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Guerra Rusia y Ucrania

La batalla por las municiones y las armas: el frente secreto en el que también se decide la cruenta guerra entre Rusia y Ucrania

Quien tenga el suministro más eficiente y abundante de municiones, desde balas para rifles hasta el amplio surtido de artillería y misiles desplegados en el campo de batalla, probablemente saldrá victorioso, dicen los expertos. (Read this article in English)
Publicado 12 Mar 2023 – 07:40 AM EDT | Actualizado 15 Mar 2023 – 05:07 PM EDT
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En el verano de 2021, un equipo de ejecutivos de Ukroboronprom, la industria armamentística ucraniana, visitó Washington DC en busca de socios que les ayudaran a impulsar su producción de material militar.

Pero no tuvieron mucha suerte. "Me dieron pena. Nadie quería hablar con ellos", dijo Roger Pardo-Maurer, ex alto funcionario del Pentágono y analista militar.

Aún faltaban meses para la invasión rusa de Kiev y el juicio político de Donald Trump -por sus presuntos esfuerzos para persuadir al presidente ucraniano de que investigara a Joe Biden- aún estaba fresca en la mente de la clase política.

Pardo-Maurer aceptó reunirse con los ejecutivos de Ukroboronprom. "Me impresionaron. Me dijeron: 'Sabemos que no tenemos el mejor material, pero nuestro material está a prueba de batallas contra Rusia'", recuerda. "Míralos ahora", añadió Pardo-Maurer.

Más de un año después de la invasión, el conflicto se ha convertido en una brutal guerra de desgaste en la que ambos bandos intentan mantener el ritmo de la enorme demanda de municiones mientras agotan rápidamente sus arsenales y ponen a prueba sus líneas de suministro.

Los indicios apuntan a que, como en casi todas las fases de la invasión hasta ahora, es Ucrania la que lleva la ventaja, a pesar de ser una fuerza militar de mucho menor tamaño a las invasoras del presidente Vladimir Putin.

La producción militar rusa: "una debilidad crítica"

La industria de defensa rusa no está a la altura de las exigencias de la "nueva ofensiva" que el país planea contra Ucrania, según el último informe de inteligencia del Ministerio de Defensa británico del mes pasado.

En él se sugería que la "producción militar-industrial" de Rusia se está convirtiendo en "una debilidad crítica", en parte debido a las sanciones impuestas por Estados Unidos, Europa y otros aliados ucranianos.

Ucrania debe su ventaja a varios factores, principalmente a la alianza de naciones que se han alineado para defenderla y suministrarle material militar y municiones. El ejército ruso también se ha enfrentado a problemas sistémicos de corrupción e ineficacia burocrática bajo el monopolio del poder de Putin, según los expertos.

El esfuerzo bélico de Putin está fracasando, en parte, debido a que la gigantesca industria de defensa estatal rusa produce muy pocas armas, y las que produce no pueden igualarse las sofisticadas armas occidentales, según Zoltan Barany, académico militar.

A pesar del gran esfuerzo de reforma realizado en las últimas dos décadas para modernizar la industria de defensa rusa y transformar el ejército en una fuerza de combate moderna, parece que el Kremlin se ha quedado corto.

"Como el mundo puede ver ahora, los esfuerzos para revisar el hinchado y mal equipado ejército postsoviético no han producido una fuerza de combate del siglo XXI que pueda igualar a los mejores ejércitos del mundo o contrarrestar sus capacidades", escribió en un artículo reciente, ' Por qué Rusia está perdiendo la guerra. Por qué fracasó el ejército de Putin', publicado por el Journal of Democracy en enero.

El ejército ruso no se ha enfrentado a una prueba seria antes de Ucrania

El Kremlin ha desplegado su ejército en los últimos años en lugares como Siria, Chechenia y Georgia, pero "Rusia nunca se ha enfrentado a un ejército entrenado por Occidente", dijo Erich de la Fuente, experto en Rusia y Ucrania de la Universidad Internacional de Florida (FIU).

"No se han enfrentado realmente a un rival serio. Por tanto, nadie conocía realmente el nivel de fragilidad que estamos viendo ahora por parte de Rusia.Muchas de las armas que tienen no están a la altura de las que tenemos nosotros", añadió de la Fuente.

Por otro lado, Ucrania inició su propio esfuerzo de reforma, mucho más exitoso, con apoyo occidental, a partir de 2014, cuando las fuerzas rusas se apoderaron de Crimea.

Las armas de largo alcance suministradas por Estados Unidos, como la artillería HIMARS, han dado a Ucrania una ventaja en el campo de batalla, permitiéndole alcanzar objetivos muy por encima de su capacidad anterior. Los modernos misiles antitanque estadounidenses y europeos resultaron cruciales para repeler el avance ruso en las primeras fases de la invasión. Pronto Ucrania empezará a recibir tanques alemanes, británicos y estadounidenses.

Por su parte, Ukroboronprom se vio obligada a reubicar sus operaciones después de que Rusia destruyera algunas de sus instalaciones a principios de la invasión. Aun así, la empresa estatal afirma que ha conseguido aumentar la producción de munición de diversos calibres en cooperación con varios países de la OTAN.

Los dos lados necesitan más municiones... y rápidamente

Los mandos de ambos bandos han advertido últimamente que necesitan más munición para poder mantener las líneas del frente en el este del país, donde Rusia está montando una ofensiva para acabar con la tenaz resistencia ucraniana en torno a la ciudad sitiada de Bajmut.

El ministro de Defensa ucraniano, Oleksiy Reznikov, advirtió recientemente que las fuerzas de su país solo están disparando una quinta parte de los cartuchos que sus sistemas de artillería son capaces de disparar debido a la falta de suministros, según una carta suya obtenida por el Financial Times. Reznikov declaró que Ucrania estaba disparando 110,000 proyectiles de calibre 155 mm al mes, una cuarta parte de la cantidad utilizada por Rusia.

El jefe ruso de la brigada mercenaria Wagner, Yevgeny Prigozhin, también ha expresado públicamente su preocupación por la escasez de munición que llega a sus hombres que combaten en Bajmut. En un video, Prigozhin dijo que estaban llegando nuevas entregas de munición etiquetadas como producidas en 2023, pero que no era suficiente. "Me preocupa la escasez de munición y proyectiles, no solo para la empresa militar privada Wagner, sino para todas las unidades del ejército ruso", afirmó.

Prigozhin también dijo que necesitaba refuerzos de tropas, una indicación de las elevadas bajas que Rusia ha sufrido hasta ahora, superiores a 200,000 muertos y heridos.

Las oficinas de alistamiento militar rusas tienen capacidad administrativa para reclutar 130,000 reclutas por ciclo de seis meses, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), que facilita informes diarios sobre los avances en el conflicto. Añadió que el mando militar ruso no está equipando adecuadamente a sus fuerzas, a pesar de que estas cada vez realizan más combates cuerpo a cuerpo en Ucrania.

Los servicios de inteligencia británicos destacaron un ataque de al menos 80 misiles rusos de largo alcance contra Ucrania el jueves como ejemplo de los problemas de suministro de munición de Moscú.

Fue la primera oleada importante de ataques de largo alcance desde el 16 de febrero y la mayor desde diciembre. "El intervalo entre oleadas de ataques probablemente está aumentando porque Rusia necesita ahora almacenar una masa crítica de misiles de nueva producción", según el gobierno británico.

El efecto de las sanciones está afectando a la industria militar rusa

Las sanciones globales contra Rusia también han dado a Ucrania una ventaja asimétrica en capacidad industrial militar, según Mick Ryan, estratega militar y general de división retirado de las fuerzas armadas australianas.

Las sanciones obligaron a Putin a hacerse con las fábricas rusas e imponer una economía de guerra, mientras que Ucrania ha podido aprovechar los recursos de decenas de países aliados.

"Esto ha demostrado ser un modelo más duradero de lo que Putin esperaba antes de la guerra. Ha sido una de las varias sorpresas que Ucrania y sus socios occidentales han dado a los rusos en el último año", escribió en Twitter.

Estados Unidos ha comprometido casi 80,000 millones de dólares en ayuda a Ucrania, incluidos casi 50,000 millones en ayuda militar, según el Instituto Kiel para la Economía Mundial, que realiza un seguimiento del gasto mundial en ayuda a Ucrania.

Europa planea aumentar su capacidad militar para ayudar a Ucrania

El jefe de la política exterior de la Unión Europea, Josep Borrell, esbozó la semana pasada un plan a largo plazo para aumentar la capacidad de fabricación de su industria de defensa con el fin de suministrar a Ucrania un millón de cartuchos de munición de artillería pesada, que espera se acuerde en una reunión de ministros de Defensa y Asuntos Exteriores el 20 de marzo.

El plan incluye mil millones de euros para un nuevo paquete de apoyo a la compra de artillería de 155 mm y 152 mm, así como otros mil millones de euros para ayudar a rellenar los arsenales de artillería de los Estados miembros que suministran armas a Ucrania.

"Los miembros se animarán a rebuscar más en sus arsenales si reciben la garantía de que pueden reponer sus existencias, entonces estarán más dispuestos a apoyar a Ucrania", declaró Borrell en rueda de prensa.

El veterano político español afirmó que los Estados miembros de la UE deben adoptar una "mentalidad de guerra" para hacer frente al desafío. "Para que Ucrania gane la paz, tiene que ganar la guerra", afirmó.

"El tiempo es esencial [...] tenemos que aportar más, pero tenemos que hacerlo más rápido", añadió.

Rusia busca ayuda de Irán, Corea del Norte y China

Las sanciones de EEUU y la UE contra Rusia también han afectado a personas y empresas supuestamente implicadas en el apoyo al ejército ruso durante la guerra de Ucrania.

Las sanciones han cortado el acceso de Rusia a la electrónica occidental que es clave para las armas modernas avanzadas, así como los fondos para invertir en nuevas fábricas de armas más modernas. Como resultado, Putin ha tenido que recurrir a países menos avanzados tecnológicamente, como Irán y Corea del Norte, para obtener suministros militares.

"La inteligencia militar ha demostrado que es probable que la escasez de componentes en Rusia como consecuencia de las sanciones ya esté afectando a su capacidad de producir equipos para la exportación, como vehículos blindados, helicópteros de ataque y sistemas de defensa antiaérea", declaró el Ministerio de Asuntos Exteriores británico.

China está considerando la posibilidad de enviar a Moscú munición y artillería, según funcionarios estadounidenses, lo que podría cambiar el equilibrio de fuerzas en los próximos meses. China ha acusado a Estados Unidos de "desinformación" sobre las reclamaciones y ha dicho a Washington que no interfiera en su relación con Moscú.

¿Es demasiado tarde para que Rusia se recupere?

Puede que sea demasiado tarde para que Rusia se ponga al día.

Aunque el presupuesto militar de Rusia ha aumentado más de cuatro veces desde la década de 1990, hasta unos 65,000 millones de dólares, sigue siendo menos de una décima parte del gasto anual en defensa de Estados Unidos, escribió Barany. Irónicamente, el conflicto con Ucrania en 2014 le costó a Rusia sus lazos de larga data con importantes productores de armas ucranianos.

El Programa Estatal de Armamento de Rusia encargó la fabricación o renovación del 70% del armamento militar durante la última década, según Barany. Desarrolló nueva artillería, introdujo algunos misiles de crucero de alta precisión, entregó varios centenares de nuevos tanques y añadió casi quinientos nuevos aviones de combate armados con misiles guiados por radar.

Pero la burocracia rusa, centralizada e ineficaz, sigue obstaculizando el control de calidad en sus fábricas y las sanciones han privado a Putin de fondos para sustituir máquinas-herramienta anticuadas y pagar la investigación y el desarrollo.

La corrupción a gran escala hace desaparecer cientos de millones de dólares. Un fiscal militar ruso admitió recientemente que se había robado alrededor de una quinta parte del presupuesto del Ministerio de Defensa; otros funcionarios dijeron que podría llegar a dos quintas partes, señaló Barany.

"Los retos sistémicos y estructurales que acosan a la industria de defensa rusa no van a desaparecer", escribió Barany. "Los fabricantes de armas rusos están muy lejos de producir armas que puedan competir con las occidentales en sofisticación tecnológica y calidad general. La construcción a gran escala de municiones guiadas de precisión, sistemas de puntería y drones de largo alcance para ataques pesados está fuera del alcance de la industria rusa", concluyó.

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