Por qué China (re)descubre los horrores del covid-19 tres años después que el resto del mundo y qué implica para otros países
Luego de un repentino relajamiento de las restricciones que China había establecido desde el inicio de la pandemia de covid-19, decenas de hospitales y centros de salud en el país oriental han comenzado a desbordarse ante el incremento de casos.
Una serie de videos difundidos en redes sociales y verificados por diversos medios como The New York Times, muestran a decenas de personas en sillas de ruedas o acostados en camillas en los pasillos de los hospitales mientras muchos de ellos no pueden contener la tos.
Las escenas de desesperación muestran la creciente crisis en hospitales en China, sobrepoblados, con escasez de personal y con fondos insuficientes.
Apenas la semana pasada, la Organización Mundial de la Salud se mostró "muy preocupada" por la evolución del covid-19 en ese país y reclamó "más información", ante lo que el Ministerio de Asuntos Exteriores respondió que Pekín ha compartido sus datos "de forma abierta, puntual y transparente" desde el inicio de la pandemia.
La preocupación se da luego de que el gobierno chino anunció que reanudaría la emisión de visas y pasaportes, allanando el camino para una posible avalancha de millones de chinos que viajarán al extranjero para las vacaciones por el Año Nuevo Lunar del próximo mes.
Los cambios llegaron después del hartazgo de la población ante las duras restricciones que derivaron en protestas en diversas partes del país tras la muerte de diez personas en un edificio aparentemente confinado.
Hospitales que operan sin capacidad
Según detalla el diario The New York Times, gran parte del personal sanitario también se ha contagiado, sin embargo, algunas instalaciones han dejado de exigir que los médicos y enfermeras se hagan pruebas antes de trabajar. Algunos incluso han tenido que realizar cirugías luchando contra los síntomas del virus.
Entre la población, la situación no es diferente. Uno de los videos difundidos muestra cómo varios miembros de una familia llevan cargando a una persona contagiada a la entrada de un hospital. En otro se observa al empleado de un hospital caminando entre los pasillos con una máquina de desinfección y rocía las bancas en las que se encuentran decenas de personas con síntomas.
La rápida propagación del virus por el país ha sembrado dudas sobre la fiabilidad de las cifras oficiales, que han informado de apenas un puñado de fallecimientos por la enfermedad pese a que, por ejemplo, la provincia de Zhejiang estimó recientemente que un millón de sus habitantes se contagiaban cada día.
China fue el primer país en experimentar el pánico de covid-19 cuando salió de Wuhan en 2019. Luego, durante los últimos tres años, el país suprimió en gran medida el virus con su estrategia llamada ‘covid cero’, una combinación costosa de pruebas masivas, bloqueos estrictos y cierres de fronteras.
Durante este periodo logró mantener bajo control el número de contagios, pero no priorizó el reforzar su sistema de salud almacenando medicamentos, ni lanzó una campaña de vacunación dirigida a los millones de adultos mayores vulnerables y ahora está sumergida nuevamente en modo de crisis como en los primeros días de Wuhan.
Medidas cada vez más laxas y riesgo de viajes al extranjero
Entre las recientes medidas de relajación en sus restricciones, además de reanudar la emisión de visas y pasaportes, a partir del 8 de enero, el covid-19 dejará de ser una enfermedad de categoría A, el nivel de máximo peligro y para cuya contención se exigen las medidas más severas.
El gobierno ya ha eliminado o reducido la mayoría de las normas de cuarentena, pruebas y de otro tipo dentro de China, marcando así el final de la política de ‘covid cero' que llevaba vigente casi tres años.
Estas recientes decisiones y ante el avance de la ola de contagios, diversos científicos han expresado su preocupación sobre el posible surgimiento de una nueva variante, ya sea una nueva variante de ómicron o algo totalmente distinto.
“China tiene una enorme población y una inmunidad limitada. Y esas parecen ser las condiciones para el surgimiento de una nueva variante”, según dijo al diario The Washington Post el doctor Stuart Campbell Ray, de la Universidad Johns Hopkins.
Otro de los temores es que, las medidas laxas podrían incentivar un flujo de turistas chinos a destinos de Asia, Europa y América para el Año Nuevo Lunar, que comienza el 22 de enero. Por lo que incrementa el peligro de que propaguen el virus o las posibles nuevas variantes.
Las compañías de servicios de viajes Trip.com y Qunar dijeron que las reservaciones de boletos para vuelos internacionales y las búsquedas de información sobre las visas en sus sitios web han aumentado entre cinco y ocho veces luego del anuncio del martes. Los principales destinos eran Japón, Tailandia, Corea del Sur, Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia.
Japón, India, Corea del Sur y Taiwán han respondido a la ola de infecciones de China con requerimientos de pruebas de coronavirus para los viajeros procedentes de China.
A estas restricciones recientemente se unió Estados Unidos. Este miércoles anunció que requerirá que todas las personas que ingresen a su territorio provenientes de China muestren un resultado negativo de covid-19 antes de embarcar.