y jugador de gallos, que despertaba a toda su familia con gritos y música de banda a todo volumen. Una vez, relató García, su padre tomó una escopeta sin razón y persiguió a su esposa y a sus hijos. Huyeron despavoridos en un auto y no llegaron lejos, porque un balazo pinchó una llanta.

García, alias ‘Gallero Mundo’ y de 59 años, escribió sus memorias en la celda de una cárcel de Washington, mientras esperaba la sentencia por una acusación que lo señalaba de ser parte de una peligrosa organización dedicada al tráfico de drogas en ese estado.

Agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) se infiltraron en el grupo, arrestaron a varios de sus miembros en distintos operativos y les decomisaron múltiples libras de metanfetamina y heroína, cientos de pastillas de fentanilo, así como armas de fuego robadas y balas.

Cuando García se presentó esposado a la audiencia condenatoria hace unos días, un juez federal indicó que su “principal forma de vida” había sido la venta de heroína y metanfetamina. Agregó que su arresto fue un “retiro forzoso” para proteger a la comunidad de sus actividades criminales.

Como castigo le impuso una sentencia a más de 11 años de prisión, cinco años de libertad condicional y entregar un rancho de cinco acres en Quincy, en Washington, que usó en la distribución y el consumo de narcóticos.

De México a EEUU, una familia de 'galleros'

Ese rancho fue una herencia de su madre y allí criaban 500 gallos de pelea y pollos, que dejó su padre. Ambos murieron con seis meses de diferencia en 2018. Su familia disputó legalmente que García fuese el dueño legítimo de la propiedad, pero el gobierno presentó como evidencia el testamento en el que se indicaba la última voluntad de la madre del acusado.

Los García eran galleros de hueso colorado. El patriarca comenzó a los 14 años en ese oscuro mundo en México y continuó al emigrar a este país, que aquí es considerado una actividad ilegal. Había en su casa varios trofeos que ganó con su hermano en ambos lados de la frontera. Casi nunca salía de su rancho y su única diversión era cuidar a los gallos que ponía a luchar hasta la muerte.

“Esta siempre ha sido nuestra tradición familiar”, escribió García en un documento sometido a la corte.

Los abusos constantes del patriarca ahuyentaron a todos los hijos. Edmundo García fue el único que volvió al rancho cuando sus padres enfermaron. Se tuvo que hacer cargo de cientos de gallos de pelea. Los crudos inviernos hicieron su labor más difícil, sobre todo por los pollitos. “No importaba qué tan frío o caliente estaba, yo los mantenía vivos”, contó en su escrito.

García dice que el carácter de padre influyó en su alcoholismo y drogadicción, y reclama que eso lo condujo a involucrarse en el narcotráfico. Sus familiares coinciden en la primera parte de su alegato. “Mundo tuvo un padre extremadamente abusivo que le hizo mucho daño cuando él creció. Su violencia constante afectó su salud mental”, escribió su tía en una carta enviada al juez que vio el caso.

Así cayó este grupo de narcos

El rancho de los García fue el objetivo de una redada policial que se registró el 12 de febrero de 2020 por una investigación relacionada con peleas ilegales de gallos. Allí las autoridades arrestaron a ‘Gallero Mundo’, sacrificaron 13 gallos y decomisaron droga y navajas usadas en los combates.


La propiedad de ‘Gallero Mundo’ fue identificada por tres miembros de esta organización que se volvieron informantes del FBI. Las autoridades indicaron que cooperaron porque le debían “mucho” dinero al líder del grupo, José María López Orduño, y temían les hiciera algo. Los tres son indocumentados y recibieron un estatus migratorio por su colaboración con el gobierno.

Estos informantes declararon que ‘Gallero Mundo’ se encargaba de distribuir droga en Quincy.

Al registrar el celular del jefe de la banda, los detectives encontraron videos en los que García y Eusebio Olvera Ruiz, un campesino que se volvió pistolero, sostienen dos gallos y los ponen a pelear. Repitieron la escena varias veces. La geolocalización de esas grabaciones indicó que sucedió en el rancho de García.

En una grabación interceptadas por el FBI se escucha que el líder del grupo le ofreció a Olvera Ruiz un pago de 500 dólares por balear la casa de la madre de su socio. Le explicó que “le debía mucho dinero y que el dinero les sería útil ahora”, pues él estaba preso.

“Al acusado se le instruyó impactar las ventanas de la casa y manejar despacio”, señala el FBI.

En 2021, Olvera Ruiz fue sentenciado a 11 años y medio de prisión, seguido de cinco años de supervisión judicial. La Fiscalía indicó que este mexicano será deportado al cumplir su condena.

El líder de la organización fue detenido el 17 de diciembre de 2019 al salir de una corte en Pasco. En su vehículo tenía droga, tres pistolas, cargadores, 2,500 dólares en efectivo y una libreta donde llevaba las cuentas de su negocio ilegal. Se alega que desde la cárcel siguió comunicándose con sus cómplices.

La larga sentencia que deberá cumplir Edmundo García “saca de las calles a un narcotraficante peligroso y reincidente”, indicó la Fiscalía en un comunicado.

Donald M. Voiret, titular de la oficina del FBI en Seattle, dijo por su parte que “al usar su residencia para facilitar el tráfico de drogas y otros delitos, el señor García ha demostrado que su actividad delictiva es parte de un estilo de vida a largo plazo”.

Antes de su sentencia, este hombre se encontraba recluido en la cárcel del condado Benton. Pasaba 21 horas al día encerrado en su celda. Leyendo decenas de libros religiosos se volvió cristiano, afirmó.

“He tenido mucho tiempo de reflexionar sobre mi pasado y de evaluar mi situación”, escribió García en la carta. “Yo acepto toda la responsabilidad de mis acciones y mis malas decisiones”.

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