¿Realmente podemos elegir? Investigación revela que un puñado de empresas venden casi todo en el supermercado
Las estanterías de los supermercados contienen tantas marcas de pasta, cereales, salsas o cervezas que hacer la compra en una gran superficie es una experiencia mareante para muchos de nosotros.
¿Y si esta aparente abundancia no fuera más que una ilusión? Parece que hay un sinfín de opciones tras los diferentes empaquetados y colores, pero la mayoría de nuestras marcas favoritas son en realidad propiedad de un puñado de gigantes de la alimentación como Kraft Heinz, General Mills, Conagra, Unilever o Delmonte.
Esto es lo que denuncia la investigación conjunta del diario The Guardian y Food and Water Watch, una organización nacional de defensa de los derechos humanos con sede en EEUU. La investigación publicada esta semana revela que unas pocas y poderosas empresas transnacionales dominan todos los eslabones de la cadena de suministro de alimentos: desde las semillas y los fertilizantes hasta los mataderos y los supermercados, pasando por los cereales y las cervezas.
“El tamaño, el poder y los beneficios de estas mega-compañías se han ampliado gracias a los grupos de presión políticos y a una débil regulación que ha permitido una oleada de fusiones y adquisiciones sin control”, sostiene la investigación. Las implicaciones son enormes: el tamaño y la influencia de estas megacompañías les permite dictar en gran medida lo que cultivan los dos millones de agricultores de Estados Unidos y cuánto se les paga, así como lo que comen los consumidores y cuánto cuestan nuestros alimentos.
Esto también significa que quienes cosechan, envasan y venden los productos son los que menos poder tienen: al menos la mitad de los 10 empleos peor pagados están en la industria alimentaria. Las granjas y las plantas de procesamiento de carne, donde buena parte de la plantilla está formada por hispanos, se encuentran entre los lugares de trabajo más peligrosos y explotadores del país.
De acuerdo con la investigación, sólo 15 céntimos de cada dólar que gastamos en el supermercado va a parar a los agricultores. El resto se destina al procesamiento y la comercialización de nuestros alimentos.
La investigación se basa en el análisis de los datos sobre la cuota de mercado de miles de supermercados del país, y se centra en 61 artículos de alimentación muy populares. Las principales empresas controlan una media del 64% de las ventas.
En el 85% de los productos analizados, cuatro empresas o menos controlan más del 40% de la cuota de mercado.
"Es un sistema diseñado para canalizar el dinero hacia las manos de los accionistas y ejecutivos de las empresas, mientras se explota a los agricultores y trabajadores y se engaña a los consumidores sobre la elección, la abundancia y la eficiencia", dijo Amanda Starbuck, analista de políticas de Food & Water Watch, en declaraciones a The Guardian.
Estos son algunos datos relevantes que se desprenden de esta investigación: