Ni los ahogamientos ni los altos niveles del Río Bravo detienen el flujo de migrantes que intentan cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Agentes de la Patrulla Fronteriza no dan abasto para detenerlos y procesarlos, ya que hay días que, por la frontera de Piedras Negras, México, y Eagle Pass, Texas, cruzan de 1,500 a 2,000 migrantes. Fue "una experiencia muy única", dijo una nicaragüense, de 26 años, que se aventuró a cruzar el río embarazada.
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