EEUU planea suspender las visas de estudiantes chinos con vínculos con el ejército de su país

El gobierno de Donald Trump planea cancelar los visados de miles de estudiantes e investigadores chinos en Estados Unidos que tienen algún tipo de vínculo con el Ejército Popular de Liberación de China, según funcionarios estadounidenses con conocimiento de las discusiones oficiales, citados por el diario The New York Times.
Este plan, que presagia restricciones educativas adicionales, sería el primero de su tipo diseñado para impedir el acceso de una cateogría específica de estudiantes, en este caso chinos, quienes forman la mayor población de estudiantes extranjeros en el país.
Esta medida podría ser parte de nuevas formas de castigar a China por la aprobación de una nueva ley de seguridad nacional destinada a controlar aún más a Hong Kong y permitir la represión en esa autonomía, si bien el tema de los visados de estudiantes chinos estaba siendo sometido a discusión desde antes de que China aprobara la nueva ley el jueves pasado.
Según el diario neoyorquino, el secretario de Estado, Mike Pompeo, estuvo discutiendo los planes de suspender los visados con el presidente Trump este martes en una reunión en la Casa Blanca.
De suspenderse finalmente las visas, se abriría un debate público pues los funcionarios incluso reconocieron que no había evidencia directa que apuntara a la mala conducta de esos estudiantes, solo sospechas que se enfocan sobre todo en las universidades chinas de las que provienen.
Los lazos de esas universidades con el Ejército chino van mucho más allá del mero reclutamiento en el campus. Según argumentaron funcionarios citados por The New York Times, en muchos casos, el gobierno chino juega un papel en la selección de qué estudiantes de esas universidades con vínculos con el Ejército pueden estudiar en el extranjero y en algunos casos le permiten viajar a algunos estudiantes y les pagan sus matrículas a cambio de que recopilen información, instruyéndolos en técnicas básicas de espionaje.
Sin embargo, mientras que algunos funcionarios del gobierno enfatizan la amenaza de inteligencia planteada por esos estudiantes, otros ven en ellos un potencial de convertirse en posibles reclutas para las agencias de espionaje estadounidenses.
¿Qué dicen las universidades de EEUU?
Se espera que las universidades estadounidenses rechacen la cancelación de los visados, no solo por su repercusión académica y el valor del intercambio educativo internacional, sino también porque ello implicaría una gran pérdida de ingresos, pues muchas universidades cubren sus gastos gracias a los pagos íntegros de las matrículas de los estudiantes extranjeros, especialmente los chinos, que siempre son grupos numerosos.
Si bien en los últimos años el personal docente ha sido informado por el Departamento de Justicia y el FBI sobre la posible amenaza a la seguridad nacional que implica el hecho de que los estudiantes chinos tengan acceso a información sensible, especialmente en el área de las ciencias, muchos docentes alegan que se trata de un nuevo "miedo rojo" con un trasfondo político, dirigido contra estudiantes de un origen específico y que alimenta el racismo contra los asiáticos.
Por lo general, los responsables de centros de enseñanza argumentan que tienen protocolos de seguridad efectivos y que el hecho de exponer a los estudiantes chinos a la vida en democracia y a los efectos de instituciones liberalizadoras es más productivo y supera los riesgos, dice The New York Times.
Además, argumentan las universidades, los estudiantes chinos son expertos en sus materias y refuerzan los esfuerzos de investigación estadounidenses.
La cancelación de los visados podría afectar a unos 3,000 estudiantes, según algunas estimaciones oficiales citadas por The New York Times. Ese es un pequeño porcentaje de los cerca de 360,000 estudiantes chinos que estudian en Estados Unidos. Pero algunos de los afectados se encuentran trabajando en destacados proyectos de investigación y sus aportes son significativos.
Por otra parte, los estudiantes e investigadores chinos en general alegan que el creciente escrutinio del gobierno estadounidense sobre ellos y los posibles límites oficiales a las visas crearían prejuicios contra ellos, incluso a la hora de solicitar empleos o subvenciones.
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