¿De qué forma los ronquidos afectan a la salud?
Los ronquidos son algo más que una simple molestia nocturna que nos impide dormir. Si vuestra pareja ronca, es posible que no sepáis qué hacer, qué remedio aplicar, ni cómo abordar el tema para que se someta a un método para dejar de roncar, y así poder descansar correctamente.
Los hombres suelen ser los más afectados cuando hablamos de ronquidos, pero conviene saber que las mujeres son las que sufren con más frecuencia una apnea del sueño.
Se trata de una realidad a la vez muy frecuente, y muy peligrosa que no se debe descuidar.
Muchas personas se van a la cama con angustia, con el miedo a que su pareja comience a roncar. Pero para la persona que ronca, estos ruidos son sinónimos de un sueño no reparador, de cierta irritabilidad al despertarse, y de dolores de cabeza matinales.
Los ronquidos en la vida cotidiana
Al menos el 20% de la población ronca por la noche. Normalmente, es una de las causas principales de discusiones en el seno de la pareja, sobretodo si uno de los dos niega la evidencia, o no le concede importancia al problema, pensando que se trata de un mal menor.
La persona que ronca de manera sonora cada noche se levanta cansada, sufre dolor de cabeza, cierto malestar físico, irritabilidad, estrés, aumento de la presión arterial, etc.
Poco a poco, estas situaciones pueden provocar enfermedades graves si no se tratan en serio. No penséis que roncar es algo normal, que todo el mundo hace durante la noche.
El origen de los ronquidos
Roncar es el signo de una disfunción en el organismo. Los ronquidos conllevan una pérdida de energía que repercute directamente en la vida cotidiana. En efecto, muchos especialistas llaman a los ronquidos “fiebre interna”, porque ofrecen ciertas indicaciones sobre el estado de salud.
Los ronquidos se producen por culpa de un estrechamiento de las vías respiratorias, hasta los pulmones. Una cantidad insuficiente de aire penetra en el organismo, y este fenómeno se llama hipoxia.
Como el oxígeno es demasiado débil en el organismo, una vibración se produce en las vías respiratorias, lo que provoca este ruido tan molesto. Si de repente el aire penetra de nuevo en cantidad suficiente, la persona deja de respirar durante un breve instante: es la apnea del sueño.
Generalmente, las causas de los ronquidos hay que buscarlas en un desarreglo de la apnea del sueño. Sin embargo, los ronquidos pueden igualmente estar provocados por la presencia de pólipos, por la anatomía del tabique nasal o del paladar, o por culpa de una alergia.
Si los ronquidos son constantes, es importante consultar con un médico para establecer un diagnóstico adecuado.
La apnea del sueño es un desarreglo que se debe tomar en serio. Debemos tener en cuenta que los pulmones cesan de recibir oxígeno, y que nuestro cerebro debe ordenar a los músculos respiratorios que hagan un esfuerzo para obtener aire.
Por esta razón, los ruidos se hacen más sonoros y repentinos. A largo plazo, si el problema se vuelve crónico, la apnea del sueño puede conllevar muchos problemas como hipertensión arterial, insuficiencia cardíaca, diabetes del tipo 2, infarto cerebral e ictus.
No olvidéis que el cuerpo, el cerebro y el corazón deben recibir oxígeno con frecuencia.
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