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¿Donald Trump ante la justicia?

"No sería un espectáculo para celebrar. Resulta muy triste que la democracia a la que creíamos la más estable en el mundo tenga que atravesar por un proceso como el del encausamiento de un expresidente. Pero, en el caso de Trump y los delitos que se le achacan, ese sería el mal menor. El mal mayor sería que sus tropelías quedaran sin castigo".
Opinión
Director de Integración de Redes y Multiplataformas y Redactor Jefe de Televisa Univision.
2023-03-20T13:30:55-04:00
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"Trump hizo el anuncio preventivo en redes sociales con el propósito expreso de enardecer a sus simpatizantes". Crédito: Sue Ogrocki/AP

Con el comienzo de semana, el país se prepara para el arresto y encausamiento del expresidente Donald Trump, aunque solo él mismo ha señalado hasta ahora esa posibilidad en mensajes típicamente incendiarios. Sería por haber supuestamente pagado sobornos, con fondos de campaña, a la actriz pornográfica Stormy Daniels en 2015, en plena contienda presidencial, para que no revelase que habían sostenido relaciones extramaritales 10 años antes. Es acaso el delito menos grave de los que habría cometido antes y después de haber llegado a la Casa Blanca.

Trump hizo el anuncio preventivo en redes sociales con el propósito expreso de enardecer a sus simpatizantes. Les pidió que se lancen a las calles a protestar y “recuperar nuestra nación”, en una clara amenaza que despide el tufo de sus llamados a una insurrección y golpe de estado en enero de 2021. Y lo hizo apenas días después de que las principales plataformas sociales restablecieran sus cuentas, con lo que a un tiempo puso de relieve su bajeza y la ceguera de los líderes de esas plataformas.

Ante la falta de un compás ético y una estructura legal que defienda el Estado de Derecho, esos empresarios facilitan que millones de personas den por sentada la democracia de la que disfrutan. Y fomentan el fascismo, la autocracia y la tiranía.
Trump encara investigaciones por delitos mucho más graves. Una es por alentar el violento asalto al Capitolio que dejó muertos y heridos y envió a prisión a centenares de personas cuyas inseguridades e ignorancia manipuló sin escrúpulos.

CNN informa que fiscales de ese estado estudian presentarle cargos de pandillerismo y conspiración para delinquir. Y es posible que a la acusación de sobornos a Daniels en Nueva York se le agregue la de fraude en el uso fondos de campaña.
Los fiscales neoyorquinos alegan que de ahí sacó la plata para pagarle. Su antiguo “fixer” o apañador, el abogado Michael Cohen, guardó prisión precisamente por ese delito. Él personalmente le hizo los pagos a Daniels.

Es común que los expresidentes descarriados en América Latina terminen en chirona. Se trata de una conquista importante de la justicia latinoamericana. Pero las investigaciones criminales a Trump y a algunos de sus cómplices nos han llevado a un terreno desconocido en Estados Unidos. Ningún presidente o expresidente ha sido arrestado y procesado por actos delictivos en la historia de este país.

Esto en parte se debe a que los estadounidenses se han acostumbrado a considerar a sus mandatarios como figuras más grandes que la vida; y también a que ninguno tenía el bagaje de maleante que tiene Trump. Algunos abusaron del poder de la presidencia. Pero nunca llegaron a los extremos del exmandatario republicano, sobre todo con sus tentativas golpistas tras la derrota electoral ante Joe Biden.

La estabilidad y el progreso de nuestra democracia dependen de manera fundamental de que los delitos que se le imputan a Trump no queden impunes, como desean él y sus partidarios. Hacerle justicia sin duda entraña riesgos para nuestra paz social. A la larga, sin embargo, sería mayor el peligro si no se hace. Enviaría el mensaje de que cualquier político energúmeno podría intentar los desmanes que ha perpetrado Trump sin temor a las consecuencias. Ese mensaje de impunidad es el que se debe evitar a toda costa.

En teoría, los presidentes cuyo mandato ya expiró pueden ser procesados por infracciones a las leyes. Sin embargo, gozan de protocolo especiales. Incluyen el avisar de antemano a sus abogados de una detención o acusación inminentes; ofrecerles la cortesía de entregarse de forma voluntaria a las autoridades; y tramitar rápido su encausamiento y su audiencia de fianza. Estos protocolos probablemente se aplicarían a Trump, aunque no lo sabremos a ciencia cierta hasta que se produzca su detención y si esta, en efecto, se produce.

No sería un espectáculo para celebrar. Resulta muy triste que la democracia a la que creíamos la más estable en el mundo tenga que atravesar por un proceso como el del encausamiento de un expresidente. Pero, en el caso de Trump y los
delitos que se le achacan, ese sería el mal menor. El mal mayor sería que sus tropelías quedaran sin castigo.

Nota: La presente pieza fue seleccionada para publicación en nuestra sección de opinión como una contribución al debate público. La(s) visión(es) expresadas allí pertenecen exclusivamente a su(s) autor(es) y/o a la(s) organización(es) que representan. Este contenido no representa la visión de Univision Noticias o la de su línea editorial.

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