Una variante española excepcional del tradicional pan normando

El pan bregado nació en Normandía y fue llevado a la zona de Navarra (limítrofe con Francia) a mitad del siglo XIV. Si bien originalmente se le añade manteca, la variante española no lleva materia grasa. Eso sí debes tener en cuenta que la receta comienza la noche previa a la cocción. Pero unas horas demás no son nada comparado con el sabor inigualable de este pan. ¡Manos a la obra!

Ingredientes

• 4 tazas de harina sin blanquear
• 2 cucharadas de levadura seca
• 3 cucharaditas de sal
• 1 taza de agua tibia (más  ¾ taza)

Paso a paso

1. Disuelve la levadura en el agua dentro de un bowl grande.
2. Espera 2 minutos, agrega una taza de harina y mezcla con una cuchara.
3. Luego agrega la segunda taza y comienza a mezclar con la mano hasta que la textura esté suave, relativamente seca. No debería pegarse en las manos.
4. Cubre el bowl con un repasador limpio y deja reposar toda la noche a temperatura ambiente.
5. Al día siguiente, toma la masa y agrega ¾ taza de agua tibia, la sal y el harina restante una taza por vez. Mezcla hasta lograr una textura uniforme.
6. Amasa por varios minutos a mano o con máquina de amasar.
7. Ahora estira la masa con un palo de amasar, dobla la masa por la mitad y vuelve a pasar el palo de amasar hasta que quede chata. Repite este proceso entre 7 y 8 veces.
8. Deja descansar la masa 10 minutos.
9. Bollea, coloca la masa en una placa y cubre con una bolsa de plástico o papel film.
10. Deja que leude 2 horas y media a temperatura ambiente.
11. Precalienta el horno a una temperatura alta.
12. Una vez pasado el tiempo del último leudado, retira el plástico y realiza 5 cortes paralelos de 1 centímetro y medio de profundidad a lo largo del pan.
13. Ingresa el pan al horno para que se cocine durante 40 minutos o hasta que veas que la superficie y el piso tienen un color tostado.
14. Retira del horno y deja enfriar sobre una rejilla.

Esperamos que te animes a probar esta receta variante del pan normando de la que no te arrepentirás. ¡Vale la pena esperar unas horas para degustar!

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