El cambio climático duplicó el impacto de los incendios forestales en el oeste de EEUU

El área de bosques destrozada por los incendios forestales en el oeste de Estados Unidos se duplicó durante los últimos 30 años. Como resultado, la biodiversidad y la vida de cientos de personas en estados como Nuevo México, Colorado, Wyoming y Montana han pasado a ser más vulnerables al fuego.
Un nuevo reporte en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences advierte de que la situación, que ya es grave, solo empeorará conforme aumenten las temperaturas.
Según el estudio, desde 1984, el aumento de temperatura y la aridez directamente relacionadas con el cambio climático contribuyeron a calcinar unas 16.000 millas cuadradas de bosque. Sin el calentamiento global, podrían haber resultado ilesas, según el estudio. La superficie forestal quemada es superior a la de los estados de Massachusetts y Connecticut juntos.
“ Cada grado de calentamiento global tuvo un impacto mayor en el área afectada por los incendios forestales”, dijo Park Williams, bioclimatólogo de la Universidad de Columbia y autor del estudio, quien asegura que el el trabajo histórico que han realizado les permite hacer esa aseveración sin titubear.
Y es que los bosques del oeste de EEUU están adquiriendo más características para convertirse en grandes y furiosas fogatas: temperaturas cada vez más altas sin noches frescas y árboles cada vez más secos, unidos a muy poca agua para controlar los incendios. Solo el año pasado el gobierno federal tuvo que invertir $2,000 millones en la lucha contra el fuego.
“El nuevo análisis nos permite decir, básicamente, que el clima ha sido el motor predominante del aumento del área quemada en los bosques del oeste de Estados Unidos”, afirmó John Abatzoglou, geógrafo de la Universidad de Idaho y coautor del reporte.
"No importa cuánto nos esforcemos, los incendios van a seguir siendo cada vez más grandes y la razón es muy clara (el calentamiento global)", dijo Williams. Desde 1970 las temperaturas medias en las partes boscosas del oeste de EEUU han subido alrededor de 2.5 grados Farenheit.
Como resultado, por ejemplo, California ya ha registrado 600 incendios forestales más en 2016 que en 2015. “Lo que hemos estado viendo es que ocurren fuegos que cada vez son más extensos”, dijo a Univision Scott McLean, portavoz del Departamento de Protección de Fuegos de California (Cal Fire). Fueron fuegos masivos y destructores: en un par de horas los incendios en Rocky Fire y Valley Fire calcinaron unos 60,000 acres en el norte de California.
Los bosques y las especies que especies que los habitan no son los únicas víctimas. Se calcula que más de 11,2 millones de personas en California viven con un alto riesgo de ser afectados de forma directa o indirecta por un incendio y que para el 2050, 140 de los 356 días del año California tendrá que mantener muy activa la alerta por fuego.
Según Williams y Abatzoglou, eso significa que quienes vivan en los alrededores de bosques necesitan asegurarse de estar preparadas para reaccionar en caso de un gran incendio: creando cortafuegos alrededor de las localidades, planificando rutas de escape y educando a la comunidad sobre técnicas para el control del fuego.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores utilizaron y compararon entre sí ocho sistemas diferentes de medición para determinar la aridez del bosque (que es el combustible de estos incendios). En todos los casos, se detectó que ha habido un aumento significativo en la aridez entre 1979 y el 2015.
Luego, los investigadores añadieron al análisis los registros de temperatura (vinculados al calentamiento global) para intentar determinar cuál era la contribución del cambio climático, si es que la tenía. Fue así como con el cruce de datos pudieron confirmar que si bien algunas de las condiciones que favorecieron que los bosques sean más vulnerables a incendios pueden atribuirse a variaciones naturales del clima, el calentamiento global es responsable de más de la mitad del aumento observado en la aridez desde 1979.