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Nicole Mary Kidman

La apuesta de Nicole Kidman por 'la eterna juventud' solo es saludable (y alcanzable) para ella

¿Qué tendría que hacer una mujer de 55 años para conseguir un físico como el que muestra Nicole Kidman en la revista Perfect? Aunque tentadora, esta es la pregunta equivocada, como explicamos a continuación. Para empezar, rebajar la edad a la mitad es imposible (y tampoco deseable).
Publicado 4 Sep 2022 – 01:06 PM EDT | Actualizado 4 Sep 2022 – 01:10 PM EDT
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Nicole Kidman luce en la portada de la nueva edición de la revista australiana Perfect Magazine unos abdominales planos y brazos que parecen esculpidos a cincel. La actriz ganadora de un Óscar está ataviada con un top y lo que parece un sofisticado pañal de alta gama que solo queda bien a quien tenga menos de 12 años. Y a ella, claro.

(En realidad, y aunque pocas mujeres se lo pondrían a partir de esa edad, se trata de una pieza de la colección otoño-invierno 2022 de Diesel, marca que debutó en la semana de la moda de Milán en febrero).

La actriz de 55 años también luce un peinado arriesgado, por decir algo: llamado “corte de medusa” (el nombre ya da idea de su vanguardismo), se compone de capas muy marcadas a distintas alturas.

Desde que se publicó la semana pasada el reportaje fotográfico, conseguir esos bíceps, esas abdominales y desterrar las odiadas alas de murciélago (la flacidez de la parte inferior del brazo, casi imposible de evitar a partir de una cierta edad) se ha convertido en objeto de numerosos artículos con titulares del estilo “Cómo conseguir los brazos perfectos de Nicole Kidman”.

El club de las mayores-jovencitas

Kidman pertenece al creciente club de famosas mayores con físicos de jovencitas donde son miembros destacados Jennifer López, de 53 años; Charlize Theron, de 47; Halle Berry, de 56 años, o Letizia, la Reina de España, de 49 años.

¿Cómo nos sentimos las que no somos ni reinas ni protagonistas de filmes de Hollywood si nos miramos en el espejo de estas mujeres? La sensación es ambivalente.

De un lado, un cuerpo tan tonificado colmo el de Kidman puede interpretarse como un gesto de desaprobación de las expectativas sociales que, incluso hoy día, establecen que las mujeres deben estar desprovistas de cualquier definición corporal que pueda molestar al patriarcado.

Nos referimos al llamado "fit-shaming", es decir, juzgar a las mujeres que han dado la espalda a sus delicadas estructuras en favor de algo más voluminoso, como la campeona de tenis Serena Williams.

Si se tiene en cuenta que en la mediana edad perdemos entre un 3% y un 5% de músculo por década, la fenomenal figura de Nicole es aún más impresionante.
El levantamiento de pesas quema grasa, fortalece las articulaciones y aumenta la densidad ósea, lo que supone reducir el riesgo de osteoporosis en el futuro. También se sabe que mejora la salud mental, y las investigaciones más recientes prueban que reduce la ansiedad.

Hasta aquí, todo bien. Sin embargo, las mujeres que no se dedican al negocio de ellas mismas ¿hacen bien en aspirar un físico como el de Kidman? ¿Qué decir sobre los que señalan que Kidman está 'redefiniendo la feminidad'?

La trampa de la feminidad

Las atletas están ultra en forma porque es su trabajo; lo que no hacen es invertir en una sofisticada estrategia para intentar engañar al tiempo. “Cuando la transformación del cuerpo se ciñe a la búsqueda imposible de aparentar 30 años al doble de esa edad, se dispara la trampa de la feminidad”, escribe la columnista Yvonne Roberts en The Guardian.

En los años 80, la feminista Susan Brownmiller escribió un libro entero sobre la feminidad, y describió el intento de adquirir feminidad como "desconcertantemente inconsistente al mismo tiempo que minuciosamente exigente. La feminidad siempre exige más". Como advirtió Brownmiller, "una absorción interminable en el impulso de una apariencia perfecta es la última restricción a la libertad de la mente".

Roberts argumenta que la reinvención es la profesión de Kidman, pero las actitudes moralizantes sobre la salud y el envejecimiento ignoran el impacto de la riqueza y la clase social.

Kidman atribuye su forma física a correr, montar en bicicleta, hacer yoga y "cualquier cosa que pueda hacer y en cualquier lugar del mundo". Pero sin duda tiene una pizca de ayuda (o más bien un equipo entero de entrenadores personales a su disposición y tiempo y recursos abundantes para conseguir todo esto. El entrenador de famosos Cornel China señaló a DailyMail que para llegar a ese nivel la actriz está haciendo entrenamiento de resistencia al menos cinco veces a la semana. Y seguramente es conservador. Mientras tanto, la gran mayoría de la población tiene dificultades para cumplir con los objetivos de ejercicio mínimos que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Esa obsesión por lo que se ha perdido, en lugar de contemplar las ganancias que vienen con la edad, nos impide sentirnos a gusto con el proceso de convertirnos en nosotros mismos, por muy defectuosos y arrugados que estemos.

En resumen: el ejercicio y el impulso hacia una vida más saludable tienen sentido. La búsqueda de la eterna juventud ninguno. Esta búsqueda, escribe Roberts, “llena vorazmente el espacio en el que debería ser posible ver y admirar muchas formas de navegar espléndidamente hacia la arrugada vejez".

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