Árbol del pan: la silenciosa revolución del pan artesanal
Como ningún otro colombiano, los bogotanos siempre tienen afán. Es muy frecuente verlos apurados durante el tráfico, en las cafeterías, en los supermercados y ni que hablar del afán al comer.
Por eso, para desacelerar el día a día de los ‘rolos’, el equipo de Árbol del Pan, una panadería artesanal ubicada en Chapinero Alto, se la juega en una apuesta que va en contra del tiempo. ¡Entérate de los detalles en esta entrega!
Hacer pan lleva su tiempo
El proceso de un pan artesanal puede durar más de 18 horas. Todo comienza en la noche cuando el panadero de turno, de los 4 que trabajan en Árbol del Pan, deja todo listo para que el proceso de fermentación se lleve a cabo durante 12 horas, mientras todos duermen.
Al día siguiente, otro panadero usa más horas para mezclar, amasar y hacer un deliciosa chapata (Ciabatta) a base de harina, aceite de oliva, agua y sal, que en este caso, literalmente, se vende como ‘pan caliente’ y se esfuma en un par de segundos. Es que esa es la filosofía de este lugar en el que todo lleva su tiempo.
¿Dónde nace el Árbol del Pan?
Olga Lucia Visbal, dueña y gerente de Árbol del Pan, es arquitecta de profesión y luego de tomar varios cursos de panadería, encontró en el pan artesanal una idea perfecta para combinar el mundo del diseño y el arte, con la gastronomía.
Se trata de un pequeño rincón para refugiarse de la ciudad y tomarse el desayuno con calma. Una panadería abierta al público que puede ver lo que se está cocinando, una pared con plantas verdes y vivas que invitan a tomarse un nuevo aire, flores, olor a pan recién horneado y un café de la zona del país que prefiera son el toque final para vivir una experiencia a diario.
Ana María Torres es administradora de empresas de la Universidad de los Andes, es también prima de Olga Lucia y una apasionada por la onda artesanal en que va encaminada la empresa que hace pocos años era la panadería de barrio menos tradicional.
“Olga Lucia es un ejemplo muy bonito de emprendimiento porque está ligado a la pasión y no a la plata. Es un modelo de negocio muy lindo que vale la pena crecerlo. Nos gustaría estar en otros lugares de la ciudad”, afirma Ana María Torres.
El pan, que es posiblemente el alimento más milenario y más consumido en toda la historia, es el motivo para que cada uno de los colaboradores de esta panadería artesanal haga su trabajo con pasión, “la verdad la experiencia del pan artesanal ha sido espectacular. Hacerlo hoy día es ir en contra del tiempo”, expresa la administradora del lugar.
¿A qué sabe un pan artesanal?
Quizá las palabras nunca alcancen para describir en su totalidad los sabores que el paladar es capaz de experimentar, pero lo cierto es que sirven como aliciente a la imaginación para comprender que un pan de avena y dátiles no es nada parecido al pan corriente, o que un pan de müesli con semillas de girasol, nueces y manzana y un croissant de almendras pueden convertirse en el primer alimento que le dé un giro al día.
Y si los precios son la preocupación de algunos hay que decir que un baguette cuesta unos 3 mil pesos, una chapata no más 2 de mil y que un pan de avena y dátiles para varias personas, unos 6 mil pesos.
Incluso en pocos días los clientes se sorprenderán con unos desayunos muy europeos que van desde tostadas francesas, frittatas o huevos poché y almuerzos sencillos y balanceados con sándwiches de por medio y con servicio de domicilio ¿Genial no?
¿Qué impresión te deja el pan artesanal? ¿Cuál es tu tipo de pan favorito? Cuéntanos.
¿Dónde?
Bogotá, Calle 66 Bis # 4 – 63.
Télefono en Bogotá (1) 4817645.