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¿Es realmente peligrosa la cama solar? Aquí te contamos la verdad

Publicado 2 Oct 2017 – 12:30 PM EDT | Actualizado 24 Mar 2018 – 06:00 AM EDT
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Muchas personas adoran estar bronceadas todo el año. Algunas aprovechan hasta el más mínimo rayo de sol para mantener su color, otras recurren al bronceado artificial y un gran grupo concurre a sesiones de cama solar de manera regular. 

Existe la creencia que la cama solar puede ser realmente peligrosa, pues se transmitió de boca en boca que puede traer ciertos problemas a la piel la larga exposición a sus rayos ¿Será tan cierto como lo dicen? 

¿Realmente es tan peligrosa la cama solar?

El 90 % de los melanomas es causado por la exposición a los rayos ultravioleta que son irradiados principalmente por las camas y las lámparas solares, además del sol, por supuesto. 

Según la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) que depende de la Organización Mundial para la Salud, las camas solares se encuentran en el nivel más alto de elementos cancerígenos. Es más, las clasifican dentro de la misma categoría que el plutonio y el radio. 

De esto podemos inferir que el bronceado constante en cama solar puede aumentar el riesgo de desarrollar todos los tipos de cáncer de piel que se conocen.

¿No te convence esto? Mira estos datos

Según las últimas investigaciones, usar cama solar para broncearse antes de los 30 años triplica la posibilidad de contraer cáncer de piel o melanoma. Es decir que las personas que las utilizan tienen tres veces más posibilidades de contraer cáncer que quienes se broncean de manera natural.

El cáncer de piel es la segunda causa de muerte por cáncer en mujeres de 30 a 35 años, ¡ten cuidado si no quieres contraerlo!

¿Se puede usar cama solar sin peligro?

Lamentablemente no. La piel bronceada es el resultado de células dañadas. Con el paso del tiempo, si no se toman precauciones, el daño comienza a hacerse acumulativo. Esto, como consecuencia, puede traer arrugas prematuras, manchas y también cáncer. 

Lo que no todos saben es que muchas de las personas que contrajeron cáncer de piel se convirtieron en adictas a este tipo de bronceado. Se sabe de personas que aun sabiendo que tienen cáncer de piel siguen acudiendo a sus sesiones de bronceado como si nada.

La cama solar tiene el mismo poder de adicción que cualquier otra droga, pues no acudir a una sesión provoca síndrome de abstinencia que solo se alivia al seguir con el bronceado. 

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