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Derrumbe de edificio en Surfside (Miami)

“Necesitamos un lugar al que llamar hogar”: sobrevivientes de Surfside buscan casa y estabilidad tras derrumbe

A poco más de un mes del colapso del condominio en el que perdieron tanto, los sobrevivientes intentan salir adelante. Un grupo les ha ofrecido asistencia para cubrir los gastos de sus nuevas viviendas.
29 Jul 2021 – 11:08 AM EDT
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Saben que son afortunados por estar vivos tras el colapso de su edificio en Surfside; pero ahora, algunos a sus 72, 82 o 83 años, deben empezar de nuevo sin el techo que pensaron tendrían asegurado en su comunidad, sin las pertenencias de toda una vida.

A poco más de un mes del derrumbe, vecinos que vivían en la sección de la Champlain Towers South que no se derrumbó el 24 de junio o que se salvaron por no estar en sus apartamentos cuando desaparecieron en segundos, necesitan ayuda para conseguir una vivienda; mientras se deciden los asuntos legales pendientes o los trámites con las aseguradoras, que pueden tardar mucho tiempo.

Inmediatamente después de la tragedia, múltiples grupos caritativos y fundaciones se organizaron para reunir donativos y ayuda, desde comidas y noches de hotel hasta artículos de primera necesidad, pero ahora les urgen soluciones más duraderas, señaló Michael Capponi, presidente de Global Empowerment Mission (GEM), una organización que en alianza con The Shul de Bal Harbour y otros grupos caritativos y empresas está ofreciendo ayuda para que los sobrevivientes consigan una nueva vivienda.

“Luego de ese salvavidas necesitamos una roca… Necesitamos un lugar al que llamar hogar”, dijo Zulia Taub, una de las vecinas que compró su apartamento en las Torres Champlain hace dos décadas.


Durante una rueda de prensa en la sede de GEM, Taub recordó cuando poco después del colapso, Michael Capponi, presidente de GEM, la abrazó y le dió una caja con un cepillo de diente eléctrico, un cargador, cremas, cosas que se suelen tener en casa y “que damos por sentado”, pero que todos perdieron tras el derrumbe.

Taub salió con la ropa que tenía puesta y gracias a una amiga, por ahora, tiene un apartamento no muy lejos de la antigua torre de Champlain, de la que la rescataron en la madrugada de la tragedia.

“Necesito un lugar permanente”, dijo Taub. Sus amistades y grupo de apoyo están todos cerca de Surfside, por lo que, a sus 82 años, quisiera quedarse en la ciudad de unos 6,000 habitantes, pero con un ingreso limitado teme no poder seguir en la comunidad. No es fácil ser ahora la que recibe, pero su agradecimiento es inmenso, aseguró. Hasta le dejaron ropa de su talla un día.

Representantes de GEM señalaron que han reunido más de 370,000 dólares, de los cuales ya han adjudicado un 93% en ayudas. Esperan poder reunir 500,000 dólares para cubrir un año de alquiler para los sobrevivientes, pero por ahora les ofrecieron pagarles el primer y último mes de alquiler más el depósito. Anticipan ayudar a unas 35 familias afectadas. Están recibiendo donativos en su sitio web. Las solicitudes de vivieda se pueden presentar hasta el 15 de agosto.

También tienen ya algunas viviendas disponibles en Boca Ratón, amuebladas y con seis meses de alquiler pagados.

Tras la tragedia, se lanzó también este portal para reunir fondos para las familias afectadas.

Encuentro y futuro

Julieta Apfelbaum, nativa de El Líbano quien emigró a Argentina y luego a Miami, tenía más de 20 años en su apartamento 706, ya pagado, y todos los recuerdos de su difunto esposo.

“Necesito tener mis cosas, extraño todo”, dijo. “Me siento perdida”.

Mientras encuentra un nuevo hogar, Apfelbaum se mudó con su hija, al cuarto de su nieta, que a su vez se fue a dormir a un sillón, relató. Su familia confía en su fortaleza y en que saldrá adelante, pues ha superado obstáculos más fuertes en su vida, pero “uno necesita su propio lugar”, asegura.

Cuando escuchó un ruido muy fuerte en la madrugada del 24 de junio, un vecino le dijo a Apfelbaum que el edificio se había caído. Su unidad estaba en la sección que quedó en pie y, desde el balcón, los bomberos la rescataron con una grúa.

Pensó que podría regresar, pero el 4 de julio, con la amenaza del huracán Elsa y ante la inestabilidad de la infraestructura, las autoridades optaron por derribar lo que quedaba en pie del edificio, con todas sus pertenencias.

El miércoles, Apfelbaum se emocionó cuando volvió a ver a Taub, su vecina del quinto piso. Se abrazaron fuerte, como protegiéndose en medio de una tormenta.

Automóviles como “arepas”

Carlos Hernández, un terapista de 69 años especializado en aliviar dolores musculares, tuvo la suerte de estar de viaje en su natal Colombia cuando se cayó parte del edificio. Se había ido de vacaciones con su vecina, y dueña del apartamento que alquilaba, Stella Koniecpolski.

Vivían en los penthouses 1207 y 1208. Les quedaron las maletas que empacaron. Todavía tiene esperanzas de recuperar una caja fuerte de entre los escombros que la policía y expertos sacaron del edificio.

Hernandez optó por irse a Boca Ratón y no tiene planes de retornar a Surfside. Cree que lo va a ayudar a salir adelante. "Es más fuerte empezar otra vez para las personas de edad", señaló.

Al igual que los otros vecinos, Hernández perdió su automóvil Toyota Corolla en el derrumbe. “Quedaron como arepas”, dijo. Ahora, está en plenos trámites con el seguro automotriz para tratar de recuperar la pérdida.

Capponi, de GEM, dijo que intentarán asociarse con compañías de alquiler de autos para que los sobrevivientes puedan obtener vehículos gratuitos, al menos por unos meses.

Al lado de Hernández, Koniecpolski sostenía un celular que le donó la Cruz Roja, mientras luchaba para contener las lágrimas al recordar todo lo que perdió con el colapso.

“Soy fuerte, tengo que serlo, no me queda otra opción”, dijo.

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