Si hay algo que desde siempre ha estado vinculado al tipo de bebidas que ingerimos, eso es el clima. El clima en determinada región es fundamental no sólo en la elaboración de una bebida sino también en su desarrollo y en el modo y las costumbres a la hora de consumirla. Es así que, por ejemplo, tenemos una serie de bebidas que habitualmente reconocemos como veraniegas, otras comúnmente destinadas a combatir el frío, bebidas producidas en regiones tropicales y calurosas, típicamente refrescantes, como el ron y, otras como el vodka, surgida como consecuencia del intenso frío en Rusia.