Si querés comer mejor, el primer paso es cambiar estos 2 hábitos…
Sí, solo dos pasos, ¡y son muy sencillos!
Una nutrición adecuada no requiere de mucho tiempo ni dinero, sino de compromiso y organización. La constancia también es clave para lograr convertir a la alimentación saludable en una forma de vida.
¿La clave del éxito? Como siempre, arrancar por pequeños pasos y no intentar cambiar tu forma de comer por completo de un día para el otro.
Empezá cambiando el desayuno y los snacks, dos momentos clave: el primero porque generalmente no lo hacemos bien y el segundo porque suele convertirse en un aporte de calorías extra muy importante a lo largo del día. ¿Cómo? ¡Te lo contamos!
Desayunar: primer hábito fundamental
Quizás ya lo escuchaste o leíste, pero es necesario ratificar la importancia del desayuno. La primera comida del día nos brinda energías para afrontar la rutina y nos hace llegar más satisfechos al snack de media mañana y al almuerzo.
Para empezar, saltearlo jamás es una opción. Si te despertás 10 minutos antes para desayunar vas a ver cómo en ese tiempo hacés la diferencia: si le regalás un tiempo más a tu desayuno, ¡tu cuerpo te lo agradecerá a lo largo del día! Pensalo...
Pero por supuesto, tampoco se trata de desayunar cualquier cosa sino de incluir nutrientes esenciales para el desarrollo del organismo. La alimentación en la mañana es fundamental siempre y cuando sea saludable. ¿Qué deberías ingerir? Hay 3 grandes grupos alimentarios: frutas, lácteos y cereales. Y si los mezclas, ¡mucho mejor!
Picotear: un hábito que podés hacer saludable
Si te digo “picotear algo” seguro se te viene a la cabeza una galletita, una picada, papas... Pero nada más alejado de la realidad: los snacks pueden ser saludables y nutritivos. La idea es que modifiques este hábito buscando nuevas alternativas.
Hay que tener en cuenta que los snacks son la fuente de calorías extra más importante y cuando los elegimos bien nos ayudan a regular nuestro metabolismo.
¿Cómo elegir un snack saludable? ¡Es fácil! Podés optar entre un yogur, almendras o nueces, frutas frascas, huevo o mix de vegetales en juliana con dips de queso blanco.
Con estos dos nuevos hábitos, ¡el cambio ya comenzó! Manos a la obra y a disfrutar de una buena salud.
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