Luke Cage logró lo imposible: arregló todo lo malo de Iron Fist en tan solo un episodio
Todos sabemos lo mala que fue Iron Fist y los problemas con Danny Rand se acrecentaron con The Defenders. El personaje simplemente no cuadra cuando tenemos grandes exponentes como Jessica Jones y Matt Murdock. Hasta Luke Cage parece un personaje profundo al lado de la interpretación de Finn Jones. Pero todo podría cambiar de ahora en adelante.
La temporada 2 de Luke Cage llegó a Netflix y obviamente no podía faltar una aparición de Danny Rand. Después de todo en los cómics son inseparables y la serie está intentando establecer esa conexión, igual que hacen con Misty Knight y Colleen Wing. Lo bueno de este crossover es que en el episodio vemos una de las mejores versiones de Iron Fist hasta el momento. Quizás Netflix pueda solucionar el problema después de todo.
¿Cómo arreglaron a Iron Fist en la temporada 2 de Luke Cage?
Una de las cosas más molestas de la temporada de Iron Fist es la personalidad del protagonista. En lugar de seguir las enseñanzas budistas siempre tiene conflictos internos que no son dignos de su poder. En esta ocasión tenemos a un Danny Rand tranquilo, filosófico, maduro. Su misión es clara y ya no parece un adolescente malcriado.
Por otro lado, una de las peores cosas de Iron Fist es que su poder no aparece demasiado seguido. De hecho, le cuesta bastante convocarlo. ¿No es raro para alguien que venció a un dragón? En esta ocasión su poder aparece mucho, hasta vemos su puño brillante sin ningún motivo más que mostrarlo.
Por otro lado, Finn Jones está teniendo tiempo para entrenar. En temporadas pasadas se habló de que aprendía las coreografías 15 minutos antes de filmar y eso se notó demasiado. Iron Fist debe ser un experto y ahora está comenzando a demostrarlo, aunque queda un largo trecho para perfeccionar por completo la técnica.
La parte mística va bien en este universo
Luke Cage demostró que lo místico de Iron Fist no tiene necesariamente que ser malo para la historia. Es lo que ayuda a otros a centrarse, a meditar, a salir adelante. Además, en un ambiente tan terrenal como el Harlem de Luke, lo místico se trata como algo raro, que ni siquiera el protagonista puede creer, donde los dragones no son problemas reales porque hay otras cosas que tratar, como las drogas o la violencia. Y sin embargo existe, como Danny demuestra, y es usado para traer luz a ese mundo oscuro.
Danny admite también que su riqueza importa, porque el dinero es poder. Es bastante para un personaje que hasta el momento se creía con autoridad moral sobre otros, que negaba su estatus y su capacidad de usar su poder económico en todo momento.
Incluso el escape humorístico es perfecto. Burlarse de esos problemas, del dragón, de la pipa con forma de dragón en la tienda de Turk, de las presentaciones constantes del personajes, es una buena forma de darle una salida a esos errores, de demostrar consciencia sobre ellos.
Además, Danny llega en un momento donde el protagonista lo necesita. Tuvo varias derrotas, pérdidas personales y Danny está allí para hacerle ver nuevas perspectivas. El personaje es útil aquí, no simplemente agregado a la fuerza para mostrar conexiones en las series. A todo esto sumamos la genial pelea que llevan a cabo, donde por fin vemos complementariedad y poder.
Si todavía no viste la temporada 2 de Luke Cage, estás a tiempo.
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