5 comidas que de niños odiábamos y ahora nos gustan
¿Alguna vez dijiste “jamás voy a comer ese plato asqueroso”? Y ahora estás ahí deseando esa misma comida que tanto odiabas. De niños siempre teníamos nuestras comida favoritas, pero también estaban esas recetas que solían ser horrorosas para nuestra edad.
Con lo años, aprendimos a quererlas y ahora lo único que pensamos es “¡por qué desperdicié tantos años de mi vida sin esta comida!”. Si también pasaste del odio al amor con algunos sabores, no te pierdas estas comidas que odiábamos de niños y ahora nos gustan.
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#5 Pescado
No había peor día que el viernes santo y el bendito pescado que cocinaba mi madre. Odiaba el olor de esta comida y juré que nunca más iba a probarlo. Ahora no puedo despegarme de recetas con pescado que saben deliciosas.
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#4 Ensalada
¡Nunca entiendo cómo es posible que a mis hijos no les gusten las recetas de ensalada! Hasta que recuerdo mi infancia y me doy cuenta que yo también las odiaba. No sé de dónde viene ese sentimiento pero era algo no podía ver en mi plato.
Por suerte, encontré algunas recetas de ensaladas para niños que me dan resultado con los pequeños de la casa. ¡Ahora todos disfrutamos de una comida liviana y saludable!
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#3 Guiso de porotos
La ensalada y el pescado no eran nada en comparación con un guis o de porotos negros. Ahora, cada vez que bajan las temperaturas, aunque sea un poco, salgo corriendo a buscar los ingredientes necesarios para hacer este plato.
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#2 Bocaditos agridulces
Mi madre ya sabía que lo único que sobraba en mis cumpleaños era sus bocaditos agridulces. ¡Ningún niño comía esas cosas! Hasta que crecimos y nos dimos cuenta que su sabor es delicioso. Hoy en día amo los arrollados de carne agridulces y si hay algo que me encanta es la brocheta de pollo y piña. Simplemente ¡es exquisita!
#1 Cazuela de mondongo
De niña odiaba muchas comidas, pero ninguna como la cazuela de mondongo. Me daba asco de sólo mirarla y ver esa mezcla extraña de carne y porotos. Un día, me animé a probarla y fue lo mejor que me pasó en la vida.
¡Nada mejor que una comida de olla para cargar las energías y aplacar el frío del invierno!
¿Te sientes identificada? ¿Cuál era el plato que más detestabas de pequeña?
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