null: nullpx
Asesinato de Jovenel Moise

Magnicidio en Haití: ¿cuánto sabía el gobierno de EEUU del complot para asesinar a Moïse?

La presencia de tres informantes del gobierno de EEUU en la operación que culminó con el asesinato del presidente Jovenel Moïse, ha planteado interrogantes sobre cuánto sabía Washington del plan que se fraguó en Miami. ¿Tiene el FBI un conflicto de intereses si está investigando un caso en el que está implicado uno de sus informantes? (Read this article in English)
Publicado 29 Mar 2023 – 10:11 AM EDT | Actualizado 29 Mar 2023 – 01:12 PM EDT
Comparte
Cargando Video...

MIAMI.- En abril de 2021, los propietarios de una pequeña empresa de seguridad del sur de Florida se reunieron para hablar de la adquisición de armas y material militar como parte de un plan para destituir al presidente de Haití, Jovenel Moïse.

En el transcurso de varias reuniones, la empresa de seguridad afirmó tener vínculos con el Buró Federal de Investigaciones (FBI) y el Departamento de Justicia y sugirió que el gobierno de Estados Unidos respaldaba su plan para destituir a Moïse.

Al menos a una de esas reuniones asistieron agentes de esa agencia federal que afirmaron que la empresa de seguridad "intentó atraer al personal del FBI (...) a una discusión sobre el cambio de régimen en Haití", según documentos judiciales.

Funcionarios estadounidenses confirmaron que la reunión había tenido lugar, pero negaron que alguien del gobierno hubiera autorizado el complot para destituir a Moïse y que desembocó en su asesinato tres meses después.

Sin embargo, quedaron sin respuesta las preguntas sobre cuánto supieron los agentes del FBI del complot y si intentaron detenerlo, o si avisaron a alguien de más alto rango del gobierno o de los servicios de inteligencia estadounidenses.

Una empresa de seguridad de Miami contrata a exmilitares colombianos

Los colombianos fueron contratados por la CTU Federal Academy, la misma empresa que organizó las reuniones con los agentes del FBI en Doral, una pequeña ciudad al oeste de Miami, según la propia empresa.

Varios de los presuntos conspiradores, incluidos los propietarios de CTU Federal Academy, Antonio Intriago y Arcangel Pretel, fueron detenidos el mes pasado y acusados ante una corte federal de conspiración para asesinar a Moise. Se enfrentan a cadena perpetua si son declarados culpables.


En el momento de las reuniones en Doral, Pretel era también un informante activo del FBI, según documentos judiciales, incluida una declaración jurada de uno de los agentes del FBI que investigaba la trama. Pretel, un ciudadano colombiano que se mudó a Miami en 2015 y está solicitando la residencia estadounidense, fue "desactivado" como informante tras el asesinato, revelan los documentos judiciales.

Otros dos hombres encarcelados acusados en la trama, un expolicía haitiano-estadounidense, Joseph Vincent, y un exnarcotraficante convicto, Rodolph Jaar, también eran exinformantes de la Agencia Antidrogas de EEUU (DEA), aunque no estaban activos en el momento del asesinato de Moïse, según los documentos judiciales.

Los colombianos se sienten engañados por CTU

Una abogada de los exsoldados colombianos dijo a Univision Noticias que ellos actuaron bajo la creencia de que el complot estaba aprobado por el gobierno de Estados Unidos y fueron engañados por CTU Federal Academy.

"Estaban absolutamente convencidos de que trabajaban para una parte del gobierno de Estados Unidos, miembros que no sé si eran del FBI, de la CIA o de la DEA", dice la abogada Sondra McCollins.

“Les llegaron a decir que tenían que hacerles un acompañamiento para la captura de una persona muy importante y que los 22 tenían que acompañarlos,” agrega McCollins, refiriéndose a los exmilitares colombianos a los que representa ante organizaciones de derechos humanos.

Los exmilitares volaron a Haití con pasajes comprados por la empresa. Intriago viajó desde Miami para reunirse con ellos y recibieron sesiones informativas periódicas de Pretel a través de Zoom, de acuerdo con fuentes de Univision Noticias.

Cómo evolucionó el plan para matar al presidente

Moïse

El plan inicial de la CTU era ayudar al cambio de régimen, no al asesinato, según los documentos judiciales. Pero algo cambió entre abril y julio. La noche anterior a la operación, todos los participantes fueron informados de que la misión consistía en matar al presidente, según los fiscales federales de Miami.

La noche del asesinato, uno de los hombres del convoy que llegó a la residencia de Moïse gritó que se trataba de "una operación de la DEA", algo que el gobierno estadounidense negó rotundamente.

Supuestamente, el plan era instalar un nuevo gobierno y los colombianos debían integrarse como equipo de seguridad del nuevo presidente.

Pero en cuestión de horas todos los colombianos fueron detenidos, y los demás conspiradores - algunos políticos haitianos y un magistrado del Tribunal Supremo entre ellos - abandonaron la escena.

Dudas sobre el papel de Estados Unidos

A medida que se conocen detalles de los procesos judiciales en Miami y Haití, han surgido inquietantes preguntas sobre el papel que jugó Estados Unidos antes, durante y después del ataque.

McCollins sostiene que la mayoría de los detenidos pensaba que Pretel, quien fue identificado por la Fiscalía como uno de los cerebros de la operación, era un enlace oficial del gobierno de Estados Unidos.

Uno de los detenidos lo explicó recientemente desde una prisión en Haití: “Nosotros estábamos convencidos de estar realizando, de estar apoyando una labor legal para el FBI y el Departamento de Estado,” dijo a Univision Juan Carlos Yepes, en un video enviado desde la cárcel.


En las reuniones de Zoom, Pretel se vestía de militar y hacía creer a su alrededor que era un excoronel del Ejército. No está claro si alguna vez sirvió en el Ejército de Colombia. Univision no pudo encontrar ningún registro de su servicio.

Según el registro civil colombiano, el empresario de 50 años nació en Cali. Según algunos de los familiares de los exsoldados colombianos detenidos en Haití, Pretel trabajó estrechamente con los militares en Cali en la década de 1990 durante la persecución de los líderes del Cartel de Cali, conocido como el 'Bloque de Búsqueda'.


Pretel hizo circular fotos suyas delante de oficinas e insignias del gobierno estadounidense. En una de ellas que obtuvo Univision, Pretel aparece delante de una pared con un mosaico de logotipos de varias ramas de las fuerzas militares estadounidenses, entre ellas el Ejército, el Cuerpo de Marina, la Armada y las Fuerzas Aéreas.

Resulta que la galería está situada en una zona pública del Aeropuerto Internacional de Miami, conocida como el monumento conmemorativo 'Muro de Honor', en el que figuran los nombres de los militares del sur de Florida que murieron en la 'guerra mundial contra el terrorismo'.

Pretel, en efecto, no era ajeno al gobierno de Estados Unidos. En el affidavit del agente del FBI, Pretel es descrito como una "fuente confidencial". Pero, el FBI alega que el líder colombiano del operativo "podría haber tratado de usar" su relación previa con el gobierno de Estados Unidos para sugerir a otros que CTU estaba afiliada al FBI o al Departamento de Justicia.

Lo cual era falso, según el gobierno. El agente añadió que Pretel "no reveló al FBI" el complot para asesinar a Moïse.

¿Qué sabía el FBI del complot de Haití y cuándo?

Quedan muchas preguntas.

Durante más de un año, el FBI se negó a comentar los rumores sobre la relación de Pretel con la agencia, incluso después de que los abogados de CTU emitieran un comunicado de prensa describiendo las reuniones de abril con los agentes.

En documentos judiciales el FBI admite ahora que los agentes estuvieron presentes en una reunión en la que los presuntos conspiradores hablaron de un plan para hacer cambios políticos en Haití. De acuerdo con documentos judiciales, el FBI opinó que no debían entrometerse en asuntos de otros países. Un agente del FBI le dijo a los hombres, en esencia, que el FBI no podía ayudarlos porque Haití tenía que resolver sus problemas por sí mismo”, afirma el affidavit.

El FBI aclaró que Pretel habia sido informante "en asuntos no relacionados" a Haití. Según fuentes de Univision y medios colombianos, Pretel colaboró como informante con el espionaje en Colombia en un caso relacionado con el negocio de armas destinado a la guerrilla de las FARC.

Lo que no se sabe es cuánta preocupación causó al organismo este tipo de reuniones.

Según la ley estadounidense, es delito conspirar "para matar, secuestrar, mutilar o herir a personas" y causar daños materiales en un país extranjero. Tras los numerosos intentos inútiles de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en la década de 1960 para asesinar al líder cubano Fidel Castro, "ninguna persona empleada por el gobierno de Estados Unidos o que actúe en su nombre podrá participar en asesinatos ni conspirar para ello", según la ley.

Los funcionarios estadounidenses también tienen el "deber de avisar" si reciben información sobre un complot para asesinar a un jefe de Estado extranjero. En este caso no se sabe si eso ocurrió.

El FBI declinó hacer comentarios sobre el caso. El Departamento de Estado no respondió inmediatamente a una solicitud escrita de comentarios sobre lo que sabía de la trama.

Los exsoldados colombianos también se preguntan si podrían haber evitado caer en una trampa si el FBI hubiera intervenido a tiempo para detener el complot. Tres de los colombianos murieron tras el asalto.

"Ahora nos enteramos que agentes del FBI manifiestan haber sido engañados por esa compañía de seguridad estadounidense. Si ellos fueron engañados, ¿qué les hace pensar que a nosotros no nos engañaron?", dijo Yepes en el video enviado a Univision Noticias.

Cargando Video...
Acusado del homicidio de Jovenel Moise estuvo en contacto con la DEA durante el ataque, asegura exabogada del sujeto

El expolicía haitiano Joseph Vincent trabajó como informante de la DEA

Pretel no ha sido el único informante relacionado con el caso Moïse que ha tenido vínculos con el gobierno de Estados Unidos. El expolicía haitiano Joseph Vincent acusado de participar en el complot, trabajó como informante de la DEA, según lo confirmó a Univision su abogada Regina Borges de Moraes, ex fiscal federal del sur de Florida.

Borges dijo que su cliente le dijo que estuvo en contacto con un agente de la DEA mientras se producían los confusos acontecimientos de Puerto Príncipe. "Todo lo que sucedió hasta el momento de los disparos y también después, mi cliente estuvo constantemente en contacto con el gobierno de Estados Unidos", dijo Borges, quien representó a Vincent al inicio del caso.

La abogada aclaró que Vincent ya no era un informante activo cuando Moïse fue asesinado, pero afirma que había trabajado en múltiples infiltraciones previas. "Él entra en eso por su cuenta. Pero él informaba al encargado y también al Departamento de Estado de lo que estaba pasando", dijo Borges en una entrevista con Univision.

Borges sostiene que el agente de la DEA con el que se comunicó su cliente estaba en otro país en ese momento. Ese agente, le dijo Vincent, le habría ofrecido ayuda de emergencia para sacarle de Haití.

Al final, la DEA convenció a Vincent para que se entregara a las autoridades en Haití al día siguiente del asesinato.

Univision Noticias obtuvo un registro de los números de teléfono que Vincent marcó en las horas posteriores al asesinato. Uno de los números parece ser el de su contacto en Las Bahamas.

Univision llamó al número y pidió hablar con el agente. La persona que contestó reconoció inmediatamente el número y preguntó: "Cómo ha conseguido este número?". Luego se ofreció a pasar un mensaje a "un punto de contacto".

Por no existir una confirmación definitiva de la identidad del agente, Univision se abstiene de publicar su nombre.

Vincent fue extraditado de Haití a Estados Unidos, donde enfrenta cargos de conspiración por el asesinato de Moïse.

Rodolph Jaar traficaba cocaína mientras trabajaba como informante de la DEA

Otro acusado con vínculos con el gobierno estadounidense es Rodolph Jaar, un empresario chileno-haitiano. Jaar fue condenado en 2013 en Miami por el robo de 50 kilos de cocaína valorados en un millón de dólares mientras trabajaba como informante de la DEA.

El lunes, Jaar se convirtió en el primero de los presuntos conspiradores en declararse culpable y admitió que ayudó a proporcionar las armas utilizadas en el magnicidio.

Hasta el momento, la investigación, dirigida por el FBI y la división de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (HSI), se ha saldado con la detención de 11 personas acusadas en Miami de conspiración en el caso relacionado con el asesinato de Moïse.

Dos de los exsoldados colombianos que participaron en el ataque a la casa de Moïse se encuentran entre los encarcelados en Miami a la espera de juicio. El resto está detenido en Haití.

En un curioso giro, el Departamento de Justicia pidió al juez del caso que imponga medidas de seguridad especiales para proteger información de seguridad nacional, una indicación de que las pruebas podrían revelar detalles secretos de las acciones de agentes de inteligencia o informantes del gobierno estadounidense.

El aparente conflicto de intereses del FBI en el caso ha levantado las sospechas de la opinión pública. "Dependemos del FBI para llevar a cabo esta investigación sabiendo que el FBI puede tener información que afecte a la investigación pero que no quiere que se haga pública", dijo Jake Johnston, investigador del Center for Economic and Policy Research de Washington DC (CEPR) que sigue de cerca el caso.

"Esto explica por qué es tan necesaria la supervisión externa o la transparencia en este proceso, especialmente por parte del Congreso", añadió.

Un semáforo en rojo y dudas sobre los protocolos del FBI

Pretel fue detenido el 14 de febrero en Miami. Apenas había dejado rastro de su vida en la ciudad, salvo algunas infracciones de tráfico de las que no respondió.

En una de ellas se le ve pasando un semáforo en rojo. Tuvo que pagar una multa de 277 dólares.

Univision no pudo hablar con su abogado debido a un conflicto sobre quién le representa.

El día del arresto de Pretel, un periodista preguntó al fiscal del sur de la Florida, Markenzy Lapointe, si consideraba que el FBI había sido engañado por Pretel.

El fiscal respondió: "Cualquiera que sea el protocolo que use el FBI para tratar con las fuentes y su conducta, eso será para otro día".

Loading
Cargando galería
Comparte