Konami no ha parado de crecer, de generar nuevas (y mejores) obras. Entre sus principales exponentes, encontramos, obviamente, a Pro Evolution Soccer, esta vez en su versión 2017. Ahora bien, en muchas ocasiones, cuando un nuevo juego de PES (llamemos así a Pro Evolution Soccer, de aquí en más) se lanzaba, uno pensaba que era más de lo mismo, solo que con mejores gráficos. Y, aunque era algo agradable y atractivo, tampoco era suficiente como para impactar o decantar la balanza a su favor (si entramos en la batalla eterna en contra de FIFA).