¿Papanicolau o prueba del VPH? Emiten directrices actualizadas para el despistaje de cáncer cervical

Un panel de expertos en prevención plantea nuevas recomendaciones para detectar el cáncer de cuello uterino (también conocido como cáncer cervical). En una propuesta reciente, sugieren que en vez de que las mujeres se hagan a la vez la prueba del Papanicolau y la del VPH, bastará solamente con una de las dos a intervalos regulares.
Ambos exámenes, que se realizan con una muestra de células del cuello uterino, son eficaces en la detección de este cáncer. La prueba de Papanicolau examina las células para observar si hay algún crecimiento anormal; mientras que la prueba del VPH busca cepas del virus del papiloma humano que causan la enfermedad.
Desde 2012, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de los Estados Unidos, un equipo no partidista de expertos médicos, ha recomendado que las mujeres entre los 30 y 65 años se hagan un Papanicolau cada tres años o ambas pruebas cada cinco años. En este nuevo proyecto de recomendación, se desaconseja la segunda opción. En cambio, el panel propone que las mujeres se sometan a una prueba de Papanicolaou cada tres años (como antes), o se hagan una prueba de VPH cada cinco años. No ambas.
El grupo de trabajo continúa recomendando que las mujeres entre los 21 y 29 años se hagan un Papanicolau cada tres años. También dice que las menores de 21 años y las mayores de 65 que han tenido un cribado adecuado antes (resultados normales) y no están en riesgo de cáncer de cuello uterino, no necesitan las pruebas.
Se revisaron los ensayos clínicos y modelos informáticos de diagnóstico. Se determinó que hacerse las dos pruebas simultáneamente aumentó al doble el número de tests de seguimiento, sin mejorar la detección de células anormales que son más propensas a causar cáncer.
Estos análisis de seguimiento pueden ser problemáticos, causar sangrado vaginal e infecciones o problemas de fertilidad en el futuro, explica la doctora Carol Mangione, médico de atención primaria y profesora de salud pública en la Universidad de California-Los Angeles, y miembro del grupo de trabajo que elaboró la nueva recomendación.
El grupo está recibiendo comentarios públicos sobre estas recomendaciones hasta el 9 de octubre y hará un anuncio final más tarde.
Test que salva vidas
La adopción generalizada de la prueba de Papanicolau desde la década de los sesenta ha reducido notablemente las tasas de cáncer cervical. En 2013, más del 79% de las mujeres de entre 21 y 64 años informaron que se habían realizado un Pap en los tres años anteriores.
En 2014, 12,578 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer cervical en los Estados Unidos; y 4,115 murieron a causa de esta enfermedad. Las hispanas tienen la tasa más alta de incidencia de este tipo de cáncer, según cifras de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Las mujeres deben discutir con su médico qué prueba es mejor para ellas, aclara Mangione. Por ejemplo, una de 30 años que quiera quedar embarazada podría optar por una prueba de Papanicolau. Esta decisión evitaría las altas tasas de falsos positivos de la prueba de VPH, que la ponen en riesgo de procedimientos adicionales que podrían afectar su cuello uterino. Una mujer mayor podría preferir la conveniencia de no tener que hacerse la prueba tan a menudo, agregó Mangione.
La clave es hacerse la prueba. "Más de la mitad de los casos de cáncer de cuello uterino se diagnostican en mujeres que no han sido examinadas adecuadamente", dijo. "No queremos que los proveedores se enreden tanto en la elección que olviden la importancia de la detección".
Esta historia fue producida por Kaiser Health News, un programa editorialmente independiente de la Kaiser Family Foundation.