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Salud

OMS advierte que millones de mascarillas, jeringas y pruebas desechadas son una amenaza para el planeta

¿Cuál es el residuo que con más frecuencia se ve tirado estos días por la calle? Lo has adivinado: la omnipresente mascarilla. Si sumamos los residuos de jeringuillas de vacunas covid-19, los guantes desechables o los kits de detección del virus, con los diferentes plásticos, nos encontramos con cientos de miles de toneladas de basura extra que el planeta tiene que digerir.
Publicado 1 Feb 2022 – 02:52 PM EST | Actualizado 1 Feb 2022 – 02:52 PM EST
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Guantes, jeringas y pruebas covid. Crédito: Alvaro Barrientos/AP

La pandemia no solo es una amenaza contra la salud de los humanos; también es un problema gigantesco para el medio ambiente.

Ya lo intuíamos pero así lo ratificó el martes la Organización Mundial de la Salud (OMS). La enorme cantidad de residuos acumulados en la lucha contra el coronavirus, en la que el planeta lleva inmerso dos largos años ya, supone una carga excepcional para los sistemas de gestión de residuos sanitarios y una grave amenaza para la salud humana y medioambiental, advirtió esta institución en un documento de 71 páginas.

Para tener mejor idea de hasta dónde alcanza el problema, la OMS examinó el destino de 87,000 toneladas de equipos de protección como mascarillas y guantes, gestionadas a través de una agencia de las Naciones Unidas entre marzo de 2020 y noviembre de 2021. La mayor parte de este equipamiento acabó convertido en residuo.

Plásticos y químicos en la basura

Esta agencia de la ONU también procesó 140 millones de test de pruebas covid que generaron 2,600 toneladas de residuos, principalmente de plástico, y 731,000 litros de residuos químicos, (suficientes para llenar en torno a un tercio de una piscina olímpica).

Este informe también calcula que las 8,000 millones de dosis de vacunas administradas en todo el mundo han producido otras 144,000 toneladas de residuos en forma de viales de vidrio, jeringuillas, agujas y cajas de seguridad.

El problema no es únicamente medioambiental. Una tercera parte de los centros sanitarios (el 60% en países en desarrollo) no cuentan con equipamiento adecuado para lidiar con los residuos, denuncia la OMS. Y estos sistemas de residuos saturados, especialmente en los países de bajos ingresos, hacen que los trabajadores sanitarios se enfrenten al riesgo de sufrir lesiones por agujas y quemaduras, así como a la exposición a microorganismos patógenos, según la OMS.

Las personas que residen cerca de vertederos y lugares de eliminación de residuos mal gestionados corren el riesgo de sufrir la contaminación del aire y la mala calidad del agua.

50 pares de guantes por semana a la basura

Mención aparte merecen los guantes. Aunque la OMS no recomienda su uso para las inyecciones de vacunas covid, el informe señala que parece ser una práctica común. Citando al Reino Unido como ejemplo, estima que cada trabajador sanitario desecha una media de 50 pares de guantes por semana en el sistema general de residuos.

"Es absolutamente vital proporcionar al personal sanitario el EPI adecuado", dijo el Director de Emergencias de la OMS, Michael Ryan, tras la publicación del informe el martes. "Pero también es vital garantizar que se pueda utilizar de forma segura sin que repercuta en el medio ambiente que nos rodea".

El informe no menciona detalles concretos de dónde se producen estas acumulaciones, pero se refiere a problemas como el limitado tratamiento y eliminación oficial de los residuos en las zonas rurales de la India, así como los grandes volúmenes de lodos fecales de las instalaciones de cuarentena en Madagascar.

El organismo sanitario de la ONU pide reformas e inversiones adicionales, como la reducción del uso de envases, el uso más racional de los equipos de protección individual (EPI) y la inversión en tecnología de tratamiento de residuos sin combustión.

El informe también destaca formas creativas de reutilizar los residuos médicos de forma sostenible. En un ejemplo australiano, los investigadores utilizaron mascarillas desechadas como material para la construcción de carreteras, triturándolas y secándolas a altas temperaturas.

“Covid-19 ha obligado al mundo a considerar las deficiencias y los aspectos desatendidos del flujo de desechos y cómo producimos, usamos y desechamos nuestros recursos de atención de salud, desde la cuna hasta la tumba”, dijo en un comunicado María Neira, Directora de Medio Ambiente, Cambio Climático y Salud en la OMS.

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