La rivalidad Trump-DeSantis y una denuncia de agresión sexual sacuden al CPAC, el influyente grupo conservador
La Conferencia anual de Acción Política Conservadora (CPAC, por sus siglas en inglés) que se celebra esta semana en Maryland reúne a figuras influyentes de la derecha y es considerado uno de los eventos más importantes del calendario para los conservadores. Pero este año, se ha convertido clave punto de encuentro para los partidarios del expresidente Donald Trump, al punto que muchas de esas figuras han preferido no asistir a la conferencia.
El sábado, último día del evento, Trump volverá a ser el orador principal de cierre del evento que, esta vez, no está atrayendo el mismo tipo de atención nacional de la que disfrutó en el pasado.
Para empezar, Trump ya no es el rey de los conservadores, al menos según los sondeos de opinión que muestran que su estrella ha menguado y que se enfrenta a un fuerte desafío por el liderazgo del partido por parte del gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Además, el jefe de la CPAC, Matt Schlapp, se enfrenta a acusaciones de conducta sexual inapropiada por parte de una antigua ayudante de campaña republicana, así como a denuncias por maltrato laboral. Schlapp, de 55 años, es asesor desde hace tiempo del expresidente Trump junto a su esposa, la estratega de medios cubanoestadounidense, Mercedes Schlapp.
Nada de esto parece molestar a Trump, quien en noviembre anunció que se presenta de nuevo a la nominación republicana a la presidencia en las elecciones de 2024.
Schlapp trabajó en la campaña presidencial de George W. Bush en 2000 antes de convertirse en cabildero en Washington para Koch Industries, propiedad de un multimillonario donante del partido republicano. Más tarde fundó su propia empresa de consultoría, Cove Strategies, con su esposa. Desde 2014, asumió la presidencia de American Conference Union (ACU), la institución matriz que organiza el CPAC, en sustitución del abogado cubano-estadounidense Al Cárdenas, expresidente del Partido Republicano de Florida, ahora casado con Ana Navarro, una de las más acérrimas críticas de Trump.
Una acusación anónima
de agresión sexual y difamación
El exmiembro del personal que señala a Schalapp ha preferido hasta ahora permanecer en el anonimato, aunque se sabe que trabajó para la campaña perdedora al Senado de Herschel Walker en Georgia el año pasado.
Fue durante una visita a Atlanta el pasado otoño cuando el empleado dice que fue manoseado en un coche por Schlapp. Según la demanda, cuando llegaron al hotel, Schlapp invitó al empleado a subir a su habitación, pero éste se negó. Más tarde informó a los altos cargos de la campaña de lo sucedido y grabó un vídeo en el que relataba los hechos.
La demanda por lesiones y difamación acusa a Schlapp de "acariciar agresivamente" la "zona genital" del empleado de forma continuada mientras conducía a Schlapp de vuelta a su hotel desde un bar. La demanda reclama más de 9 millones de dólares por daños y perjuicios.
Un abogado de Schlapp ha negado la acusación, mientras que responsables de la ACU la han denunciado como motivada políticamente.
Esta semana, The Washington Post informó que docenas de empleados actuales y antiguos y miembros de la junta entrevistados por el periódico describieron una amplia gama de quejas sobre Schlapp y la cultura "tóxica" del CPAC bajo su liderazgo.
Entre renuncias, denuncias y notables ausencias en CPAC
El diario informó de que más de la mitad del personal del CPAC ha renunciado desde 2021, según los empleados actuales y antiguos y los miembros de la junta, entre quejas de un ambiente de trabajo hostil que incluye comentarios sexistas y racistas. "La cultura era tóxica", dijo una ex directora de comunicación, Regina Bratton, al periódico.
Todo esto podría ser solo una tormenta en un vaso de agua si ocurriera en cualquier otro lugar que no fuera el CPAC y en un momento de creciente expectación sobre los candidatos a las elecciones de 2024.
DeSantis ha optado por mantenerse alejado de la conferencia de la CPAC, al igual que otros destacados republicanos y donantes, según informan numerosos medios. Otra ausencia notable es la de la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, que intervino en el evento del año pasado.
Algunos medios de comunicación conservadores también se mantienen al margen de la conferencia de este año, entre ellos Fox News, que ha sido patrocinador del evento en el pasado.
Fox News se ha distanciado de Trump últimamente, sobre todo después de que fuera demandada por 1.600 millones de dólares por difamación por la empresa de máquinas de votación Dominion Voting Systems. Dominion acusa a Fox de repetir falsas acusaciones de que sus máquinas de votación restaron votos a Trump.
"Es un reflejo de la situación actual de la política. Hay tantas plataformas diferentes en las que un candidato puede difundir su mensaje", dijo Matt Terrill, un antiguo consultor del Partido Republicano que ahora trabaja con la empresa de estrategia de medios, Firehouse Strategies.
Terril dice haber asistido al CPAC en años anteriores, pero afirma que ya no es el único espacio para proyectar el mensaje conservador.
"Hace años, el CPAC era el lugar al que había que ir. Sigue atrayendo a grandes multitudes y grandes nombres, por lo que sigue teniendo una presencia importante en el movimiento conservador, pero ahora hay muchas otras plataformas", añadió.
"La mayor y más influyente reunión de conservadores del mundo"
El Washington Post informó de que varios directores de la junta de la ACU están cada vez más preocupados por la reputación de la organización. Sin embargo, muchos miembros de la junta dicen que apoyan a Schlapp y le elogian por haber ampliado el perfil de la CPAC, incluyendo actos internacionales en México, Brasil y Japón.
CPAC no respondió a las preguntas de Univision sobre la venta de entradas y la asistencia a la conferencia de este año. Las entradas para el evento oscilan entre los 300 dólares y los 30,00 dólares para un nivel de acceso especial Platinum Plus, según su sitio web.
El evento, de cuatro días de duración, se autodefine como "la mayor y más influyente reunión de conservadores del mundo". Desde su fundación, el CPAC fue un evento atractivo para una amplia gama de activistas republicanos, pero los críticos dicen que durante los años de Trump se transformó más bien en un evento de promoción de su movimiento America First.
Trump busca recuperar el terreno perdido frente a DeSantis tras los decepcionantes resultados de mitad de mandato de noviembre, en parte achacados a su apoyo a varios negacionistas electorales desacreditados.
Los otros dos aspirantes presidenciales declarados tienen previsto pronunciar discursos en la CPAC; Nikki Haley, que fue embajadora de Trump ante las Naciones Unidas, y el poco conocido empresario de biotecnología Vivek Ramaswamy.
También intervendrán en la conferencia otros republicanos pro-Trump, como su ex secretario de Estado Mike Pompeo, y Kari Lake, la presentadora de televisión que se presentó sin éxito a las elecciones a gobernador de Arizona.
El sabado hará acto de presencia el expresidente brasileño, Jair Bolsonaro, conocido como el "Trump de los trópicos".
En una bofetada a CPAC, otros posibles candidatos presidenciales, el exvicepresidente Mike Pence y el senador Tim Scott, se reunirán con DeSantis a puerta cerrada en The Breakers, un complejo de lujo de Palm Beach a solo cinco kilómetros de la casa de Trump en Mar-a-Lago, donde se dirigirán a los donantes en un retiro organizado por el grupo antiimpuestos Club for Growth. Trump no ha sido invitado.
Trump arremetió esta semana contra Fox en su aplicación Truth Social media afirmando que promovía a DeSantis "tan duro" y la acusó de restar importancia a su propia encuesta que mostraba a Trump con una amplia ventaja sobre su potencial rival por la nominación.
Además, acusó a su propietario, Rupert Murdoch, de "ayudar e instigar la destrucción de Estados Unidos con noticias falsas".