Cómo balancear las fuerzas yin y yang de tu ser
El fundamento de la Medicina Tradicional China intenta crear tanto equilibrio como sea posible entre las dos polaridades energéticas del yin y el yang. Busca establecer una suerte de homeostasis dentro de la mente cuerpo y espíritu, esto lo conseguimos cuando dirigimos nuestras elecciones de estilo de vida hacia el balance de las fuerzas yin y yang en nuestro ser.
Es importante tener presente que no se trata de una cosa de solo un día sino de algo de todos los días y para toda la vida. El yin y el yang simbolizan la energía pasiva y activa. En contra de la creencia popular estas energías no están enfrentadas sino son complementarias; y viene del conocimiento superior de que en la vida es necesario tener ambas para lograr el deseado equilibrio.
Una vez aclarado este concepto pasemos a ver cómo actúan las fuerzas yin y yang y como balancear sus polaridades en todas las áreas de la vida.
En conexión con uno mismo.
Yang: El yang está conectado a la acción y a lo decisivo, a tener motivación, a conservar la unidad y la fuerza de voluntad.
Yin: Nos dice que tenemos que aprender a relajarnos, encontrar un propósito a seguir. Hacer espacio para el tiempo personal, reflexionar y disfrutar de la vida. Es bueno practicar la meditación o la oración.
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En conexión con los demás:
Yang: Practica ser sociable, agradable y extrovertido. Habla con los demás y comparte.
Yin: Sea perceptivo, escuche y ponga atención, sea compasivo y comprensivo con sus seres queridos. Preocúpese por construir una relación de confianza con los demás.
Equilibrio mental y físico:
Yang: Incluya en su vida actividades que requieran de trabajo físico: ejercicios, trabajar en el jardín, limpieza, etc.
Yin: Incluya en su vida actividades que reflejen el trabajo mental: Aprenda una nueva habilidad, lea, escriba, medite, enseñe a otros, toque un instrumento, dibuje, pinte, cocine.
Alimentos:
Yang: Incluya alimentos o líquidos que promuevan energía yang a su cuerpo, que lo ponga en marcha su metabolismo y beneficie la construcción del músculo. Ejemplo: Café, té con cafeína, proteínas de la carne, lentejas, mariscos, picante, ajo, jengibre.
Yin: Incluya alimentos o líquidos que promuevan energía yin a su cuerpo, que lo hidrate a conciencia. Ejemplo: Agua, té sin cafeína, frutas y verduras, sopas frías, etc.
Día a día puedes trabajar con un programa que te permita mantener el balance de los opuestos complementarios del yin y el yang en las distintas áreas de tu vida. Toma algo de tiempo, esfuerzo e ingenio pero el resultado vale la pena.