Mayoría en EEUU tiene trazas en la orina de un herbicida asociado al cáncer: ¿cuál es y qué significa?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) detectaron la presencia de glifosato, un químico potencialmente cancerígeno y el principal componente de un popular herbicida, en el 80% de las muestras de orina analizadas en EEUU y que se consideran representativas de la población en general.
El hallazgo revela lo extendido de la exposición de la población a esta sustancia prohibida en otros países por sus posibles efectos perjudiciales sobre la salud y que fue clasificada por la Agencia de Investigación Internacional sobre el Cáncer, como un “probable cancerígeno para los humanos”.
El glifosato es el herbicida más común usado a lo largo de la historia y el ingrediente activo del popular producto Roundoup, que ha sido objeto de demandas legales a su fabricante –ahora Bayer tras la adquisición de Monsanto en 2018- que, pese a estudios que apuntan a lo contrario, insiste en que el producto es seguro y que los residuos presentes en alimentos y humanos no son dañinos.
Otros herbicidas que contienen glifosato son Ortho GroundClear,, Ranger Pro Herbicide, Dow Rodeo Herbicide y RM43 Total Vegetation Control entre otros.
De 2,310 muestras de orina representativas de la población estadounidense analizadas por los CDC -de las cuales un tercio correspondían a niños de 6 a 18 años-, 1,885 -80%- tenía niveles detectables de glifosato.
“El glifosato es el herbicida más utilizado en el país, pero hasta ahora teníamos muy pocos datos sobre la exposición”, dijo Alexis Temkin, toxicólogo del Grupo de Trabajo Medioambiental (EWG por sus siglas en inglés).
En su criterio, “los niños en EEUU están expuestos regularmente a este herbicida que causa cáncer a través de los alimentos que comen prácticamente todos los días”.
¿Es o no cancerígeno el glifosato que contienen muchos herbicidas?
La respuesta depende de a quién se le pregunte. Varias entidades internacionales -incluyendo la Organización Mundial de la Salud- consideran que el glifosato es “probablemente cancerígeno”.
Basan su postura en numerosos estudios que han analizado sus efectos. Una investigación reciente encontró que esta sustancia aumentaba en 41% el riesgo de linfoma no Hodgkin -un tipo de cáncer-.
Otra revisión sistemática sugiere que el químico puede alterar los cromosomas humanos, lo que lleva al desarrollo de este cáncer.
“Hay pruebas convincentes de que el glifosato puede causar cáncer en animales de laboratorio y hay pruebas limitadas de carcinogenicidad en humanos (linfoma no Hodgkin)”, afirmó la organización en 2015.
Se cree que la exposición a altas cantidades durante mucho tiempo es más riesgosa para la salud.
En 2016, un análisis de los Servicios de Medioambiente de Europa estableció que algunas plantas han desarrollado resistencia a este herbicida, lo que obliga a los agricultores a usarlo en mayor cantidad, advierte un reportaje de BBC Mundo.
La acalorada polémica sobre el glifosato en EEUU
En EEUU, la Agencia de Protección Medioambiental (EPA por sus siglas en inglés) y la FDA todavía no catalogan al glifosato como cancerígeno, pero esto podría cambiar.
Varias cortes han decidido a favor de personas que desarrollaron linfoma no Hodgkin tras usar el herbicida Roundup, obligando a su fabricante a indemnizarlos por millones de dólares.
El mes pasado, el tribunal de apelaciones del noveno circuito de EEUU, con sede en California, exhortó a las agencias regulatorias estadounidenses a reconsiderar la evidencia sobre los riesgos del glifosato.
El reciente análisis de los CDC forma parte de los esfuerzos por entender los niveles de exposición a él y sus posibles efectos sobre la salud.
Para Bayer, que también ha ganado algunos de los litigios en su contra relacionados con Roundup, los hallazgos confirman que la exposición humana al glifosato es baja: “Los niveles de exposición están por debajo de lo que las agencias regulatorias establecen para proteger la salud humana”, dijeron en un comunicado enviado a CBS News.
No obstante, en 2023 reemplazarán este ingrediente en su herbicida residencial “para manejar los riesgos de litigios legales, y no por preocupaciones de seguridad”. El químico seguirá presente en aquellos de uso industrial.
El glifosato está presente en el agua y muchos alimentos
“Las personas de todas las edades deberían estar preocupadas, pero yo estoy particularmente preocupado por los niños”, dice a The Guardian Phil Landrigan, quien trabajó durante años en los CDC y la EPA y ahora dirige el Programa para la Salud Pública Global y el Bien Común en Boston College.
“Los niños están más expuestos a los pesticidas que los adultos porque beben más agua, comen más alimentos y respiran más aire”, agrega Landrigan aclarando que además estos “tienen muchos años de vida futura en los que pueden desarrollar enfermedades con largos períodos de incubación como el cáncer”.
Investigaciones anteriores han encontrado trazas de glifosato en agua, aire y variedad de alimentos como hummus, vino y hasta fórmula para bebés.
La razón: el popular herbicida se usa como agente de secado previo a la cosecha para que los cultivos como la avena se pueden cultivar antes sin esperar a que la planta muera de forma natural. Esto permite una cosecha más fácil, pero también aumenta la probabilidad de que el pesticida llegue a los alimentos, advierte el Grupo de Trabajo Medioambiental, que exhorta a la EPA a “tomar acciones regulatorias concretas para reducir los niveles de glifosato en la cadena alimentaria”.