Sacerdote robó dinero a su iglesia para traficar drogas y organizar orgías, ahora pasará tres años en prisión
Francesco Spagnesi, el sacerdote italiano arrestado por haber robado dinero de su parroquia para traficar drogas y organizar orgías sin ningún tipo de protección desde 2019, ha sido condenado a 3 años y 8 meses de prisión, tras aceptar un acuerdo de culpabilidad con las autoridades.
El tribunal de Prato aceptó el acuerdo con Spagnesi, quien había sido acusado de intento de lesiones graves, narcomenudeo, desfalco y de mantener en silencio ser portador de enfermedades de transmisión sexual a las personas con las que tenía relaciones durante las orgías, precisó La Reppublica.
Asimismo, el compañero sentimental de Spagnesi, Alessio Regina, aceptó un acuerdo de 3 años y 2 meses, tras enfrentar cargos de poseer, distribuir y vender drogas ilegales.
Spagnesi y Regina fueron arrestados por comprar cocaína y GBL -conocida como la “droga de violación”- con el dinero que sacaban de las limosnas, para luego utilizar esos narcóticos en las orgías en las que participaban hasta 200 personas que eran convocados por medio de internet.
El desfalco de Spagnesi y Regina a la parroquia alcanzó un monto de 118,000 dólares, dinero que justificaban al decir que era utilizado para ayudar a personas necesitadas.
Las autoridades explicaron que fueron los propios fieles de la parroquia quienes comenzaron a notar actitudes raras en el sacerdote, al verlo “nervioso, tímido y ausente”, al grado de negarse a realizar bautizos, primeras comuniones, confirmaciones y bodas.
Incluso, el obispo de la diócesis, Giovanni Nerbini, explicó que, en abril pasado, Spagnesi le confesó haber consumido drogas, por lo que le ordenó acudir por ayuda profesional y que cuando se dieron cuenta de algunos movimientos sospechosos en la cuenta bancaria, decidió retirarle el poder de tomar dinero de la misma.
Con la intención de cuidar la imagen de la diócesis y del propio cura, a quien en agosto pasado le fue concedido “un año sabático” por motivos de salud, la parroquia y Spanesi realizaron un acuerdo para tratar de evitar un escándalo que al final no pudieron contener.
A principios de septiembre, Spagnesi fue destituido de su cargo y puesto bajo arresto domiciliario.
Se espera que Spagnesi cumpla su sentencia en actividades de servicios sociales, al mismo tiempo de ingresarse en una clínica especializada para tratar de erradicar su adicción a las drogas.