Así localizaron al sospechoso de asesinar a una conductora de Uber que suplicó antes de morir que tenía 4 hijos
Un teléfono y una cámara de tablero fueron los objetos que ayudaron a la policía a localizar y a capturar al hombre acusado de matar a Christina Spicuzza, conductora de Uber del estado de Pennsylvania, y quien rogó por su vida antes de ser asesinada diciendo que tenía cuatro hijos.
De acuerdo con un comunicado de prensa del Departamento de Policía del Condado de Allegheny, Spicuzza, de 38 años, fue reportada como desaparecida por su familia el pasado 11 de febrero.
El 12 de febrero, a las 12:06, policías del Departamento de Monroeville atendieron una llamada que notificó el hallazgo de un cuerpo en el bloque 500 de Rosecrest Drive que resultó ser la conductora que vivía en el poblado de Turtle Creek, ubicado a 13 millas al este de Pittsburgh.
"(El cuerpo) estaba aproximadamente a 40 pies, creo, fuera de la carretera. En realidad, estaba al otro lado de un arroyo en una pequeña meseta en un área boscosa. Estaba a unos cientos de metros de un vecindario residencial", dijo el sábado pasado, en conferencia de prensa, el superintendente de la policía del condado de Allegheny, Victor Joseph.
Ese día, a las 08:43 am, oficiales del Departamento de Policía de Pitcairn localizaron también el vehículo de Spicuzza abandonado en el bloque 500 de la calle Cuarta en Pitcairn. En el interior no hallaron ni el teléfono de la mujer ni la cámara que portaba en el tablero.
Sin determinar en qué momento ocurrió, la policía dijo que un transeúnte encontró el teléfono de Spicuzza y se lo entregó a la policía.
Los agentes a cargo de la investigación usaron los datos, llamadas y mensajes, que contenía el teléfono para rastrear los movimientos que había tenido la mujer la noche del 10 de febrero cuando desapareció. Además, consultaron con la empresa Uber sobre sus registros de esa noche.
Dan con el último pasajero de Spicuzza
Después de cruzar los datos, los investigadores se concentraron en el último pasajero que Spicuzza trasladó. Así fue como identificaron a Calvin Crew, de 22 años, a quien lograron detener en Penn Hills el 17 de febrero bajo los cargos de homicidio, robo y destrucción de evidencia.
La policía recuperó más tarde la cámara del tablero del automóvil cerca de donde había terminado el viaje de Crew.
El superintendente Joseph aseguró que la cámara contenía "evidencia crítica" y fue recuperada "en el área donde terminaba el viaje".
En las imágenes se veía a Crew apuntando con una pistola a la cabeza de Spicuzza. Enseguida, se observa al hombre agarrando la cámara cuando terminó la grabación.
Las autoridades revisaron los registros del teléfono celular de Crew, compararon las ubicaciones de su viaje en Uber, junto con videos de vigilancia grabados a lo largo de la ruta y conversaciones telefónicas con su novia antes y después del paseo.
Según la denuncia penal, en las imágenes de la cámara se pudo ver cómo “saca un arma de fuego de su lado derecho y se inclina hacia Spicuzza”.
El hombre colocó su mano izquierda sobre el hombro izquierdo de la conductora y le ordenó que siguiera conduciendo, para luego, con su mano derecha, apuntarle con el arma en la parte trasera de la cabeza.
La mujer levantó la mano derecha y tocó el arma. "Tienes que estar bromeando", le dijo. Pero el hombre le aseguró que en efecto, se trataba de un arma.
“Vamos, tengo una familia”, dijo ella, a lo que él respondió: “Yo también tengo una familia, ahora maneja”.
En varias ocasiones el hombre le ordenó que completara el viaje y le tiraba del pelo, moviendo su cabeza.
"Te lo ruego, tengo cuatro hijos”, le pedía ella.
El hombre siguió apuntándole en la nuca. A las 9:34 pm extendió la otra mano y tomó el teléfono de la conductora.
“Haz lo que digo y todo estará bien”, le ordenó, antes de tomar también la cámara del auto. Según la denuncia, después de la que se presume haya sido la hora de la muerte de la mujer, se accedió a las aplicaciones de transferencia de dinero de su teléfono.
La novia de Crew dijo luego a la policía que el hombre le había pedido prestada su arma, de 9 mm. Cuando revisaron su casa, junto a la policía, el arma no estaba.
Aunque no están claras las causas que pudieron originar el crimen, la policía cree que se trata de un robo.
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