"Destrozó mi vida": hombre que quedó paralítico demanda al policía que le disparó al confundir su arma con su 'taser'
Desde hace 19 meses, Michael Ortiz está paralizado del pecho para abajo y utiliza una silla de ruedas para moverse. Debe 3 millones de dólares en gastos médicos y necesitará cuidados de por vida.
Ortiz quedó paralítico cuando un agente de policía le disparó por la espalda tras supuestamente confundir su pistola con su 'taser' (arma paralizante) mientras estaba esposado en el suelo durante un arresto en Hollywood, Florida, en julio de 2021.
"Mi vida quedó destruida", dijo este hombre de 43 años, que el miércoles presentó una demanda federal de derechos civiles contra la ciudad, el agente y otros dos agentes implicados en el incidente.
Ortiz reclama una cantidad no especificada de millones de dólares a la ciudad de Hollywood y al agente Henry Andrews, de 50 años, que también se enfrenta a una acusación de delito menor por el tiroteo de 2021, uno de los varios ocurridos en los últimos 20 años en los que los funcionarios dicen haber confundido su pistola con su 'taser'.
La demanda también menciona a los agentes Dionte Roots y Jhonny Jiménez, que estaban sometiendo a Ortiz cuando Andrews le disparó.
La madre del demandante debe prestarle ciudados y cambiarle los pañales
En una rueda de prensa, Ortiz declaró que no solo le habían destrozado la vida a él, sino también a su madre, que debe cambiarle los pañales y prestarle otros cuidados.
"Me trata como si tuviera 6 meses", manifestó Ortiz al referirse a su madre.
El abogado de derechos civiles Ben Crump, con sede en Florida, que representa a Ortiz junto con el abogado Hunter Shkolnik, dijo que es una "injusticia" que Andrews haya sido acusado solo de un delito menor.
"Michael Ortiz necesitaba una mano amiga y lo que recibió fue una bala en la espalda", expresó Crump, quien representa a muchas víctimas en todo el país de presunta mala conducta policial, incluidas las familias de Michael Brown, Breonna Taylor y George Floyd. "Debería haber habido una mayor responsabilidad del agente".
Funcionarios del condado de Hollywood declinaron hacer comentarios. El abogado Jeremy Kroll, que representa a Andrews en el caso de delito menor por negligencia culpable, dijo que se contratará a otro abogado para que represente al agente en la demanda.
"Al responder a una situación difícil y caótica, el agente Andrews pretendía desplegar su pistola eléctrica y disparó por error su arma de fuego. No hubo en absoluto intención de hacer daño en este caso. Él y su familia siguen teniendo a Ortiz en sus pensamientos y oraciones", dijo Kroll en un comunicado.
No se ha podido determinar si Roots y Jiménez tienen abogados que puedan hacer comentarios. No han sido acusados penalmente.
Cómo fue el incidente que originó la detención de Ortiz
El 3 de julio de 2021, Ortiz llamó al 911 para informarle a los operadores que estaba experimentando una crisis de salud mental mientras cuidaba el apartamento de su madre y que su perro había desaparecido. Les dijo que había consumido marihuana y que tenía dolores en el pecho; los operadores observaron que parecía delirar y tener tendencias suicidas.
Ortiz se duchó para calmarse. Cuando llegaron los paramédicos, se negó a salir, por lo que pidieron ayuda a la policía. Los paramédicos dicen que entonces salió al pasillo desnudo y se puso combativo, amenazando con suicidarse. Dicen que estaban impidiendo que saltara desde el balcón de un sexto piso cuando llegaron Roots y Jiménez.
Un video de seguridad del tiroteo no se ha hecho público, pero el ayuntamiento se lo ha mostrado a Shkolnik.
Según él, Roots utilizó su pistola eléctrica para reducir a Ortiz, que fue esposado a la espalda y colocado desnudo en el suelo, a la salida del ascensor. Seguía forcejeando, pero no suponía ningún peligro para sí mismo ni para los agentes si éstos hubieran retrocedido y dejado que se calmara, destacó Shkolnik.
El ascensor se abrió y Andrews salió. Roots intentó utilizar de nuevo su pistola eléctrica contra Ortiz, pero no se disparó.
En una presentación judicial en su caso de delito menor, Andrews, un oficial de más de dos décadas, dijo que alcanzó su 'taser', pero en su lugar agarró su pistola, disparando un tiro en la espalda de Ortiz. Eso ocurrió unos 10 segundos después de que se abriera la puerta del ascensor, dijo Shkolnik.
El agente que disparó llevaba el 'taser' en el sitio correcto
La 'taser' de Andrews, como la mayoría, tenía forma de pistola y una empuñadura y un gatillo similares, pero también era de color amarillo brillante en lugar de negro, un detalle que se supone que sirve de advertencia visual al agente en el calor del momento.
Para evitar confusiones, los agentes están entrenados para portar su arma de fuego hacia el lado de la mano de mayor destreza y la pistola eléctrica en la cadera opuesta. Andrews también lo tenía así.
"Creí sinceramente que había cogido mi pistola eléctrica y la estaba disparando", escribió Andrews en la presentación judicial.
Kroll dijo en esa declaración que, si bien la conducta de Andrews puede haber sido civilmente negligente, no fue criminal y pidió que se desestimara la acusación. El juez no ha tomado todavía una decisión al respecto.
Aunque son extremadamente raros, ha habido otros casos en todo el país en los que los agentes dicen que confundieron su arma con la pistola eléctrica y dispararon accidentalmente a un sospechoso, a veces mortalmente. Se han llegado a presentar cargos penales, pero no es lo habitual, ya que los agentes gozan de amplia inmunidad cuando tratan con sospechosos potencialmente peligrosos.
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