El momento de comprarle el primer auto a tu hijo o hija está rodeado de emociones encontradas. Para él o ella es un paso que los acerca a la adultez y está rodeado de alegría y orgullo. Pero para los padres es una historia muy diferente. Estos lo ven como un momento donde los hijos toman las riendas de un vehículo (y todos los riesgos asociados) sin terminar aún el crecimiento personal que trae madurez y responsabilidad.