¿Cuáles son los beneficios de hacer meditación sin nada de luz?
Cada vez se vuelve más popular integrar la meditación en la rutina diaria. Ya no se trata de un ejercicio exclusivo para algunos, ahora cada quien pude hacerlo donde desee. Desde niños hasta adultos, la meditación es una herramienta que con la práctica puede resultarnos muy beneficiosa.
Ahora bien, existe una modalidad que promete conectarnos de maneras insospechadas con nuestro ser interior a través de la meditación en la oscuridad. Se estima que ha sido puesta en práctica por miles de años y sus beneficios son increíbles.
En primer lugar: el taoísmo
El taoísmo es una filosofía de vida que contempla la interacción de 3 fuerzas: una activa, una pasiva y una conciliadora, que permite la convivencia e interacción de las 2 primeras. La persona, entonces, trata de encontrar el equilibrio en sí misma y con el entorno que la rodea. Por ende, la principal herramienta del taoísmo es la meditación en la oscuridad, ya que es una forma de elevar el espíritu.
Según los taoístas, la meditación en lugares completamente oscuros permite la producción de dimetiltritamina o DMT, un alcaloide le que causa al cerebro sensaciones elevadas de conciencia y compasión universal.
De hecho, algunos se refieren al DMT como la molécula espiritual. Actualmente, esta sustancia se encuentra en drogas ilegales y su consumo está prohibido. No obstante, en algunos pueblos del Amazonas consumen la Ayahuasca, una bebida que al ser ingerida produce sensaciones similares a la meditación a oscuras. Estos indígenas, además, la emplean en rituales con la finalidad de lidiar con aspectos del pasado y recuerdos como mecanismos de sanación espiritual. Obviamente, esta experiencia debe ser supervisada por un experto.
La terapia en la oscuridad
Si queremos adentrarnos en este tipo de meditación, debemos considerar algunos aspectos. En primer lugar, si queremos disfrutar de estos efectos, debemos tomarnos 14 días, en los cuales evitaremos todo contacto físico con personas, es decir, sin hablar ni escuchar. Por supuesto, se debe dejar de lado la tecnología y todo elemento que nos distraiga. Solo será necesario un poco de agua y la cantidad de comida suficiente para sobrellevar la actividad.
Días 1-3
Al principio, nuestro cerebro producirá melatonina, una hormona que generalmente nos induce al sueño y al descanso. Esta se manifiesta aun más cuando logramos regular el ritmo cardíaco y también al encontrarnos en un espacio oscuro y en completa calma.
En este punto, es posible que se experimenten visiones del subconsciente, pero a la vez más lucidez y mayor control astral.
Días 3-5
Luego de que se manifiesta la melanina, la pinolina se abre paso en escena, ya que se activarán los llamados sueños lúcidos.
En este período de tiempo se potencia la consciencia y nuestro cuerpo prácticamente se convierte en un conductor de la energía del universo.
Días 6-8
Las sensaciones se intensifican. El propio ser comienza a elevarse y hasta podemos ver la manifestación de nuestro cuerpo astral.
En algunos casos, los sujetos que experimentaron la meditación en cuartos oscuros sintieron que volvían a nacer mentalmente.
Días 9-12
Este es el estadio del DMT. En estos días, somos más visuales y el cuerpo astral que habíamos percibido puede entonces viajar y trasladarse a otras dimensiones. Además, nos volvemos capaces de captar la luz infrarroja, ultravioleta y ver patrones de calor. Es decir, nos abrimos a nuevas y profundas experiencias.
La persona que experimente este estadio también es capaz de emanar y manifestar amor, y tomarlo como un elemento sanador para sí mismo y para otros. Al final de la práctica, según los taoístas, nos sentiremos como si hubiésemos ido de vacaciones: completamente rejuvenecidos y frescos.
Gracias a la meditación en espacios oscuros, tendremos la oportunidad de vivir experiencias espirituales y corporales profundas. Nos conectaremos con nosotros mismos y seremos capaces de transformar nuestras vidas.