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Medio Oriente

La Casa Blanca intenta mediar en una violenta crisis entre palestinos e israelíes que la tomó por sorpresa

Mientras en la zona siguen los ataques con cohetes desde Gaza y los bombardeos israelíes de represalia que dejan ya decenas de muertos, el presidente Joe Biden informó que habló telefónicamente con el primer ministro Benjamin Netanyahu este miércoles.
12 May 2021 – 06:01 PM EDT
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Los enfrentamientos entre palestinos e israelíes que acumulan ya varios días y decenas de muertos parecen haber tomado por sorpresa a la Casa Blanca de Joe Biden, que está siendo criticada por no ejercer el liderazgo necesario para calmar la peligrosa situación.

Este miércoles Biden conversó telefónicamente con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, pese a que las tensiones empezaron a complicarse semanas atrás y que desde el fin de semana se agravaron, llegando al violento desenlace de los últimos días en los que los ataques con cohetes desde el lado palestino han sido respondidos por duras operaciones de la aviación israelí.

“Israel tiene el derecho a defenderse” dijo Biden repitiendo el argumento tradicional de la Casa Blanca para respaldar (y muchas veces justificar) las acciones de su principal aliado en la región, que enfrenta la hostilidad de grupos radicales palestinos que operan en los territorios que administra la Autoridad Nacional Palestina.

“Mi esperanza es que veamos que esto llega a una conclusión más temprano que tarde”, dijo el presidente, quien desde que llegó al poder estableció un cambio radical con la política que puso en práctica su antecesor, Donald Trump, que rompió el precario y muy relativo equilibrio que trataba de mantener Washington entre ambas partes.

Biden ha pedido a ambas partes a dar un paso atrás luego de choques iniciales entre la policía israelí y palestinos en el este de Jerusalén degeneraran en ataques con cohetes contra Israel desde la Franja de Gaza y ataques aéreos israelíes de represalia contra ese territorio.

Los enfrentamientos entre los grupos armados palestinos en la Franja de Gaza e Israel han causado al menos 70 muertos, según un recuento de cifras consolidado por la agencia AFP.

El movimiento islamista Hamas anunció una andanada de 130 cohetes contra el territorio israelí, con lo cual el número de proyectiles lanzados desde el diminuto enclave palestino se eleva "aproximadamente" a 1,500 desde que el conflicto empezó a degenerar, el pasado lunes, según el ejército israelí.

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¿Qué hay detrás de los últimos enfrentamientos entre la policía de Israel y los palestinos en Jerusalén?

Washington envía un mediador

La crisis sorprendió a la Casa Blanca sin embajador en Israel, sin un enviado especial que le asesore en la estrategia a seguir en la región y sin una política clara con la que reparar lo que algunos consideran que fue el descalabro que se generó durante los cuatro años de Trump.

El vacío de liderazgo de Washington es exacerbado por la incertidumbre política en Israel, donde las recientes elecciones han vuelto a mostrar un panorama estancado sin fuerzas claras dominantes, y la Autoridad Palestina, dividida por el pulso entre el Hamas y Al Fatah.

En general, todos los actores del conflicto están descontentos con la tibieza con la que consideran que Washington ha encarado la crisis y sus pretensiones de regresar a su antiguo papel de equilibrio.

En el lado palestino, existe exasperación por el hecho de que Estados Unidos ha demorado una declaración del Consejo de Seguridad de la ONU que Washington teme que vaya a ser muy dura contra Israel y se ve forzado a vetar, como ha hecho cada vez que el organismo quiere responsabilizar a los israelíes por el deterioro de las cosas en la región.

“La continua parálisis del Consejo de Seguridad sobre la situación en Palestina es inaceptable”, dijo el martes el embajador palestino en la ONU, Riyad Mansur, citado por la agencia de noticias AP. “La comunidad internacional, particularmente el Consejo de Seguridad, debe condenar todas las acciones ilegales de Israel”.


Ambos lados dicen que el gobierno estadounidense parece estar manteniendo una estrategia interina que carece de coherencia y envía mensajes encontrados a las partes, ninguna de las cuales ha mostrado disposición a escuchar o ceder.

“No es que no hayamos priorizado esto”, dijo el martes el vocero del Departamento de Estado Ned Price tras describir brevemente una conversación telefónica entre el secretario de Estado Antony Blinken y su contraparte israelí. “Estados Unidos está haciendo lo que puede a sabiendas de que nuestra capacidad en ciertas situaciones va a ser limitada”.

El secretario del Departamento de Estado, Antony Blinken, adelantó más tarde que Hady Amr, subsecretario de Estado adjunto a cargo de los asuntos israelíes y palestinos, viajará "inmediatamente" a la región para buscar vías de entendimiento entre los líderes de ambas partes y "una desescalada de la violencia".

"Urgirá en mi nombre y en nombre del presidente a una reducción de la violencia", destacó Blinken.

"Creo que Israel tiene una carga adicional de tratar de hacer todo lo posible para evitar víctimas civiles, incluso cuando esté respondiendo legítimamente en defensa de su pueblo", sostuvo el secretario de Estado, y señaló que las imágenes de las muertes de niños palestinos eran "desgarradoras".

"Los palestinos tienen derecho a la seguridad", agregó.

Un asunto que estaba al margen

Biden ganó algunos aplausos al acabar con la posición descaradamente favorable a Israel que tuvo Trump, quien mudó la embajada estadounidense a Jerusalén (una ciudad considerada bajo ocupación militar israelí por la ONU) o reconoció soberanía israelí en los Altos del Golán, otro territorio en disputa, que le fue capturado a Siria en la guerra de 1967.

Aunque Biden restauró la ayuda que le había sido suspendida a los palestinos en represalia por acciones contra territorio israelí y reanudó los contactos diplomáticos, ha retenido elementos claves de las políticas de Trump, como la legitimidad de los asentamientos judíos que los palestinos consideran están prejuiciados contra ellos.

La Casa Blanca ha explicado que no lograría hacer mucho con cambios radicales y que es necesario replantear la posición de Washington en la zona, para recuperar el poder negociador perdido con la excesiva alineación de Trump con el gobierno israelí.

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Un bombardeo en plena transmisión en vivo sorprende a una periodista en Gaza

Pero en Israel desconfían de las intenciones de Biden de reactivar el pacto nuclear con Irán, al que siempre cuestionaron y que lograron anular cuando Trump anunció el retiro estadounidense del acuerdo.

“Las partes básicamente han sido condicionadas en los últimos cuatro años”, dijo a la agencia de noticias AP el exnegociador estadounidense para el Oriente Medio Aaron David Miller, que ha trabajado con gobiernos republicanos y demócratas.

Miller dice que “el azúcar de Trump para los israelíes y el vinagre para los palestinos han creado una serie de expectativas a las que esa administración no ha respondido”.

Biden no ha nombrado todavía su embajador en Israel, ni ha indicado si nombrará a un enviado especial para las negociaciones de paz, un puesto que tradicionalmente suele ser de los más importantes para la diplomacia estadounidense.

“Me doy cuenta de que la administración ha restado prioridad a Oriente Medio y el asunto israelí-palestino, pero la falta de un embajador en Israel y un cónsul general en Jerusalén es un problema grave durante una crisis”, dijo Miller.

Algunos demócratas y progresistas han expresado también su exasperación.

“Estados Unidos debe llamar a un cese del fuego inmediato y al fin de la actividad ilegal y provocadora de asentamientos. Debemos además dedicarnos de nuevo a trabajar con israelíes y palestinos para terminar finalmente este conflicto”, dijo en una declaración el senador y excandidato presidencial independiente Bernie Sanders.

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