Demandan al gobierno de Trump de forma preventiva para impedir que deporte a una docena de niños hondureños
Un grupo de asistencia legal presentó una demanda para bloquear preventivamente cualquier intento del gobierno de Donald Trump de deportar a una docena de niños hondureños, alegando que tuvo información “creíble” de la preparación sigilosa de este plan.
El Florence Immigrant & Refugee Rights Project (FIRRP), con sede en Arizona, añadió el viernes a los niños hondureños en una demanda presentada el fin de semana anterior que logró que una jueza bloqueara temporalmente la deportación de decenas de niños migrantes a su natal Guatemala.
En un comunicado, FIRRP dijo que había recibido reportes de que el gobierno estadounidense “inminentemente avanzará con un plan para expulsar ilegalmente a niños hondureños bajo custodia gubernamental tan pronto como este fin de semana, en violación directa de su derecho a solicitar protección en Estados Unidos y a pesar de un litigio en curso que bloqueó intentos similares de expulsiones extralegales de niños guatemaltecos”.
La organización no proporcionó detalles a la agencia AP sobre la información que había recibido respecto a la posible deportación de los niños hondureños. La enmienda a la demanda está sellada en un tribunal federal.
La demanda de FIRRP fue enmendada para incluir a 12 niños hondureños que manifestaron al Florence Project que no quieren regresar a Honduras, así como a otros cuatro menores guatemaltecos que entraron en custodia gubernamental en Arizona desde que se presentó inicialmente el caso la semana pasada.
Algunos de esos niños tienen padres que ya se encuentran en Estados Unidos.
La demanda exige que el gobierno les permita ejercer su derecho legal a presentar sus casos ante un juez de inmigración, tener acceso a asistencia legal y ser ubicados en el entorno menos restrictivo posible que responda al interés superior del menor.
El director de migración de Honduras remitió las preguntas sobre la posibilidad de que menores no acompañados fueran retornados al ministerio encargado de la protección de la niñez y las familias, el cual no ha respondido a los mensajes enviados desde el viernes por la agencia AP. El Ministerio de Relaciones Exteriores de Honduras tampoco respondió de inmediato a solicitudes de comentario el sábado.
Cómo fue el intento de repatriación de niños guatemaltecos
El sábado, el Departamento de Justicia presentó su relato más detallado de un caótico fin de semana del Día del Trabajo, cuando se intentó deportar a 76 niños guatemaltecos. La cronología formaba parte de una solicitud para levantar la suspensión temporal de las expulsiones.
Durante ese fin de semana, la administración de Trump intentó deportar a niños guatemaltecos que habían llegado solos a Estados Unidos y vivían en albergues o con familias de acogida.
Defensores que representan a niños migrantes en los tribunales interpusieron demandas en todo el país para frenar la deportación, y el domingo un juez federal ordenó que los menores permanecieran en Estados Unidos al menos durante dos semanas.
Según la presentación del sábado, el gobierno identificó inicialmente a 457 niños guatemaltecos para una posible expulsión. Ninguno debía tener pendiente una evaluación de asilo o una solicitud activa, lo que resultó en la selección de 91. Además, debían tener padres o tutores legales en Guatemala y tener al menos 10 años.
Al final, 327 niños fueron considerados elegibles para la deportación, incluidos 76 que abordaron aviones temprano el domingo en lo que el gobierno describió como una primera fase, de acuerdo con un comunicado de Angie Salazar, directora interina de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos. Todos los 76 tenían al menos 14 años y “autodeclararon” tener un padre o tutor legal en Guatemala, pero ninguno en Estados Unidos.
El Departamento de Justicia aclaró que ningún avión despegó, a pesar de que uno de sus abogados sugirió en la corte el domingo que una aeronave pudo haber despegado pero regresó.
Qué pasa con los niños que cruzan solos la frontera
Los niños que cruzan la frontera solos son generalmente transferidos a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, bajo el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Normalmente residen en una red de albergues en todo el país supervisados por esa oficina, hasta que son entregados a un patrocinador, generalmente un familiar.
El cruce de menores no acompañados se disparó en 2014, alcanzando un máximo de 152,060 en el año fiscal 2022. Las cifras de arrestos en julio equivalen a un ritmo anual de 5,712, lo que refleja que los cruces ilegales han caído a su nivel más bajo en seis décadas.
El año pasado, los guatemaltecos representaron el 32% de los internos en centros de detención administrados por el gobierno, seguidos de hondureños, mexicanos y salvadoreños.
Una ley de 2008 exige que los menores comparezcan ante un juez de inmigración con la oportunidad de solicitar asilo, salvo que sean de Canadá o México. La gran mayoría es liberada de los albergues con padres, tutores legales o familiares inmediatos mientras sus casos avanzan en tribunales.
Los abogados del Departamento de Justicia argumentaron que la ley federal permite al Departamento de Salud y Servicios Humanos “repatriar” o “reunificar” a los niños sacándolos de Estados Unidos, siempre que el menor no haya sido víctima de “trata severa de personas”, no corra riesgo de serlo al regresar a su país y no enfrente un “temor creíble” de persecución allí. Tampoco puede ser repatriado si tiene una solicitud de asilo pendiente.
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