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    La confesión que llevó a que una madre y su hija perdida se reencontraran 27 años después

    Lorena Ramírez recibió una llamada de una joven que dijo ser su hija, quien pudo conocer su verdadero nombre después de una disputa con la familia con la que vivía en el Estado de México. Unos meses después, pudieron realizar un examen genético que confirmó el parentesco.
    Publicado 17 Oct 2022 – 02:56 PM EDT | Actualizado 15 Oct 2024 – 02:36 PM EDT
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    El 1 de octubre de 1995, cuando tenía solo 3 años de edad, Juana Bernal Ramírez se extravió en el parque más concurrido de la Ciudad de México durante un paseo familiar. Su madre, Lorena Ramírez, no supo más de ella por 27 largos años hasta que hace unos meses, a través del teléfono, escuchó a una mujer decirle que era su hija.

    Ramírez, hoy de 50 años, y quien presentó en aquel año de 1995 una denuncia por la desaparición de su hija, llamó a María Elena Solis, presidenta de la Asociación Mexicana de Niños Robados y Desaparecidos (AMNRDAC), para informarle que una mujer, que decía ser su hija, la había contactado.


    “Nos habla Lorena y me dice: ‘hay una chica que me está hablando por teléfono y me dice que a lo mejor ella es mi hija’”, comenta vía telefónica Solis a Univision noticias. “Las citamos. Ellas llegan a la Asociación y de ahí nos vamos a la Fiscalía. El fiscal las recibe y da la orden de que le hagan el ADN y ya nos llama para los resultados que fueron positivos”.

    No tuvo mayor difusión

    Al momento del extravío de su hija en el bosque de Chapultepec de la capital mexicana, Lorena Ramírez la reportó como desaparecida ante las autoridades y el entonces Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes (CAPEA) de la entonces Procuraduría General de Justicia local emitió un fotovolante de búsqueda.

    El caso, en ese momento, no tuvo mayor difusión; sin embargo, el volante fue incluido en algunas asociaciones civiles que por aquellos años comenzaron a trabajar para dar con menores desaparecidos.

    Según contó Ramírez en una entrevista con Noticieros Televisa, su hija le narró que la familia con quien creció siempre la trató mal y, en algún momento durante una discusión, la persona que decía ser su madre le reveló que ella no era su madre biológica, que la habían encontrado abandonada en el parque por su familia y que su nombre real era Juana Bernal.

    Búsqueda personal

    A sabiendas de esa situación y una vez conocido su nombre real, Rocío inció una búsqueda personal para intentar conocer su pasado.

    La mujer dio con una publicación de la página de la AMNRDAC, donde halló una foto de ella misma que decía que era buscada por su madre desde el año de 1995. Fue en ese mismo volante donde obtuvo el teléfono de Lorena Ramírez, a quien contactó ella misma.

    “Yo tenía mucha fe en que se iba a encontrar”, aseguró María Elena Solis sobre la historia que en un contexto como el mexicano resulta extraordinaria. “A esta niña no se la llevó la delincuencia, no fue robada, pues sí, como muchas veces pasa. Esto fue una familia que encuentra a la niña y no la reporta ante las autoridades, se lleva consigo a la chica”.

    Ramírez intentó encontrarse con la persona que decía ser su hija y hacer una prueba genética para determinar su parentesco; sin embargo, al momento de asistir a la Fiscalía General de Justicia la Ciudad de México (FGJ) le dijeron que no la podían ayudar argumentando que no existía su número de expediente.

    Fue después de dos meses, cuando con ayuda de la AMNRDAC, Ramírez y su hija pudieron realizarse la prueba de ADN en las instalaciones de la FGJ de la Ciudad de México.

    El pasado miércoles 12 de octubre, madre e hija, ante la presencia de autoridades capitalinas mexicanas recibieron la noticia de que su perfil genético coincidía en un 99.999%, con lo que se confirmaba el parentesco de ambas.

    Un final sorprendente

    “Estoy feliz, un verdadero milagro”, respondió brevemente a este reportero la señora Lorena Ramírez vía mensajería instantánea este lunes, día en que ella y su hija asistieron a una serie de entrevistas ante el Ministerio Público.

    María Elena Solis afirmó que la familia Ramírez ha decidido levantar una denuncia por el delito de omisión por la desaparición de la menor en aquel momento.

    “Hay un delito. A mí me dijo Lorena, 'Elenita yo quiero proceder' (…) Su obligación, como seres humanos (de quienes se llevaron a la menor) es que la hubieran depositados ante CAPEA (Centro de Apoyo a Personas Extraviadas y Ausentes), ante las autoridades para que la madre la hubiera recuperado”, concluyó.

    Hasta el momento se desconoce qué ocurrió hace 27 años en el bosque de Chapultepec con la pequeña Juana. Además de cómo es que se perdió la niña y por qué la mujer que presuntamente la encontró no la reportó perdida a las autoridades. Este lunes, la familia Ramírez solicitó a las autoridades mexicanas una investigación para determinar el papel que jugó la familia que decidió criarla en Toluca.

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