Descubre la belleza del HOY así...
El ajetreo de la rutina diaria no te deja ser consciente sobre esas pequeñas cosas de la vida cotidiana que son capaces de elevar tu espíritu y enriquecerte el alma.
¿Cómo encontrar esas pequeñeces entre tantas responsabilidades? No es difícil, solo debes hacer una parada y ajustar tus sentidos.
Si fuera más sencillo...
Te entiendo. No es fácil detenerte a admirar esa pequeña flor que crece al costado del camino cuando corres a buscar a tus hijos al colegio o sales de un trabajo y entras en otro. Cada vez que tienes 5 minutos libres quieres adelantar algo que aún no hiciste, como la lista para el supermercado o una limpieza rápida del baño. No es fácil parar y suspirar al ver el vuelo de un pájaro. Pero se puede.
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Experiencia personal
Voy a contarte algo que me pasó hace un par de días. Iba caminando hacia un lugar y pasé por una plaza en donde un perro jugaba con su dueña. Y me detuve a mirar. Y no podía parar de sonreír. Seguí mi camino y en mi mente quedó ese momento precioso que aún recuerdo y que me llenó el alma. Luego me puse a pensar si era una ridiculez, pero me di cuenta que no. Que esas cosas hacen bien, que realzan el espíritu.
Lo bueno para mí es que vivo haciendo ese tipo de cosas. La naturaleza me enternece y regala momentos que me dan un respiro y me hacen feliz por un instante. Tal vez ver cómo un gorrión camina delante de mí, o cómo mi gato duerme al sol, en fin, cosas que pasan todos los días pero que necesitan de un ojo adiestrado para ver la belleza que demuestran.
Hay belleza en todos lados
Es verdad. Aunque no te detengas a mirar, la belleza te rodea estés donde estés. Para conmover tu alma solo debes saber qué buscar, cómo y cuándo.
Es posible que puedas encontrar la belleza en tu alrededor si amplías la definición de lo que es bello para ti. Cualquier cosa puede ser hermosa y despertar bienestar. Un bebé en el tren, un árbol floreciendo, el olor a césped recién cortado, una taza de café caliente... en fin: solo debes saber hacia dónde mirar y entregarte al placer.
Es todo un desafío. Para algunas personas esta nueva forma de ver la belleza del mundo se da en un momento, pero a otras les lleva algo de trabajo. Y tú, ¿te animas?