El caso de Manuel Marín: el expropietario de los supermercados Presidente acusado de un perturbador crimen
Entre lágrimas, Daisy Holcombe habló el miércoles ante un jurado en el tribunal del condado de Miami-Dade sobre la última vez que vio a su marido, el diseñador de interiores de Miami, Camilo Salazar, en mayo de 2011.
"Te veré pronto", le dijo Salazar, según Holcombe, quien testificó durante el segundo día del juicio contra Manuel Marín, cofundador de Presidente Supermarket.
Horas después, su cuerpo fue encontrado muerto en un incendio cerca del pantano de los Everglades. Según los detectives, los asesinos torturaron, degollaron y prendieron fuego a la parte baja de su cuerpo con gasolina.
Los fiscales alegan que Marín, un destacado empresario cubano-americano con un yate multimillonario y una mansión frente a la bahía, creía que Salazar tenía una aventura con su esposa. Dos días después del hallazgo del cadáver, Marín abandonó a su mujer y a sus cuatro hijos y se dio a la fuga, convirtiéndose en fugitivo del FBI. Desapareció durante siete años, antes de entregarse finalmente en 2018 en la embajada de Estados Unidos en España.
Los fiscales acusaron a Marín de asesinato en segundo grado y conspiración para cometer secuestro y se enfrenta a una sentencia de cadena perpetua si es declarado culpable.
Supermercados Presidente emitió un comunicado diciendo que "no ha tenido participación alguna en la compañía desde 2011".
"Carlos Salazar no solo fue asesinado, fue torturado"
Durante las declaraciones de apertura el martes, el fiscal estatal adjunto de Miami-Dade, Jonathan Borst, dijo a los miembros del jurado que Marin ordenó el castigo "definitivo" para Salazar, informó The Miami Herald. "La garganta cortada. Muñecas y manos atadas con un cinturón. Cara y manos muy golpeadas, fracturadas. Prendido fuego. Carlos Salazar no sólo fue asesinado, fue torturado", dijo Borst.
El abogado defensor de Marín, José Quiñón, admitió ante los miembros del jurado que el asunto desgarró a la pareja, pero también argumentó que no había pruebas de que su cliente cometiera un crimen. "Ni una sola prueba apunta al señor Marín", dijo.
Jenny Marín, que estaba casada con el acusado, testificó sobre el momento en que su marido descubrió que tenía una aventura con Salazar.
"Empezó a gritar y a hacer preguntas de forma consecutiva", dijo Jenny Marin, añadiendo que las preguntas incluían: "'¿A quién has venido a ver? ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué me mientes? ¿Por qué sigues viendo a esta persona?", declaró.
Los asesinos de Manuel Marín ya fueron condenados
En 2019, un jurado condenó a uno de los asesinos, Robert Isaac, por asesinato en segundo grado y conspiración para cometer secuestro y asesinato. Otro hombre, Alexis Vila Perdomo, también fue declarado culpable de conspiración para cometer secuestro y asesinato. Marín dio trabajo a Perdomo en sus supermercados y le ayudó a abrir un estudio de lucha libre. El tercer hombre, Ariel 'La Pantera' Gandulla, antiguo luchador de MMA al que Marín ayudó a salir de Cuba, admitió haber participado en el secuestro de Salazar, pero dice que no tuvo nada que ver con el asesinato.
Isaac fue condenado a cadena perpetua y Vila Perdomo a 15 años de prisión. Gandulla fue condenado a 36 meses de prisión.
Marín descubrió que su mujer le era infiel
En el estrado de los testigos, Jenny Marín admitió que su romance con Salazar floreció y describió cómo su marido descubrió su infidelidad y se enfrentó a ella en 2011 después de que la siguiera a una reunión con Salazar. Unos meses después, en mayo, la familia hizo un viaje en su yate a Bimini, en Las Bahamas. En el yate, Jenny Marín dice que su marido le dijo que tenía que poner fin a la aventura y le advirtió de la "desgracia" que les ocurriría.
El día que regresaron del viaje, Jenny Marín declaró que su marido le dijo que tenía que ocuparse de un asunto de negocios en una de las tiendas. Su ausencia de la casa coincidió con el momento en que, según los fiscales, Salazar fue asesinado.
Creen que Gandulla, Vila Perdomo e Isaac secuestraron a Salazar y después se reunieron con Manuel Marín. También dicen que las pruebas de los teléfonos móviles y las torres de telefonía celular demostrarán que todos menos Gandulla estuvieron en el lugar del asesinato, en un campo al borde de los Everglades, informó The Miami Herald.
Marín y su mujer están ahora divorciados. En el acuerdo, entre la manutención de los hijos y la pensión alimenticia, Jenny Marín recibía 30,000 dólares al mes y se quedó con su lujosa casa.