La estudiante expulsada de una universidad en Cuba: "Si me obligan a marcharme (...) regresaré para ejercer el periodismo en la isla"

Karla María Pérez González recibió este lunes la confirmación de que no podrá seguir estudiando periodismo en una universidad en Cuba por "estar contra los valores de la revolución". La joven de 18 años, que recibió la noticia por parte de la decana de la facultad, asegura que apelará la decisión de la Universidad Central "Marta Abreu" de Las Villas (UCLV) pero que, si le obligan, está dispuesta a salir de la isla para cumplir su meta de convertirse en periodista.
"Ahora mismo soy una joven cubana que va dando tumbos con una maleta llena de sueños y un título de doce grado", dijo a Univision Noticias poco antes de conocer la decisión de la UCLV, que el pasado 12 de abril le notificó la expulsión argumentando que la estudiante había reconocido "ser miembro de una organización ilegal y contrarrevolucionaria".
La decisión final llegó este lunes de manos de la decana de la facultad de Humanidades y de una asesora jurídica, explicó a Martí Noticias. Ahora tiene 10 días hábiles para apelar. Ya había adelantado que lo hará.
"Me conduciré por los mecanismos legales correspondientes para apelar y reclamar mi permanencia en la Universidad, un derecho constitucional", afirmó.
Aunque reconoce que podría enfrentar trabas para ello. Por ejemplo, en el documento donde le ratificaron su expulsión de la universidad no precisaron qué motivó la decisión y se limitaron a afirmar que tienen pruebas que comprueban su "delito", relató a Martí Noticias.
Por eso, Pérez González está abierta a salir de su país si es necesario para terminar su carrera. "Si precisamente el orden establecido en este país no me permite seguir estudiando aquí y me obligan a marcharme para terminar de cumplir mi meta de graduarme de Periodismo, pues sin dudas lo haré".
"No pretendo que esto sea un puente para emigrar, pues en caso de estudiar fuera de Cuba, al finalizar mi carrera regresaré para ejercerlo en la isla", había explicado a Univision Noticias.
¿Contrarrevolucionaria?
Uno de los argumentos dados por la UCLV para expulsar a la joven es que había reconocido ser miembro de "una organización ilegal y contrarrevolucionaria". Fue acusada de pertenecer al grupo opositor Somos+, que promueve el pluripartidismo, las elecciones abiertas, y que es liderado por Eliécer Ávila, joven disidente que pretende postularse a las próximas elecciones como candidato a delegado de la circunscripción de su barrio en el municipio Cerro, de La Habana.
La estudiante explicó a Univision Noticias que se unió al grupo hace un año porque sus posturas se asemejan a sus "sueños para Cuba".
"Al transitar por más de 10 años en las escuelas socialistas cubanas y no convencerme el sistema imperante, investigando en las redes sociales aparece Eliecer Ávila y acto seguido Somos+, con un proyecto atractivo, y unas bases y principios, que aunque hasta hoy muy teóricos, se parecen mucho a mis sueños para Cuba", abundó.
Sin embargo, aseguró que nunca realizó labores proselitistas dentro de su centro de estudios, como se le acusó.
Otra de las razones por las que sus propios compañeros levantaron la mano a favor de su salida de la UCLV fue porque le pusieron el sello de "contrarrevolucionaria".
"El gobierno y demás organismos que defienden los intereses del Partido Comunista de Cuba han reducido este concepto según su conveniencia. Por tanto, para ellos ser contrarrevolucionario es estar contra la Revolución del 59; en ese sentido pues sí, entro en la clasificación de 'contrarrevolucionaria', a pesar de considerarme una joven revolucionaria auténtica, porque precisamente eso es revolución: cambio", detalló cuando se le preguntó si se considera una contrarrevolucionaria.
No es la primera vez que se expulsa a un joven en Cuba de un centro de altos estudios por mantener una actitud contraria a lo que se ha dado a llamar "las ideas de la revolución". Sin embargo, su caso generó polémica en las redes sociales porque se trata de una joven de 18 años y porque demuestra una vez más la intolerancia política que existe en la isla, donde es difícil mantener a la gente completamente ajena a lo que sucede allí.
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